El alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala, ha eludido acudir al acto del Día de homenaje a las víctimas del exilio en Alicante protagonizado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE) en la tarde de este miércoles. Desde su entorno han deslizado que "el alcalde no tiene por costumbre ir a mítines del PSOE, y menos si son para atacar leyes autonómicas como la de la Concordia", que impulsa el Ejecutivo de coalición PP-Vox de Carlos Mazón.
Y es que ese precisamente ha sido el grueso del discurso de Sánchez en Casa Mediterráneo, la institución del Ministerio de Asuntos Exteriores en la ciudad. El presidente ha comenzado su intervención asegurando que "no podemos ser cómplices de la amnesia" porque "la memoria de nuestro pasado es regeneración democrática para nuestro presente". Unas palabras que hacían alusión al compromiso del propio presidente tras su "periodo de reflexión" de cinco días, hace semana y media.
Sánchez ha calificado la Ley de la Concordia valenciana como Ley de la Antimemoria y ha dicho que este tipo de normas son "un atentado contra el derecho internacional y contra la dignidad". "Nunca se puede llamar concordia, se llama revisionismo histórico", ha clamado ante un público entregado.
"Defender nuestra memoria es una obligación", ha resumido Sánchez antes de anunciar que podrá "todos los resortes del Estado" para luchar contra "quienes equiparan víctimas con verdugos".
Previamente, el ministro de Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, había aludido expresamente a la Ley de Concordia de la Comunidad Autónoma asegurando que "esta España democrática en la que viven los hijos y nietos de aquellos exiliados sigue hostigada por la intransigencia, la mentira y el bulo", ha afirmado.
Y después añadía: "Pero España tiene memoria y ley, que se seguirá aplicando a pesar de los intentos de cambiarla por un eufemismo que se denomina 'de Concordia', como la ley valenciana, que pretende derogar la de Memoria Democrática. Nosotros seguiremos defendiendo la dignidad de la lucha contra el fascismo".
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El homenaje
El acto ha tenido lugar en una sede del Gobierno y no ante la placa en recuerdo del Stanbrook del Puerto, buque mercante británico que evacuó a los últimos 2.638 republicanos del puerto alicantino en la noche del 28 de marzo de 1939. El último Gobierno republicano había dejado España poco antes, después de celebrar sus dos últimos Consejos de ministros el 28 de febrero y el 6 de marzo en una finca de la localidad alicantina de Petrer.
La celebración del 8 de mayo como "Día del Exilio" encadena su cuarto año. En esta ocasión, la sede elegida ha sido Alicante, tras los actos en Casa América de Madrid, el Teatro Cervantes de Alcalá de Henares y, el año pasado, en los municipios franceses de Le Perthus, Argelès-sur-Mer y Colliure.
Al acto, además del presidente del Gobierno y el ministro de Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha acudido la ministra de Innovación y Universidades, Diana Morant, también líder del PSPV-PSOE en la Comunitat.