Los narcos marroquíes trafican con migrantes: es más rentable y el fiscal baja las penas a 2 meses

La ruta se está llevando a cabo en narcolanchas, embarcaciones semirrígidas y neumáticas rápidas que los traficantes utilizaban antes para el transporte ilegal de drogas entre el norte de África y Europa. Ahora, les resulta más rentable y menos peligroso llenarlas de migrantes.

El precio que paga cada pasajero por subirse a estas pateras deja más beneficio que el negocio del fardo de hachís, cuyo precio ha bajado. Además, los narcos ahora se enfrentan a sólo dos meses de cárcel en Marruecos, si son detenidos en plena operación. Esto es así desde la llegada de un nuevo fiscal a Nador, que decidió bajar la petición de penas desde los 10 años de prisión de su antecesor (la más alta) a los dos meses de reclusión actuales (la más baja).

Cada pasajero paga unos 10.000 euros por cruzar desde el país vecino hasta las costas españolas. Y cada lancha puede albergar hasta 70 migrantes. Esto son 700.000 euros de ingresos limpios por viaje.

En cuanto al hachís, los narcotraficantes pueden vender cada kilo a unos 600 euros. Cada fardo tiene unos 30 kilos y cada lancha puede transportar unos 100 fardos. Ello implica que de una lancha se pueden obtener unos ingresos de 1,8 millones de euros... menos los gastos.

Y ahí es donde el negocio ha cambiado. Si bien los ingresos que se obtienen por el hachís son mayores, no es rentable en términos netos. Primero, porque hay que comprarlo. Después, por toda la infraestructura necesaria para guardarlo, transportarlo en tierra y demás logística.

Sin embargo, en el caso de los migrantes, estas personas llegan por su propio pie hasta la embarcación. Y una vez en las costas españolas, se les suelta en la playa y los traficantes se desentienden de ellos. 

A la costa de Almería han estado llegando una media de, al menos, dos narcolanchas diarias con migrantes del norte de Marruecos durante todo el verano. El recorrido más frecuente sale de las playas cercanas a Alhucemas y Nador, en Marruecos, y llega hasta la costa andaluza, entre Motril y Almería. Se trata de un viaje que dura de tres a cuatro horas, ya que estas embarcaciones son rápidas y cuentan hasta con cuatro motores.

Según ha podido saber este diario, en los dos últimos días se ha apreciado una mayor presión migratoria. Y se ha roto la media del verano: en apenas 48 horas, hasta 12 de estas 'narcolanchas' arrimaron a Adra, en Almería, con casi 600 personas en total a bordo. 

[Las mafias reactivan con lanchas rápidas la ruta migratoria desde Nador a Andalucía]

"Mientras, los barcos de la Guardia Civil estaban atracados en el puerto", denuncia en conversación con este diario Francisco José Clemente. El delegado del Centro Internacional para la Identificación de Migrantes Desaparecidos (Cipimd) en Almería explica que los traficantes tienen el camino libre, ya que "evitan el servicio de Aduanas, y la Guardia Civil no intercepta las embarcaciones por seguridad, al ir llenas de personas. No hay ninguna autoridad policial que se lo impida", explica Clemente.

"Los líderes y los organizadores de estos viajes tienen documentación europea. Son marroquíes residentes en España, Francia y Holanda que mantienen relaciones con gendarmes, policías y jueces en Nador", asegura una fuente de la inteligencia marroquí a EL ESPAÑOL.

Los traficantes operan principalmente en cinco localidades del norte de Marruecos: Bouyafar, Beni Chikar, Driuch, Alhucemas y Tetuán. Sin embargo, "Rabat pretende que sean juzgados en Europa a partir de los testimonios de las personas migrantes que llegan a los países europeos. Porque, aunque viven en Marruecos, siempre tienen que ir a Europa a hacer gestiones", detalla la misma fuente.

Condenas más bajas

Este fenómeno ya se vivió en 2018 y 2019 con las lanchas llamadas Go fast, embarcaciones rápidas que transportaban droga y personas rumbo a la costa española a través del Estrecho.

En ese momento, el máximo representante del control de las fronteras y responsable de la política migratoria marroquí, Khalid Zerouali, reconoció que "los grupos que intentaron utilizar las Go fast transportaban droga, pero nunca antes habían llevado migrantes". Y añadió: "Eso muestra lo que siempre hemos dicho, que el crimen organizado transfronterizo busca la ganancia, y si encuentra el dinero de forma más sencilla en los inmigrantes, irá a buscarlo ahí".

['Narco-Tok': los traficantes de hachís se están aficionando a grabarse en esta red social]

Para hacer frente a este fenómeno, el entonces fiscal general de Nador aumentó, a través de una circular, los castigos desde los dos años de cárcel a la pena de muerte. En el marco de la migración, en los últimos tiempos, las penas han oscilado entre los dos y los 10 años durante los últimos cinco años.

Sin embargo, hace tres meses, el actual fiscal de Nador ha derivado estos delitos del Juzgado de lo Penal al Juzgado de Instrucción de la región, con condenas de dos meses de prisión. Incluso algunas tan bajas como de seis días y algunas otras que sí alcanzaron los dos años de cárcel. 

De esta manera, "toda la mafia puede ganar millones de euros sin apenas pasar por la cárcel", critica la fuente de la inteligencia marroquí consultada por este periódico.

Así ocurrió con la última desarticulación de una red de tráfico de personas en Beni Chikar. El responsable fue condenado a dos meses de cárcel. "Catorce viajes y solo dos meses de cárcel y 50 euros de multa, cuando antes el mínimo era dos años por tráfico de personas, y llegaba a 10 años si alguna persona se ahogaba", detalla la misma persona.

Sólo en el caso de que se produzca un naufragio con muertes, las penas son similares a las anteriores porque se les juzga por homicidio. De hecho, en el mes de julio, fallecieron seis personas en la playa de El Kallat, en la costa de Nador. La narcolancha llevaba a bordo a 54 personas, todos marroquíes excepto un tunecino.

En este caso, la persona que conducía había cambiado su actividad de tráfico de hachís por transportar personas a España. Ahora cumple una condena de 10 años por asesinato.