El expresidente de la Generalitat, José Montilla, defiende la estrategia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de impulsar la Ley de Amnistía. Para el dirigente del PSC, "rebajar la tensión y devolver a la política lo que no debería haber salido nunca de la política" es "el camino correcto".
En una entrevista en el diario ElNacional.cat Montilla advierte sobre los intentos "que hay y que habrá para dinamitar este proceso de reencuentro y reconciliación".
Según Montilla, esos "intentos" provienen de lo que define como "actores muy activos y con poder" del entorno político y social de PP y Vox.
Cuando se le pregunta acerca del expresidente del Gobierno, Felipe González, como uno de esos actores que quieren "dinamitar" los acuerdos entre el Gobierno y los independentistas, Montilla le aleja de ese grupo, pero resta importancia a su figura.
"En sus manos no está dinamitarlo. Son otros. Felipe González fue presidente del Gobierno hace muchos años. Su voz todavía hay gente que la escucha, hay otros que no, no es una persona conocida por las nuevas generaciones".
Por ello, prosigue, "hay que relativizar también su papel". "Es lo que pasa normalmente a todo los ex".
El expresidente catalán también critica el pronunciamiento de "algunos" jueces sobre la amnistía. "Los jueces tienen que hablar con sus sentencias, con los procedimientos que en un determinado momento se abren, sobre la base de denuncias o de querellas", señala.
"Posicionarse políticamente sobre leyes que todavía no están aprobadas, que ni se habían presentado, es un poco esotérico", añade Montilla en referencia al Consejo General del Poder Judicial. "Francamente, sorprendente. Hay otros países en que eso no lo veríamos. Se puede discrepar de una ley. Pero ellos, que tienen que aplicarlas, es un poco sorprendente que tomaran esta decisión. Lo digo con todo el respeto, sobre la base que yo creo en la separación de poderes, en la independencia judicial, y me consta que en la Justicia hay también grandes profesionales", explica.
Montilla aplaude el camino escogido por el Gobierno: "La amnistía es coherente con el camino que se empezó a transitar la legislatura pasada con la creación de la mesa de diálogo y los indultos".
Causas abiertas
Si no se aprobase la Ley de Amnistía, argumenta Montilla, en los próximos años irían desfilando hacia las prisiones muchos nuevos condenados. Entre ellos algunos funcionarios, los CDR que llegaron a fabricar explosivos, los miembros del Tsunami Democràtic que querían asaltar el Parlament de Cataluña o los integrantes del llamado CNI catalán.
Con las causas que se instruyen en estos momentos, teme Montilla, "dentro de uno, dos, tres años de manera escalonada podrían entrar en la cárcel otra vez cuatro, doce, veinte personas, treinta, no sé cuántas". "¿Esto sería bueno para superar la división entre catalanes? Yo creo que no", concluye.
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Montilla opina también en la misma entrevista que "los problemas políticos" se tienen que resolver de forma política. "Aquí no hubo diálogo. No hubo propuestas para encauzar una situación por parte del gobierno del Estado y hubo una actitud de prescindir del ordenamiento jurídico por parte del gobierno de Cataluña. Eso, entre otras cosas, comportó que al final un problema político acabó en manos de los jueces. Y eso no es bueno".
Para Montilla, el procés fue un gran error, y advierte que, antes de querer hablar de un referéndum con el Estado, el independentismo tendría que buscar un consenso en Cataluña. "Hemos retrocedido. Y, además, hemos sacado una cosa que afortunadamente se va superando, que es una división social, una cierta fractura en torno a este tema en la sociedad catalana".
El expresident no niega, eso sí, que este pacto llega cuando Pedro Sánchez más ha necesitado los votos del independentismo en la Cámara Baja."Evidentemente, está la necesidad de contar con una mayoría parlamentaria para una investidura y para desplegar una agenda de gobierno. Pero hay esto que para mí es básico, que tiene relación con la convivencia y que tiene un interés que va más allá de la legislatura y de lo estrictamente coyuntural, si queremos abordar los problemas de fondo de la relación entre los gobiernos de España y de Cataluña".