Un vídeo producido por Vox para la campaña de su candidato en Cataluña, Ignacio Garriga, señala a los partidos independentistas como principales causantes de lo que define como "invasión" islámica de la región. Concretamente, Vox señala a Junts y a Esquerra Republicana, pero remonta esa responsabilidad a los tiempos del pujolismo.
En los poco más de veinte minutos que dura el vídeo, titulado "Hacia la República Islámica de Cataluña", intervienen varios diputados y cargos orgánicos de Vox, como Ignacio y Joan Garriga, Alberto Tarradas, Manuel Acosta y Mónica Lora, entre otros. El mensaje del cortometraje se enmarca en la campaña contra la inmigración de origen musulmán, para la que Vox promete "billete de vuelta".
El acto de presentación, protagonizado por Ignacio Garriga, tenía dos eslóganes principales "Contra la islamización de Cataluña" y "En defensa propia".
El vídeo parte de dos supuestos: Cataluña "lidera todos los índices de criminalidad" y "posee una de las tasas más altas de población extranjera". Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), procedentes del Ministerio del Interior, es cierto que Cataluña se encuentra en índices altos de criminalidad, pero no ha liderado al menos desde 2010 -último registro publicado- este ránking. De media lo superan, cada año, Baleares, Melilla, Ceuta y Madrid.
El cuanto a población extranjera, Cataluña se sitúa en la parte alta, con una tasa de población extranjera no comunitaria del 12,49%. La superan Melilla y la Región de Murcia.
Junts y la inmigración
El documental de Vox asocia al independentismo en general, y a Junts en particular, con la "política de permisibilidad" en materia de inmigración, producto de una estrategia de "ingeniería social" puesta en práctica por los sucesivos gobiernos nacionalistas, desde Jordi Pujol, pasando por Artur Mas, hasta Pere Aragonès.
El objetivo de esa estrategia, aseguran desde Vox, no es otro que el de "hacer patria": potenciar la inmigración procedente de países islámicos del norte de África y de Oriente Medio, priorizándola sobre la hispana. La ventaja de los inmigrantes musulmanes sería, para los nacionalistas, no tener el castellano como lengua materna, por lo que su inmersión al catalán sería más sencilla.
Esta estrategia migratoria habría ido acompañada, a partir del mandato de Artur Mas, de movimientos coordinados con "la izquierda" para "captar votos de las comunidades islámicas" ya asentadas.
A partir de entonces, denuncia Vox, los sucesivos dirigentes de Junts han venido realizando acciones encaminadas a la llegada masiva a Cataluña de inmigrantes de origen islámico. "Las consecuencias de estas políticas pro islámicas de los sucesivos gobiernos secesionistas son múltiples y funestas, especialmente para las mujeres", concluyen.
Paradójicamente, a menos de un mes de las elecciones del 12-M, la realidad en el independentismo posconvergente contrasta con esta campaña de Vox. A partir de los comicios autonómicos y municipales del pasado 28 de mayo, al partido de Puigdemont le salió una competidora: Silvia Orriols y su formación ultraderechista Aliança Catalana. Este nuevo partido, abiertamente hostil a la inmigración islámica, logró la alcaldía de Ripoll (Gerona).
"Junts se ha dado cuenta de que la población de Cataluña es consciente de la problemática que genera la inmigración", explicó Orriols recientemente. "Como ha visto que esto podía tener rédito electoral, y se ha comprobado en Ripoll, han pensado que no era mala idea copiar este discurso".
En la estrategia electoral de Junts en materia migratoria ha habido un giro evidente. Los correligionarios del ex president, aún fugado de la Justicia, han endurecido su discurso sobre la seguridad ciudadana, convirtiéndolo en una de sus ideas fuerza de la campaña, junto a la demanda de la independencia.
La competencia migratoria
Ya en diciembre pasado, el portavoz adjunto de Junts en el Congreso, Josep Maria Cruset, acusó de "inacción" al Gobierno en materia migratoria, dirigiéndose directamente a Félix Bolaños: "Nada más alimenta a la extrema derecha que el abandono de funciones".
Por su parte, Míriam Nogueras justificó que la Generalitat debía asumir las competencias de inmigración alegando que "en Cataluña se concentra el 23% de la población inmigrante de todo el Estado, y somos el 16% de la población del Estado".
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A principios de enero se conoció el acuerdo cerrado in extremis entre el PSOE y Junts para sacar adelante dos decretos del Gobierno que colmaban esta aspiración nacionalista: la Generalitat asumirá las competencias sobre el control de la inmigración.
A estas alturas, las estrategias de Vox y Junts en la cuestión migratoria no parecen tan distintas. Sus apuestas son similares a las que ha marcado Silvia Orriols.