Una narcolancha vuelve a embestir a una patrullera de la Guardia Civil cuando iba a detenerla en Cádiz

Una narcolancha de uno de los clanes de la droga que operan en Cádiz ha vuelto a embestir sin ningún miramiento este jueves a una patrullera de la Guardia Civil cuando esta se disponía a detenerla.

Los hechos han tenido lugar en aguas próximas a la bahía de Algeciras y a las primeras playas del sur de Málaga. La patrullera en cuestión es la Río Belelle. La patrullera fue atacada cerca de la urbanización de La Alcaidesa, entre San Roque y La Línea.

Esta embarcación acudió al lugar en el que se han producido los hechos para proceder a la detención de una serie de embarcaciones semirrígidas empleadas por el narco que se encontraban abarloadas en Manilva (Málaga).

Allí se hacían fuertes desde este pasado miércoles, todas atracadas junto a la playa debido al temporal. Eran entre 8 y 11 embarcaciones de las que suelen usar los narcotraficantes de los clanes del Estrecho.

Tras la denuncia del alcalde de Manilva, José Manuel Fernández, la Guardia Civil ha intervenido en la mañana de este jueves y las ha dispersado. Sin embargo, al percatarse de la patrullera, las narcolanchas no han mostrado ningún reparo en intimidar a la Benemérita.

[Una narcolancha de un clan del Estrecho arrolla y mata a dos guardias civiles en el puerto de Barbate]

Cuando llegó la patrullera, los narcos trataron de escapar, pero una de sus embarcaciones no lograba arrancar debido a problemas mecánicos. Por eso, al aproximarse los agentes, los narcos que tripulaban el resto de las embarcaciones trataron de proteger a la que se iba a quedar rezagada. 

Lo hicieron embistiendo a la embarcación del Instituto Armado, causándole algunos daños materiales. Por fortuna no ha habido que lamentar heridos. La patrullera en cuestión es de las pocas que supera en dimensión a las largas y potentes lanchas del narco. Eso sí, tras el encontronazo los traficantes lograron huir.

Los hechos recuerdan a la tragedia acaecida el mes pasado en Barbate, cuando una de las planeadoras del narco, tras guarecerse en ese puerto gaditano, arrolló y mató a dos agentes de la Guardia Civil que navegaban a bordo de una zódiac.

Los agentes se disponían a arrestarles debido al oleaje que estaban causando con sus embarcaciones y porque las lanchas rápidas del narco se habían resguardado con total impunidad en el puerto de esa localidad. La tragedia fue mayúscula.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) reclama que Interior actúe y que tome "medidas urgentes y que implante la Zona de Especial Singularidad". "No se puede seguir mirando hacia otro lado, la ciudadanía demanda actuar contra el narcotráfico. Los narcos se sienten impunes, los guardias civiles necesitan más medios y más personal para combatir este grave problema", denuncian.

La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) subraya que sus agentes siguen en peligro ante "la pasividad del Ministerio del Interior". "¿Hasta cuándo, señora ministro? ¿Qué más tiene que pasar?", protestan.