Bermúdez: "Que mintieron las rumanas y señalaron a Zougam para conseguir la nacionalidad es un dislate"
"Sigo sin albergar la más mínima duda de que Zougam fue uno de los autores materiales" / "A los cinco meses de los atentados, sabíamos el 100%" / "Me niego a aceptar la teoría de que un Gobierno manipulara un atentado con mala voluntad".
9 marzo, 2024 02:38Presidió hace 15 años el tribunal que juzgó el 11-M. Y redactó la sentencia que condenó a los acusados del mayor atentado ocurrido en suelo europeo, en el que fueron asesinadas 192 personas y casi 1.900 resultaron heridas.
Javier Gómez Bermúdez (Álora, Málaga, 1962) colgó las puñetas, pero no la toga. Dedicado hoy a la abogacía como parte del despacho Ramón y Cajal, el magistrado en excedencia repasa lo que supuso —y aún supone— para España aquel jueves negro.
Han pasado 15 años desde el juicio. ¿Qué tal ha envejecido la sentencia del 11-M?
Yo creo que ha envejecido bien. No creo que haya nadie que objetivamente haya cuestionado lo que dice la sentencia. Otra cosa son los datos fuera de la sentencia...
Hay sentencias que envejecen mejor que otras...
Un proceso penal tiene un objeto y ese objeto lo delimitan las acusaciones. Por lo tanto, la sentencia responde a las acusaciones. No responde a otro tipo de teorías, condiciones o explicaciones... Eso queda fuera.
Una de las grandes dudas que se mantuvo a lo largo de todo el proceso es el explosivo que estalla en los trenes. ¿Entiende, debido a los vaivenes en la instrucción, las dudas sobre este tema?
Sobre este asunto no hay ninguna duda. Me va a perdonar, pero eso es una invención, que se basaba en que si era Titadine, era ETA y si no, podía ser cualquier otro. Pero es que es mentira: no se usó Titadine.
El Tedax número 1 del grupo que llega a la estación de Atocha la mañana del 2004, cuando revisa visualmente la mochila que no explosiona, antes de intentar desactivarla, mira y dice: "Esto es Goma 2". ¿Por qué lo dice?
Por el color.
Claro. Es un blanco roto tirando a beige. Y el Titadine es [color] rojo sangre. ¿Cuál es el único dato que vinculaba el Titadine con el explosivo? Ninguno. Hay una muestra en El Pozo, la llamada Muestra 1, donde, en el laboratorio, aparece una traza de nitroglicerina. Un nanogramo. Una traza es un nanogramo. O sea, nada. ¿En qué se basaba esta teoría? En que la nitroglicerina, que ya era una sustancia prohibida para fabricar dinamitas tipo Goma, la contenía el Titadine, pero también la Goma 2. Como estaba prohibida, la Goma 2 pasa a ser Goma 2 Eco. Ecológica.
La sentencia dice que hemos encontrado pruebas evidentes de que en Mina Conchita [el origen de los explosivos suministrados a los terroristas] se utilizaba Goma 2 de la antigua, con nitroglicerina. Ni siquiera en el foco de El Pozo explosionó ninguna sustancia que contuviera nitroglicerina. Eso [la traza de nitroglicerina] fue, con casi toda seguridad, una contaminación en el laboratorio. Y un juez no tiene la obligación de decir en la sentencia: "Estoy seguro...". No. Decimos la verdad. Por eso decimos [en la sentencia del 11-M] que todo o la mayor parte [del explosivo que estalla] es Goma 2 Eco. Y punto.
Me refería, especialmente, a uno de los hechos más sorprendentes del final de la instrucción. Gracias a una información periodística, se descubre la escasa fiabilidad científica del señor Sánchez Manzano. Y eso obliga a que, en una decisión inédita, justo antes del juicio oral, se deba repetir la pericial a los restos del explosivo.
Esa decisión fue una propuesta mía, aceptada por el tribunal. Como ya duraba tres años la polémica, el tribunal decide hacer algo único, propuesto por las partes. Nos dicen: "Pedimos una nueva pericial sobre explosivos". Y el tribunal dice: "Vale, pero con unas garantías". Una pericial que cuente con un perito de las acusaciones, de las defensas, del fiscal... Monitorizado todo por una cámara, cuya grabación la certifique diariamente el letrado de la Administración de Justicia. En todo el proceso de análisis no ocurre nada, salvo el episodio de la traza de nitroglicerina.
¿Por qué hace esto el tribunal? Porque el país estaba dividido. Y queríamos dejar claro que lo que el tribunal resolviera en su día se iba a basar en pruebas indestructibles. Por eso lo hicimos, no porque tuviéramos dudas de si las periciales anteriores eran buenas o malas. Si una defensa me dice: "Oiga, quiero una nueva pericial..." y es una tesis que, aunque me parezca absurda, es una tesis de defensa, mi obligación es proteger a la defensa y que pueda valerse de todos los argumentos.
Fue por lo mismo por lo que llamamos a declarar a miembros de ETA, lo que fue un ridículo espectacular.
Le hablo de la pieza secreta que el juez Del Olmo, el instructor, abre para investigar la labor del señor Sánchez Manzano en la investigación del explosivo. Le recuerdo que la prensa publicó sobre el apagón momentáneo de las cámaras...
Eso es rigurosamente falso. Las cámaras no sufren ningún apagón. Ninguno. Eso es mentira. Y en cuanto a la pieza secreta: si Juan [Del Olmo] decide abrirla para comprobar la labor de Sánchez Manzano, abona más mi teoría. Lo que hace Del Olmo es tener una pulcritud absoluta en la investigación. La conclusión de la pieza que abrió es que todo era correcto.
El hecho de que haya determinados flecos de la instrucción, plasmados en la sentencia, justifica que se hayan extendido ciertas dudas razonables. Le cito: falta de autor intelectual reconocido, el episodio de las rumanas, perfiles genéticos sin identificar, nexos del CNI con los encausados. Parto de la base de que nunca se conoce todo sobre un delito a la hora de juzgarlo...
Yo, en que la gente tenga dudas no puedo entrar. Muchos atentados terroristas no los cometen bandas jerárquicas, como sí lo es ETA. Incluso en los de ETA, no se sabe exactamente quién ha dado la orden. En un terrorismo no jerárquico, no hay orden.
Espero que acabemos de una vez por todas con este tema: el autor intelectual no es objeto del proceso. Lo que juzga un tribunal lo delimitan las acusaciones. Por tanto, la sentencia no tiene que entrar en eso [el autor intelectual de la masacre].
Vamos a lo extraprocesal. Casi 20 años después, uno de los mayores expertos de España en seguridad [Fernando Reinares], que ha investigado este tema y dice que tiene de fuentes a cinco servicios de Inteligencia, a lo más que ha llegado es a afirmar que el autor intelectual puede ser Amer Azizi...
Que se escapó de España durante la operación Dátil...
...y murió en 2005 en Pakistán. ¿Qué más le puedo decir? ¿Mi opinión personal? Que los autores intelectuales del atentado se suicidaron en Leganés. Y eran El Tunecino y Allekema Lamari, entre otros.
Que digan que si era un atentado tan sofisticado... ¿Sofisticado? ¿Poner bombas en los trenes? El 24 de diciembre de 2003, ETA había puesto 50 kilos de dinamita en un tren Irún-Madrid. Y eso nos hizo pensar a todos, el 11 de marzo de 2004, que era ETA la que había atentado, tras no haberlo conseguido la anterior Navidad.
Vayamos con las dos testigos protegidas: dos rumanas que señalan a Jamal Zougam como una persona a la que han visto en los trenes. A ambas, el tribunal médico, en dos ocasiones, le había denegado la condición de víctimas. Tras identificar a Zougam, se les concede. ¿Conocía el tribunal este dato a la hora de dictar la sentencia?
Lo primero, el dato no es cierto, no es como usted lo cuenta. Y había un tercer testigo, un hombre...
... sí, un tercer testigo que no compareció en el juicio, sino que se lee su testimonio en la instrucción...
Sí, que no compareció en el juicio porque estaba en el extranjero y su testimonio, como marca el Supremo, leído y contrastado, es totalmente válido. Y este tercer testigo, también tajante y sin tener relación con estas dos señoras, da detalles muy importantes sobre la identificación de Zougam.
Sigo sin albergar la más mínima duda de que Zougam fue uno de los autores materiales de los atentados. Lo que pasa es que la acusación se empeñó en decir que todos los terroristas habían ido a Alcalá de Henares a montarse en trenes. Esto es estúpido, no tiene ninguna base. Probablemente, unos fueron a Alcalá de Henares, como certificó el portero que descubrió la Renault Kangoo. Y otros pudieron subirse en estaciones intermedias. De hecho, hay datos que confirman que eso es así.
Contra Zougam, con todos mis respetos, no es ésta la única prueba que hay. Tiene una tarjeta activada en Morata de Tajuña. ¿Casualidad? Es un viejo conocido de la Policía y la Justicia por sus vinculaciones yihadistas, su coartada es muy débil.
Imagínese que a usted le metemos en la cárcel como preso preventivo durante tres años y medio. Y su madre y su medio-hermano, en ese tiempo, están callados. Y el día del juicio dicen que, a las nueve, usted está en la cama.
Ya, pero yo no le he preguntado eso. ¿Estaba en la cama a las siete? ¿Y a las ocho? Eso no lo responden.
Zougam se defiende con que no estuvo en Morata de Tajuña la noche anterior [a los atentados], que es cuando se activan las tarjetas. Y dice que fue al gimnasio. Qué curiosidad: no está registrado en los tornos. Según él, porque el sistema estaba roto. La recepcionista no lo reconoce, no le recuerda.
Creo recordar una doble página de El Mundo en 2009, firmada por Luis del Pino, que recogía dos testimonios de personas que estaban aquella noche en el gimnasio. Uno de ellos era un monitor, que le puso una rutina de ejercicios a Zougam... Calculaban que la hora de salida de Zougam del gimnasio debió ser las 23.30...
¿Y por qué no vinieron al juicio? Por que el señor Luis del Pino puede decir misa. Había un montón de abogados que defendían sus teorías. Algunos, hasta de las acusaciones, que manda... ¿Por qué no vinieron al juicio? ¿O es que el tribunal tiene que salir a la calle a preguntar o a hacer una encuesta? No vinieron a juicio porque era mentira... Así de claro.
Me reconocerá, a ver si en algo estamos de acuerdo, que el comportamiento de Zougam, en comparación con el de otros yihadistas, sorprende. Buscaba piso junto a su novia antes de los atentados, no huye tras el 11-M, no le veo mucho sentido a que se vendiesen las tarjetas en el mismo locutorio que él regentaba, aunque no las vendiese él personalmente... Comprar las tarjetas en otro lugar le habría ayudado a desvincularse... ¿Es este un perfil habitual?
Perfecto. Zougam se escaquea de la operación Dátil de milagro, porque era muy inteligente y adoptaba grandes medidas de precaución.
¿No piensa usted que si las tarjetas se vendían en su locutorio era, obviamente, más fácil borrar su rastro que al adquirirlas en otro sitio? ¿No cree usted que uno compra las cosas donde tiene confianza? No, mire, no me haga teorías de la conspiración...
Yo sólo le planteo que...
No, no, no, no. No me haga teorías de la conspiración. Es al revés. No tiene usted ni un solo dato sobre lo que ha afirmado.
¿Cree que el hecho de que las dos testigos rumanas señalasen a Zougam facilitó la concesión de su nacionalidad española?
¿Sabe usted por qué se les dio la nacionalidad? Porque eran víctimas. Se les dio mucho después y bajo un proceso muy estricto.
¿Usted cree realmente que un país como Rumanía, que ya en 2010 era miembro de la Unión Europea, necesitaba que estas señoras...? ¿Usted cree que alguien tiene las narices de acusar a otro si no está seguro de lo que está diciendo? Las dos testigos eran personas normales, trabajadoras... ¿Por qué no pone el foco en el otro lado? ¿Cómo me puede decir que estas señoras mintieron para que condenáramos a un señor...? Cuidado, que no lo condenamos sólo por estos dos testimonios...
No lo estoy diciendo, se lo estoy preguntando...
No, lo está afirmando, perdone. Yo tengo muchos tiros pegados, mucha experiencia, lo está afirmando. Con su pregunta está afirmando que estas señoras mintieron para conseguir la nacionalidad, y eso es un disparate.
Insisto: es una pregunta. Si cree usted que...
No, en absoluto. No lo creo en absoluto.
Mis creencias no vienen al caso...
...Y da la casualidad de que poco después ya Rumanía estaba en un proceso de integración en la UE.
¿Cómo valora la instrucción practicada por el señor Del Olmo?
Lo único que yo le critico a Juan [del Olmo, juez instructor del 11-M] es que quiso combatir tanto las teorías llamadas alternativas o de la conspiración que no acababa... Cada vez que El Mundo, Libertad Digital o la COPE sacaba una información —y no digo que fuese información malintencianada—, él decía: "Investiguen esto", para descartar que esa información no fuese correcta. Y eso dilató la instrucción a unos extremos insostenibles...
Eso es lo único que le critico, por lo demás, hizo un gran trabajo. A los cinco meses de los atentados, sabíamos el cien por cien, todo lo esencial. Esos dos años y medio posteriores sólo sirvieron para evitar que las teorías alternativas pusieran en crisis el proceso. Nada más.
Es curioso que no me pregunte, por ejemplo, por el episodio de Díaz de Mera [director general de la Policía cuando se produjeron los atentados del 11-M, se negó a revelar la identidad de un policía que supuestamente le habría informado de la existencia de un informe sobre las presuntas relaciones entre etarras e islamistas], que es el más ridículo del juicio. O lo de ETA, que es el segundo episodio más ridículo del juicio.
La citación de varios etarras en el juicio.
Efectivamente, ridículo absoluto. Y el tribunal lo sabía. Pero si una defensa me dice: "Quiero que cite a estos señores porque creo que ETA estaba detrás", pues la obligación del tribunal es defender el derecho de defensa.
El episodio de Díaz de Mera es ya para irte... Lo del ácido bórico. ¡Ácido bórico! Eso se usa para las cucarachas, para las zonas húmedas y, en fin, me voy a callar, para otras cosas.
La vinculación de ETA con el 11-M, ¿lo achaca a una mentira deliberada?
ETA no tiene nada que ver con esto. Y me niego a aceptar la teoría de que un Gobierno haya manipulado un atentado con mala voluntad. No lo creo.
El 24 de diciembre de 2003 había habido un intento de atentado por parte de ETA en el Irún-Madrid. En marzo, todos pensamos que era ETA en el 11-M. Hasta el lehendakari Ibarretxe.
Javier Rupérez, embajador de España en Washington, recibió la visita de Bush, presidente de los Estados Unidos. Estamos hablando del día 12 de marzo de 2004. Rupérez le dice: "Creemos que ha sido ETA". Bush le dijo: "Mis servicios de Inteligencia me dicen que no".
Me niego a entrar en ese juego. No creo que ningún terrorista pueda encontrar un apoyo o una justificación en lo que hace un político. Esto es absurdo. El terrorismo es un fenómeno de violencia política, no un delito político. Por lo tanto, que me digan que todo esto fue por la guerra de Irak, me parece una tontería. Es como si me dicen que ETA mataba por la independencia de Euskadi. Ahora, sobre la gestión del atentado, cada uno tiene su opinión.
¿De qué se arrepiente el presidente de la Sala que juzgó el 11-M?
De la paliza dialéctica que le di a Endika Zulueta, abogado de oficio de dos de los acusados. Y hay cosas que, no es que me arrepienta, pero corregiría. Cuando te enfrentas a un reto de esta magnitud, con un montón de horas diarias de trabajo, un esfuerzo físico y mental tremendo, pues cometes errores.
También me puedo arrepentir de lo del "súper inocente", porque caí en una tontería de un chavalillo, condenado por colaboración y que llamaba la atención. Uno pensaba: ¿Éste qué hace aquí, qué sabía y no contó?
He escuchado decir que el 11-M fue el inicio de la polarización que sufrimos hoy.
Yo no puedo saber si el 11-M trajo la polarización. Lo que sí sé es que el 11-M dividió el país y lo polarizó. Con mejor o peor intención —algunas veces, con buena; otras, lo dudo— se dijeron cosas que eran insostenibles.
La cerrazón informativa de la instrucción también fue un error, yo creo que grave. Y provocó que surgieran teorías como setas. Hay episodios de risa: lo de la cinta del grupo Mondragón [El Mundo publicó, erróneamente, que en el salpicadero de la Kangoo tenía una tarjeta del Grupo Mondragón, una empresa industrial vasca, cuando, en realidad, era una casete de la Orquesta Mondragón]. De hecho, el Grupo Mondragón es un grupo industrial vasco, que no tiene nada que ver con ETA.
¿Cómo valora la labor de la prensa?
En un asunto tan grave como éste, había que haber tenido un poco más de serenidad.
Lo anoto.
Si usted no había nacido, hombre [risas].
Tenía ya algunos años... Seis. Pocos, pero ya había nacido.
Que no, que no, que usted no había nacido [risas]... Sobre la prensa... Yo era muy amigo, de corazón, de Victoria Prego. Y yo le decía: "Esto que publicáis es muy interesante. Investigad esto, a lo mejor lleváis razón". Y lo investigaban y sacaban una conclusión.
Y cuando ya yo me hago cargo del asunto, veo que era evidente, a las pocas horas, que algunas cosas no eran así. Y, ojo, yo soy conservador. Me gusta decir que soy liberal, pero como lo de liberal no se entiende, pues conservador. Soy un conservador republicano, aunque no quiero, para nada, que la Monarquía desaparezca de España. No tengo nada contra el aborto, no creo que deba ser delito. Soy un conservador con matices.
Y cuando yo me enfrento a esto y veo la cantidad de tonterías que se han dicho...
¿Bien o malintencionadas?
Algunas bien y otras mal... Creo que la mayoría de las informaciones de El Mundo eran bienintencionadas. Planteaban una duda, pero se demostraba que esa duda no tenía base y no rectificaban. Eso no se puede hacer: cuando ya sabes que no llevas razón, di que no. Y en esa época era un periódico muy muy potente. Era el periódico de referencia de la derecha.