Número de nacimientos en mínimos históricos, tasas de fertilidad en caída libre y madres primerizas a una edad cada vez más tardía: el reto demográfico de la Unión Europea no cesa de agravarse. En 2022, nacieron un total de 3,88 millones de bebés en la UE (frente a los 4,09 millones del año anterior), el nivel más bajo desde que comenzó a haber datos comparables en 1960, según los últimos datos publicados este jueves por Eurostat.
Es la primera vez que el número de nacimientos cae por debajo de los 4 millones. La cifra de 3,88 millones equivale a una tasa de natalidad (número de nacimientos por cada mil habitantes) de 8,7; frente a la tasa del 10,7 registrada en el año 2000; el 12, en 1985 o el 16,4 en 1970.
Durante el periodo 1961-2022, el total anual más alto de nacimientos en la UE se registró en 1964, con 6,8 millones de bebés. Desde este máximo, la cifra disminuyó a un ritmo relativamente constante, hasta alcanzar un primer mínimo de 4,36 millones en 2022. A esto le siguió una modesta recuperación hasta 4,68 millones de niños nacidos en la UE en 2008, cuando volvió a cambiar la tendencia hacia la baja.
Durante la pandemia de Covid-19, los nacimientos en la UE primero disminuyeron a 4,07 millones (en 2020), luego aumentaron ligeramente a 4,09 millones en 2021 y nuevamente cayeron en 2022 hasta los 3,88 millones de bebés.
La radiografía de Eurostat muestra que la situación es particularmente preocupante en el caso de España. En 2022, nuestro país registró la segunda tasa de fertilidad más baja de toda la UE (apenas 1,16 hijos por mujer, frente a 1,19 en 2021), sólo superado por Malta (1,08). Italia ocupa la tercera posición por la cola (1.24).
En el extremo contrario, Francia tuvo la mayor tasa de fertilidad de la UE (1,79 hijos por mujer), seguida de Rumanía (1,71), Bulgaria (1,65) y República Checa (1.64). De media, la cifra se situó en 1,46 en el conjunto de la Unión Europea, frente a 1,53 en 2021.
En las últimas décadas, los europeos han tenido en general menos hijos, y este patrón explica en parte la desaceleración del crecimiento demográfico de la UE. Se considera que una tasa total de fertilidad de alrededor de 2,1 es el nivel necesario para mantener constante el tamaño de la población en ausencia de migración. Una cifra inferior a 1,3 suele denominarse 'fecundidad ultrabaja'.
Los datos de Eurostat muestran además que las mujeres tienen a su primer hijo a una edad cada vez más tardía, desde un promedio de 28,8 años en la UE en 2013 hasta 29,7 años en 2022. La edad media más baja al nacer el primer hijo se encuentra en Bulgaria (26,6 años) y Rumanía (27,0 años); mientras que los valores más altos se pueden observar en Italia (31,7 años) y España (31,6 años).