El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha querido centrarse en las medidas que tomará en esta legislatura, si consigue sacar su investidura, para que España siga progresando en el que ha sido su primer mitin desde que fuera propuesto por el rey Felipe VI como candidato oficial.
Y no tanto en cómo lo va a conseguir al eludir de nuevo en su discurso la palabra amnistía 24 horas después de pronunciarla por primera vez. Para ello ha vuelto a elegir Andalucía. En este caso, Granada, donde ha alargado su estancia tras dos intensas jornadas de la Cumbre de Granada con representantes de la Unión Europea.
Desde la ciudad nazarí se ha comprometido este sábado dejar la tasa de paro al final de la legislatura en el 8% o lo que es lo mismo "alcanzar el pleno empleo". También al blindaje por ley en el Estatuto de los Trabajadores para que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) sea el 60% del salario medio en España y al destino cada año de 5.000 millones de euros para llenar la hucha de las pensiones.
Con estas propuestas económicas, incluyendo la nueva ley de paridad y facilitar el acceso a la vivienda, el presidente en funciones se refirió al asunto del perdón, pero de soslayo y un claro mensaje a la derecha.
"El pasado 23 de julio la ciudadanía no eligió a Feijóo presidente del Gobierno, ni a Abascal vicepresidente. No votaron para que repitamos las elecciones generales. Por eso vamos a trabajar por cuatro años más de avances y convivencia en el marco de la Constitución", ha remarcado entre gritos de 'presidente, presidente'.
Durante su discurso, visiblemente pletórico tras esas dos jornadas de cumbre europea, Sánchez ha sacado pecho del papel que juega este país y ha advertido a los "profetas del apocalipsis" de la derecha que España "ni se hunde ni se rompe" y que habrá un Gobierno progresista.
A su juicio, con lo que se "quiebra" y se "pone en cuestión" la igualdad es con los pactos municipales y autonómicos del PP con la "ultraderecha". Sánchez cree que el mensaje de las urnas el pasado 23 de julio fue claro: "Quien aspire a gobernar España tiene que asumir dos cosas: uno, el pluralismo político y, dos, la diversidad territorial, y eso es el PSOE".
De ahí que haya pedido "algo de prudencia" a la derecha en sus declaraciones por decir que España se "hunde", en la semana que Europa ha concedido otros 93.000 millones de euros de los fondos.
Cuando critican también que está "aislada" tras celebrarse con éxito la cumbre que ha abierto el debate sobre el futuro de Europa, y cuando aseguran que se "rompe" cuando todos los territorios han cumplido con la Constitución. "Todos, menos el PP, que sigue bloqueando el Consejo General del Poder Judicial".
Sin embargo, el grueso de su discurso ha girado en torno a sus objetivos en materia económica, laboral y social para la nueva legislatura. Estas se centrarán en el salario mínimo, en la revalorización de las pensiones, en facilitar el acceso a la vivienda y en aprobar la ley de paridad.
Un mensaje de paz para Israel
También ha destacado el mensaje de paz que se ha trasladado desde Granada estos días, sobre todo tras la visita del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Sánchez ha aprovechado este momento para hacer un llamamiento a la convivencia entre "pueblos y religiones" ante la situación desatada en Israel tras los ataques de la pasada madrugada.
Por último, el presidente en funciones se ha centrado en asuntos andaluces y ha celebrado que la Junta de Andalucía haya entrado "en razón" y "rebobinado" en su proyecto de ley de regadíos para el entorno de Doñana tras el acuerdo alcanzado con el Ministerio para la Transición Ecológica para crear un proyecto común que preserve el parque.
No obstante, ha dejado claro que "la revolución verde" en la comunidad autónoma "solamente vendrá con un presidente rojo al frente" del Ejecutivo andaluz, en referencia al líder socialista andaluz, Juan Espadas.
Por último, Sánchez ha subrayado el potencial de Granada como sede de esta cumbre y el asombro de los líderes europeos tanto con la visita a la Alhambra como con la cercanía de los Reyes Felipe y Letizia. "Se han ido encantados".
Con estas palabras Sánchez hacía este halago a la Casa Real el mismo día en el que la Princesa de Asturias juraba bandera en Zaragoza, acto al que no ha podido asistir al encontrarse en Granada en este acto de partido.