El Rey ha aprovechado el discurso de Nochebuena de este año para hacer la defensa más rotunda de la Constitución que se le recuerda. "Fuera del respeto a la Constitución no hay democracia ni convivencia posibles; no hay libertades sino imposición; no hay ley sino arbitrariedad. Fuera de la Constitución no hay una España en paz y libertad", ha dicho.
Felipe VI ha sido tajante en sus palabras en un momento en que varias fuerzas parlamentarias que colaboran con el Gobierno cuestionan abiertamente la Constitución y plantean relecturas alejadas del texto.
Ya al inicio de su mensaje, el Rey ha anunciado que, más allá de "las dificultades económicas y sociales" que afectan a los ciudadanos, iba a dirigir su discurso hacia otro terreno: "Esta noche quiero centrarme en cosas que tienen mucho que ver con el desarrollo de nuestra vida colectiva. Es a la Constitución y a España a lo que me quiero referir".
Por segundo año consecutivo, en su décimo mensaje navideño desde que ascendió al trono y coincidiendo con el 45º aniversario de la Constitución, sus palabras han ido más dirigidas a la clase política y a los servidores públicos que a los ciudadanos de a pie.
Para el Rey, es importante en este momento "velar" por "el buen nombre, la dignidad y el respeto a nuestro país".
Como parte de su defensa cerrada de la Constitución, Felipe VI ha remarcado la importancia de la separación de poderes. Lo hace en medio de la polémica por la colonización de instituciones por parte del Ejecutivo y las críticas constantes del Legislativo al Poder Judicial.
"Cada institución, comenzando por el Rey, debe situarse en el lugar que constitucionalmente le corresponde, ejercer las funciones que le estén atribuidas y cumplir con las obligaciones y deberes que la Constitución le señala", ha insistido.
Y ha añadido: "Debemos respetar también a las demás instituciones en el ejercicio de sus propias competencias. Y debemos contribuir mutuamente a su fortalecimiento y a su prestigio".
La división política
Felipe VI ha vuelto a poner el dedo en la llaga de la crisis institucional y la división política. Según ha remarcado, uno de los peores males de la historia de España. "Gracias a la Constitución conseguimos superar la división, que ha sido la causa de muchos errores en nuestra historia; la división abrió heridas, fracturó afectos y distanció a las personas".
El Rey ha señalado que la Transición, que tuvo como culmen la Carta Magna, fue posible gracias a que todos dejaron a un lado sus diferencias. "Superar esa división fue nuestro principal acierto hace ya casi cinco décadas. Por eso, evitar que nunca el germen de la discordia se instale entre nosotros es un deber moral que tenemos todos. Porque no nos lo podemos permitir".
A juicio del monarca, es evidente que para que la Constitución desarrolle plenamente su cometido no solo se requiere que se la respete. "También que conservemos su identidad, lo que la define, lo que significa; su razón de ser como pacto colectivo de todos y entre todos para un propósito compartido. La Constitución, finalmente, exige que preservemos su integridad como lugar de reconocimiento mutuo, de aceptación y encuentro aprobado por todos los españoles, como legítimos titulares que son de la soberanía nacional".
Pero para el Rey, la Constitución no es sólo el marco legal que permite la convivencia entre los españoles, sino la garantía de prosperidad y bienestar.
"Un gran país"
El mensaje de esta Nochebuena de 2023 ha sido grabado en el Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela. El escenario elegido tiene elementos similares a los de otros años: un árbol de Navidad, un nacimiento de la colección privada y dos cuadros de temática mitológica propiedad de Patrimonio Nacional.
El Rey ha ofrecido su discurso con la bandera de España y la de la Unión Europea a su espalda y con una fotografía sobre una de las consolas de la estancia. En ella, los Reyes y la Infanta Sofía aparecen aplaudiendo a la Princesa Leonor, en el acto de juramento de la Constitución ante las Cortes Generales el pasado 31 de octubre.
Esta simbología ha servido para que Felipe VI, vestido con traje azul marino, camisa blanca con rayas finas y corbata, reforzara el mensaje de que el futuro de España pasa por un país unido en torno a su Constitución.
"La Constitución ha estado presente ininterrumpidamente en nuestras vidas. Y es, sin duda, el mejor ejemplo de la unión y convivencia entre españoles", ha sostenido Felipe VI. "Es el mayor éxito político de nuestra reciente historia, y supuso la culminación de un proceso que mereció una admiración y un reconocimiento internacional extraordinarios".
El Rey también ha remarcado que la unidad de España debe descansar sobre los valores propios de la convivencia democrática: la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político: "Esos son los valores que nos cohesionan, que le dan fortaleza y permanencia a un sistema democrático como el nuestro".
"Y junto a la Constitución, España", ha subrayado. "Los españoles iniciamos hace ya casi medio siglo un nuevo camino; lo hicimos juntos, democráticamente, en un proyecto común. Aprobamos una visión compartida de España que reconoce el derecho de todos a sentirse y a ser respetados en su propia personalidad y en su cultura; con sus lenguas, tradiciones e instituciones. Y hoy, España es una sociedad fuerte, que ha demostrado muchas veces los valores que forjan nuestro sentido como comunidad política".
El monarca se detuvo también en las dificultades económicas y sociales que afectan a la vida diaria de muchos españoles. "Son una preocupación para todos. Una preocupación que se manifiesta, especialmente, en relación con el empleo, la sanidad, la calidad de la educación, el precio de los servicios básicos. Desde luego también con la inaceptable violencia contra la mujer o, en el caso de los jóvenes, con el acceso a la vivienda".
Felipe VI ha querido destacar el orgullo de sentirse español: "Deberíamos tomar mayor conciencia del gran país que tenemos, para así sentirlo más y cuidarlo entre todos. Así podremos cumplir mejor con la obligación de la que hablé hace unas semanas en las Cortes: la de garantizar a las jóvenes generaciones el legado de una España unida, cohesionada, con voluntad de entendimiento, y sólida en sus convicciones democráticas, cívicas y morales".
"España seguirá adelante. Con determinación, con esperanza, lo haremos juntos, conscientes de nuestra realidad histórica y actual, de nuestra verdad como Nación. En ese camino estará siempre la Corona; no solo porque es mi deber como Rey, sino también porque es mi convicción", ha dicho para concluir.