Suena desde hace años como una fecha clave no solo en la Comunidad Autónoma del origen, sino en todo el país. La Diada del 11 de septiembre es la fiesta nacional de Cataluña. Su motivo es la conmemoración de la fecha de una derrota (la capitulación de Barcelona ante las tropas borbónicas en 1714), pero ahora se ha convertido en una jornada de 'defensa de los derechos y las libertades de la región'. También en un acto de reafirmación del carácter propio de Cataluña y de esa polémica identidad como nación.
Símbolo habitual del inicio del curso político, la festividad ha adquirido aún más protagonismo a partir de las multitudinarias movilizaciones independentistas que se suceden desde el 2012. La celebración de la Diada se remonta a 1886, año en el que diversas entidades del catalanismo cristiano organizaron una misa en recuerdo de los fallecidos en el sitio de 1714, defensores de la ciudad de Barcelona en la guerra de sucesión española. Dos años más tarde se inauguró, con ocasión de la Exposición Universal, la estatua de Rafael Casanova, que se convirtió en el epicentro de las celebraciones hasta la actualidad.
Los actos, de carácter eminentemente cultural, prosiguieron en aquellos años, a pesar de las trabas gubernamentales. En 1894 se inició la tradición de la ofrenda floral a la estatua de Casanova, 'conseller en cap' de Barcelona en 1714. Con el cambio de siglo, sin embargo, se cargó de política. La represión por parte de la policía y la imposición de fuertes multas en 1901 y 1905 dotaron de un fuerte carácter político a la Diada. También hubo choques con los 'lerrouxistas' (quienes apoyaban al republicano Alejandro Leroux, que se oponía al nacionalismo catalán). Estos rehusaban participar en estos actos.
Institucionalización y evolución
Con la Mancomunitat de Cataluña, en 1914 (primera recuperación de las instituciones catalanas en dos siglos), y la recuperación de la Generalitat, ya en 1931, se institucionalizó la fiesta con un formato similar al actual. Duró hasta en el periodo republicano. Y en 1937 contó incluso con la participación de la CNT. Prohibida por la dictadura franquista, se organizaron algunas acciones reivindicativas en los años 40 y 70, protagonizadas por el Front Nacional de Cataluña.
La Diada se convirtió en una fecha señalada para la oposición antifranquista y sus reivindicaciones culminaron en el Onze de Setembre de 1976, el primero tras la muerte de Franco, convocado por la Assemblea de Cataluña. Al año siguiente, la Diada propició un clamor popular bajo el lema 'Llibertat, Amnistia i Estatut d'Autonomia', con una manifestación en el centro de Barcelona cuya asistencia se cifró voluntariosamente en un millón de personas.
Posteriormente, se institucionalizó de nuevo, siendo recogida legalmente como "fiesta nacional" en 1980. Desde entonces, los homenajes a la estatua de Rafael Casanova han sido la tónica de los actos institucionales hasta nuestros días. Además, se ha erigido como un momento clave del independentismo, que ha eclipsado su origen y la ha propuesto como una ocasión para salir a la calle y mostrar su músculo.
Hoy en día, la Diada se celebra como un día de unidad y reivindicación de la cultura y la lengua catalana, así como de la búsqueda de una mayor autonomía o independencia política de España. La festividad incluye manifestaciones, conciertos, actos culturales y políticos en toda Cataluña, y las calles se llenan de banderas esteladas, símbolo del independentismo catalán.
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La Diada de Cataluña también ha sido objeto de controversia política en los últimos años. El movimiento independentista catalán ha utilizado este festejo para reclamar un referéndum u otras consignas nacionalistas. Esto ha llevado a tensiones con el gobierno central en Madrid y a debates sobre la relación entre Cataluña y España. Dentro de la fiesta, a pesar de las diferencias, se sigue celebrando conjuntamente y se programan actividades musicales o lúdicas.
Su origen y objetivo es, en definitiva, celebrar una festividad que conmemora un momento crucial en la historia de Cataluña y que sigue siendo un símbolo importante de la identidad y la lucha por la autonomía de esta región. Para algunos, es un día de reivindicación política, mientras que para otros es una celebración de la cultura y la unidad catalanas. Cada vez es más un tema nacional que se sigue minuto a minuto.