La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil acaba de detener en Málaga a Aline Fernanda de Siqueira, la mujer que denunció hace unas semanas a Cándido Conde-Pumpido Varela, hijo del presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde Pumpido.
La mujer ha sido arrestada en Málaga por el Equipo de Huidos de la Justicia de la UCO por intentar matar a un hombre en Brasil el pasado 2022.
Estaba acusada de un homicidio en grado de tentativa por tales hechos, y por ello la Justicia brasileña la estaba buscando desde entonces. Por estos hechos, podría cumplir hasta 30 años de prisión en su país.
Aline tiene 37 años. Los hechos se remontan al pasado año, según revelan desde la Guardia Civil. De acuerdo con los investigadores del Instituto Armado, la ahora detenida asestó varias puñaladas a un hombre, quien, tras el ataque, fue hospitalizado e ingresado en una unidad de cuidados intensivos. Los responsables del hospital llegaron a temer por su vida.
En noviembre, la UCO recibió información de estos hechos por parte de las autoridades policiales brasileñas. Cuando se activó la reclamación a nivel internacional, los agentes procedieron a su búsqueda y lograron arrestarla en Málaga.
La última vez que se la vio fue en Madrid, cuando interpuso una denuncia por agresión sexual contra el abogado Pumpido Varela, hijo del magistrado. Posteriormente, retiró esa denuncia.
La denuncia de esta mujer provocó la detención policial de Conde-Pumpido Varela, hijo del presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido Tourón, y su ingreso en los calabozos hasta que fue puesto a disposición judicial. Ha tenido, además, una serie repercusión en su salud.
La denuncia resultó inverosímil desde el principio para la jueza que recibió el atestado.
La titular del Juzgado de Instrucción número 44 de Madrid dejó el día 5 en libertad y sin ninguna medida cautelar al letrado y a los otros dos denunciados.
En su resolución, la magistrada argumentó la innecesariedad de imponer medidas cautelares a ninguno de ellos, refiriéndose a la falta de credibilidad de la denunciante, de nacionalidad brasileña.
Fue determinante que la defensa de Conde-Pumpido aportara al Juzgado los vídeos del lugar donde supuestamente se cometieron los hechos, que era su propia casa, donde tiene instalado un sistema de videovigilancia tanto exterior como interior.
"De lo actuado hasta el momento se estima que no concurre una situación objetiva de riesgo para la denunciante que justifique la adopción de medidas cautelares", afirmó la juez.
"Ha de tenerse en cuenta que las imágenes aportadas por el investigado Conde-Pumpido Varela, obtenidas de las cámaras de seguridad instaladas en su domicilio, correspondientes a la madrugada del día 3 de noviembre, desvirtúan la versión mantenida por Aline", subrayó la magistrada.
En las grabaciones se apreciaban las distintas dependencias de la vivienda durante toda la madrugada y primeras horas de la mañana y en ellas no aparecía en ningún momento uno de los hombres denunciados, "ni se visualiza tampoco ninguna situación similar a la descrita por la denunciante", indicaba la jueza.
"Por el contrario, se ve en dichas imágenes a la denunciante por distintas estancias de la casa (cocina, dormitorio, parte exterior de la casa) en compañía de Conde-Pumpido Varela unas veces y sola en otras ocasiones", añadía en su auto.