Pese al cambio de ubicación y la mayor distancia con el público, el presidente del Gobierno en funciones Pedro Sánchez ha sido recibido un año más con pitidos y abucheos a su llegada al desfile del Día de la Fiesta Nacional del 12 de octubre. 

Es la tónica general desde que llegó en 2018 a la Presidencia del Gobierno. Este año la pitada no se han sentido con la intensidad de otras ocasiones a la altura de la Tribuna Real y en la tribuna de los periodistas, dado que el público que ha asistido al desfile ha estado situado a lo largo del paseo del Prado, en la nueva ubicación para la jornada festiva escogida por el Gobierno. 

Sin embargo, tanto a la llegada de Sánchez como al término del desfile le ha acompañado una sonora pitada e intensos gritos de rechazo. Desde ambos lados del paseo del Prado, el lugar escogido para la parada militar de 2023, Sánchez ha recibido gritos de los asistentes en la céntrica avenida madrileña. Los Reyes han sido vitoreados casi al mismo tiempo.

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Incluso se han coreado con gran intensidad gritos de "que te vote Txapote", o "Puigdemont a prisión" e incluso "Pedro Sánchez, sinvergüenza" a la salida de Felipe VI, la Reina Letizia y la Princesa Leonor, lo que ha deslucido la salida del Rolls Royce en el que viajaban sus Majestades.

Las pitadas y abucheos se han convertido en la tónica general cada Día de la Fiesta Nacional. Así, el presidente del Gobierno ha vivido de nuevo un incómodo 12 de octubre. Mucho más este año, en una jornada marcada claramente por la actualidad política debido a la amnistía que plantea para los líderes del independentismo a cambio de su apoyo a la investidura.

Tras los episodios de los últimos años se había optado por mover por completo la parada militar a otra zona de Madrid. El punto habitual de celebración de las últimas ediciones era el paseo de la Castellana, a las puertas del Ministerio de Defensa. Las tropas descendían desde Plaza de Castilla, hasta finalizar en Nuevos Ministerios. En ese lugar, las autoridades son blanco fácil de las pitadas de quienes observan el desfile desde ambos lados de la avenida, pero también por parte de los vecinos que viven en los elevados edificios de esa zona de la ciudad.

El Ministerio de Defensa había decidido modificar esta vez la ubicación del acto central al paseo del Prado. En ese lugar, han desfilado las tropas de las Fuerzas Armadas y allí se ha situado la tribuna de autoridades, justo en la plaza de Cánovas del Castillo, comúnmente conocida como plaza de Neptuno, una zona abierta separada del público que ha acudido a presenciar la parada militar.

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En la céntrica plaza madrileña tan solo se han ubicado las tribunas de autoridades, las tribunas de la prensa y el palco en el que se han sentado Felipe VI, la reina Letizia el presidente del Gobierno y su mujer. 

Así, la organización del desfile de la Fiesta Nacional ha dejado a los ciudadanos a una distancia de 250 metros de Sus Majestades. El público se ha podido colocar a lo largo del paseo del Prado, a mayor distancia de los Reyes, del presidente del Gobierno y del resto de políticos. Pese a ello, los abucheos se han dejado notar cuando Pedro Sánchez se ha bajado de su vehículo oficial y luego se ha acercado a recibir a sus Majestades.

Fuentes de Defensa han explicado en los últimos días que el cambio tiene que ver con dos pequeñas obras en el paseo de la Castellana. Lo atribuyen a la ejecución, por ejemplo, de un carril bici. En las últimas semanas, las mismas fuentes han achacado el cambio de ubicación a las obras del Santiago Bernabéu, ya en su fase final, y con el nuevo estadio prácticamente terminado. Pero esas obras existían y eran más aparatosas en los dos años anteriores, cuando el desfile se llevó a cabo en esa zona de la ciudad sin ninguna clase de problema.

La fiesta del 12 de octubre ha venido acompañada recientemente por diversas polémicas. En 2022, Sánchez se saltó el protocolo al llegar después de Felipe VI y la Reina Letizia, quienes se vieron obligados a permanecer casi medio minuto en el interior de su coche oficial, hasta que hizo acto de presencia el presidente del Gobierno. 

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Algunos interpretaron ese retraso como una descortesía hacia los monarcas, por un posible intento de ahorrarse los abucheos con los que había sido recibido en anteriores desfiles del 12 de Octubre. Las cámaras captaron el momento en el que el personal de seguridad aguantaba la puerta cerrada del vehículo en el que viajaban los Reyes, esperando la llegada del presidente.

En 2019 su presencia dejó de anunciarse por megafonía, para que los ciudadanos no tuvieran tiempo de abuchearle. En 2020, el desfile se cambió por un acto de reducidas dimensiones en el patio del Palacio Real debido a la pandemia de Covid.

En 2021, con la vuelta a la normalidad, Sánchez hizo coincidir su llegada con la de los Reyes, en lo que se interpretó como un intento de camuflar las protestas entre los aplausos y vivas a Felipe VI y Letizia.

Fueron tan solo unos instantes de diferencia, los justos para que llegara primero el presidente del Gobierno y pudiera recibir al vehículo que trasladaba a los Reyes, para así ser anunciados prácticamente a la vez por la megafonía.

El desfile

Las Fuerzas Armadas han arrancado el desfile de este año a las 11 de la mañana, a la altura de la entrada principal del Jardín Botánico, finalizando su recorrido en la Plaza de Colón.

Las tropas han recorrido el paseo del Prado hasta el paseo de Recoletos. Es el mismo trayecto que se mantuvo desde el año 2011 con José Luis Rodríguez Zapatero hasta el año 2017, con el gobierno de Mariano Rajoy

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Como novedad, tras los honores y la revisión de las tropas, ha sido por primera vez una mujer, la soldado Mari Carmen Gómez Hurtado de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire, la encargada del tradicional salto con la bandera de España. 

Gómez Hurtado (Elche, 1985) tiene la Boina Verde de la Prestigiosa Unidad de Operaciones Especiales del Ejército del Aire, el escuadrón de Zapadores Paracaidistas. Ha realizado más de 3.000 lanzamientos, de los cuales 120 corresponden al ámbito de la instrucción táctico-militar. 

El desfile por el centro de las calles de Madrid se ha prolongado durante 40 minutos. Un total de 4.175 soldados han marchado por la céntrica avenida. Después, han desfilado 120 efectivos a caballo, 142 vehículos motorizados y 86 aeronaves.