Varias asociaciones de víctimas de ETA, agrupaciones de guardias civiles y asociaciones de policías ha firmado un comunicado conjunto contra la proyección en el Festival de San Sebastián de la entrevista de Jordi Évole al exjefe de ETA Josu Ternera.
"En lugar de hablar con Évole, debe comparecer ante la Audiencia Nacional", inician el escrito. Los firmantes recuerdan que aún hay 379 asesinatos de ETA sin resolver. "Y este prófugo de la Justicia no ha colaborado en ninguno para su resolución".
Las asociaciones critican que "se blanquee a los terroristas" que asesinaron a sus compañeros o familiares y dan por hecho que la exhibición del reportaje en el festival donostiarra, "muy previsiblemente, representará una humillación para las víctimas".
"Lo que este prófugo de la Justicia española, responsable máximo de la banda y acusado de crímenes de lesa humanidad por la Audiencia Nacional, tenga que decir debe declararlo ante los tribunales, no en un plató de televisión", recalcan.
A renglón seguido, critican que "la simple emisión de esta entrevista es una muestra de debilidad del Estado de derecho, que se muestra incapaz de conseguir que Ternera afronte sus responsabilidades en un tribunal".
Tal y como adelantó EL ESPAÑOL, la Fiscalía General del Estado acaba de trasladar al fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Jesús Alonso, la queja formulada por la asociación Dignidad y Justicia —una de las firmantes del manifiesto difundido este jueves— contra el reportaje.
Las víctimas de ETA habían solicitado por carta al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que "visionase" dicho documental, por si enaltece el terrorismo o humilla a sus víctimas. Ahora, será la Fiscalía de la Audiencia Nacional la que se pronuncie.
'No me llame Ternera'
En el reportaje, titulado No me llame Ternera, el periodista Jordi Évole entrevista a José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, más conocido como Josu Ternera y que fue uno de los más destacados y sanguinarios líderes de ETA.
Actualmente, el terrorista, de 72 años, se encuentra en Francia, a la espera de sentarse en el banquillo en el país galo. Y la Justicia española también pretende juzgarle por el atentado contra la casa-cuartel de Zaragoza, ocurrido en 1987 y en el que murieron 11 personas.
La Fiscalía pide para Josu Ternera 2.354 años de cárcel, resultado de multiplicar por 30 cada uno de los once asesinatos que se consumaron y 23, por cada uno de los 88 heridos (asesinatos frustrados).
Aunque Urrutikoetxea no hizo explosionar el coche-bomba, formaba parte de la dirección de la banda terrorista cuando se produjo el atentado.
Por ello, las asociaciones policiales y de víctimas de ETA que firman este nuevo escrito piden al Ministerio Fiscal "que tome partido" y "considere de forma urgente la emisión de la cinta como un acto de humillación a las víctimas".
"Actuar a posteriori no tiene sentido, pues el daño que provocará el testimonio de Ternera, que justificará los atentados terroristas, será irreversible: revictimizará a los familiares de quienes se dejaron la vida por la Democracia y el Estado de derecho, entre los que hay civiles, políticos y, sobre todo, miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado", indica el documento, que recalca que, "cuando ETA mataba, era inconcebible la emisión de este testimonio".
"En lugar de lanzar monsergas ante las cámaras, Ternera debería comparecer ante la Justicia y colaborar en la resolución de estos asesinatos. De lo contrario, todos ellos continuarán en la impunidad", finaliza el escrito.
Respuesta de Rebordinos
Tras las críticas de estos últimos días, José Luis Rebordinos, el director del Festival de Cine de San Sebastián, ha descartado que el documental vaya a ser retirado de la muestra.
Aunque está dispuesto a que, antes de su estreno, sea proyectado "a un grupo reducido" de personas, en representación de los más de 500 firmantes que se han opuesto a la exhibición de No me llame Ternera.
"El cine es, entre otras muchas cosas, fuente de la historia y se ha ocupado a menudo de llevar a la pantalla a protagonistas, perpetradores de episodios de violencias injustificables, pero sobre las cuales sí ha tenido la voluntad de indagar. Son bien conocidos los casos de Shoah (Claude Lanzmann, 1988), S21: La máquina roja de matar (Rithy Panh, 2003) o The Act of Killing (Joshua Oppenheimer, Christine Cynn, 2012)", recordó Rebordinos en un comunicado.
"La no ficción que ahora nos ocupa ni justifica ni blanquea a ETA porque este Festival no proyectaría una película con esas premisas", manifestó.
"Por citar un último ejemplo: en una semana en la que se ha recordado el 50 aniversario del golpe de Estado de Pinochet en Chile, no programaríamos nunca una película que justificara aquel ataque violento contra la democracia y sus posteriores represalias sobre miles de víctimas. Sin embargo, sí se programó en San Sebastián un documental que entrevistaba a algunos de sus principales golpistas: Pinochet y sus tres generales (José María Berzosa, 2004). Allí se demostraba que dar la voz no es, ni mucho menos, dar la razón", añadía en un texto hecho público el pasado martes.
"En definitiva, estimamos que la película No me llame Ternera ha de ser vista primero y sometida a crítica después y no al revés. En este sentido, estaríamos dispuestos a realizar una proyección privada previa a un grupo reducido en su representación", propuso Rebordinos.