La OTAN da por hecho que España colaborará de una manera u otra en la operación internacional dirigida por Estados Unidos para combatir la amenaza de los rebeldes hutíes contra la navegación marítima en el Mar Rojo.

Mandos consultados por EL ESPAÑOL en la Alianza Atlántica señalan que, de un modo u otro, España participará: "Otra cosa es que por cuestiones políticas se disfrace de algún modo".

Desde el principio de esta misión, el Ministerio de Defensa que dirige Margarita Robles ha asegurado que esa colaboración no se dará. Este mismo viernes, tras los últimos días de bombardeos cruzados entre la coalición internacional y los rebeldes yemeníes, la ministra se reafirmaba en esa idea.

Esta semana se ha conocido la existencia de nuevos contactos de EEUU para convencer a España de que se sume a esta misión. El lunes, el jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, el general Charles Brown, mantenía una conversación telefónica con el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el almirante Teodoro López Calderón.

En esa conversación, entre otras cuestiones, se abordó la crítica situación en el mar Rojo, donde ya se han producido combates que han causado víctimas mortales entre los rebeldes y también en el bando de los soldados estadounidenses.

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Esa es la primera llamada entre ambos mandos tras el nombramiento del oficial estadounidense el pasado octubre. La conversación les permitió discutir sobre "la cooperación en seguridad estratégica, la invasión rusa de Ucrania y sobre el entorno de seguridad en Europa y Oriente Próximo", según un portavoz de las fuerzas armadas de Estados Unidos.

El departamento que dirige Robles se limitó a confirmar la conversación telefónica, señalando que sirvió para poner de relieve "las magníficas relaciones con España".

Pero las fuentes de la Alianza Atlántica consultadas por EL ESPAÑOL van más allá e insisten en que las Fuerzas Armadas españolas terminarán colaborando de alguna manera, aunque sea desde un punto de vista logístico.

Aun así, entienden que al Gobierno no le interese reconocer su apoyo a una misión dirigida por EEUU, teniendo en cuenta el trasfondo de la guerra de Israel con Hamás y las diferencias en el seno del Gobierno a la hora de abordar este punto de la política exterior.

Las fuentes consultadas apuntan a que España podría colaborar, siempre en el marco de la OTAN, aprovechando destacamentos como el Marfil o el Orión, ambos de vigilancia, para que aporten apoyo aéreo desde la costa. "España podría venderlo como que no ha cambiado nada. Hay muchas opciones para participar sin que parezca que se hace", señalan. "Y siempre se puede decir que se trata de una prolongación de la operación contra la piratería en el Índico, pero España no puede no participar", añaden. 

Nueva misión

El pasado mes de diciembre, el Gobierno proponía que la Unión Europea activase una nueva operación de apoyo a Estados Unidos para proteger la navegación de los buques que están siendo asaltados en el mar Rojo por los rebeldes hutíes de Yemen, aliados de Irán y de Hamás.

Defensa descartaba más tarde la posibilidad de que España formase parte de esa nueva misión, alegando que tiene todos sus recursos comprometidos en la Operación Atalanta, de vigilancia de la piratería en el océano Índico, próximo a las aguas en las que se está produciendo esta nueva escalada armada.

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En la Atalanta, que dirige un vicealmirante español desde la base de Rota (Cádiz), España tiene a una de sus fragatas, la Victoria. Por ello, Defensa cree que no es el momento de comprometer más efectivos en una nueva operación, que estaría dirigida por EEUU.

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La solución, señalaban, pasaría por "una misión específica con entidad propia en la que participen las Fuerzas Navales de los países europeos que lo deseen", y no una mera extensión de la que se encuentra vigente. El Gobierno de España, aun así, niega que fuera a participar en ella. Este proyecto ya ha sido puesto en marcha por la Unión Europea, y de momento España declina su entrada. Pero las fuentes consultadas en la Alianza señalan que, de un modo u otro, España terminará aportando ayuda para resolver lo que está sucediendo en el mar Rojo.

Los hutíes llevan semanas perpetrando ataques contra embarcaciones comerciales en esas aguas. Lo hacen con un importante apoyo tecnológico, estratégico y armamentístico del régimen de Irán, y en respuesta, dicen, a los ataques de Israel a Gaza. En la Franja, las Fuerzas de Defensa de Israel tratan de acabar con el grupo terrorista Hamás, también fiel al régimen islamista de Irán, tras los salvajes atentados del pasado 7 de octubre.

La operación militar en el mar Rojo, que EEUU ya ha bautizado como Guardian of Prosperity, ha marcado varias semanas de tensión entre Moncloa y la Casa Blanca. Los hutíes, teledirigidos por Irán al igual que los terroristas de Hamás, anunciaron que atacarían los buques cuyo destino fuese Israel, pero lo cierto es que ya están abordando toda clase de cargueros de esa ruta marítima clave para el comercio mundial.