El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, junto al exministro de Transportes, José Luis Ábalos, en una foto de archivo.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, junto al exministro de Transportes, José Luis Ábalos, en una foto de archivo. Europa Press

España CASO KOLDO

Marlaska protegió al guardia civil del 'caso Koldo' pese a las denuncias en Transportes

Interior dijo que eran disputas por "las relaciones personales entre guardias civiles y vigilantes de seguridad" pese a que el subteniente realizó amenazas para colar a empresarios en el Ministerio. 

13 septiembre, 2024 02:01

El Ministerio del Interior hizo caso omiso de las denuncias de los vigilantes de Transportes y del comité de empresa sobre el comportamiento del subteniente imputado en el caso Koldo y de otros mandos de la Guardia Civil.

Fernando Grande-Marlaska tampoco tomó ninguna decisión cuando varios trabajadores de la empresa contratada en el edificio de Nuevos Ministerios presentaron una querella por delitos de "desobediencia, coacción, amenazas y falsedad documental" contra el general José Antonio Berrocal, el coronel José Eduardo Gómez, el comandante Jesús Merchán y el citado subteniente detenido por la UCO, José Luis Rodríguez García.

El agente vinculado al caso Koldo, tal y como publicó EL ESPAÑOL, llegó a amenazar a los vigilantes para que colasen a empresarios en el Ministerio de Transportes. Otro de los incidentes ocurrió cuando intentó no registrar la visita de un responsable de un negocio de pizarras relacionado con otros investigados como Juan Carlos Cueto y Víctor de Aldama. 

La respuesta de la Secretaría de Estado de Seguridad al Defensor del Pueblo tras un escrito de UGT fue que "se habían producido controversias entre el personal de la empresa de seguridad privada Sureste y agentes de la Dirección General de la Guardia Civil".

"La situación generada se centra en las relaciones personales entre guardias civiles y vigilantes de seguridad", afirmó en su informe la Secretaría de Estado de Seguridad. Concluía que, pese haber recibido de fotos de agentes con armas en el edificio, de otros dormidos en el puesto de trabajo y de patrullas mal aparcadas, no se había visto afectada "la calidad del servicio que se presta a los ciudadanos". 

Los problemas con el abuso de poder de la Guardia Civil en Transportes se alargaron hasta fechas recientes después de más de un año de quejas reiteradas a Interior por la dirección de emergencias y los sindicatos CCOO y UGT que representan a los vigilantes.

Un informe de la inspectora de servicio del 13 de octubre de 2023, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, relata cómo un coche de la Benemérita aparcó en la entrada del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana en la zona reservada para minusválidos.

En ese momento, un viernes por la tarde, la mayoría de los aparcamientos estaban libres.

La respuesta del agente a la petición de que retirara de esa zona prohibida la patrulla fue: "No voy a mover el coche bajo ningún concreto. Estoy harto de tonterías". 

Este periódico también ha tenido acceso a un vídeo en el que se ve a un guardia civil durmiendo en el acceso para altos cargos con música de fondo. El fallo de seguridad es tal que cualquier persona podría haber llegado hasta el despacho del ministro en aquel momento, ya que ahí se encuentra el ascensor que va hasta la oficina ahora ocupada por Óscar Puente. 

El subteniente imputado en el caso Koldo mantenía una estrecha relación de amistad con el oficial mayor, Alejandro de las Alas-Pumariño, del cual dependía esta área de seguridad en 2020 durante los hechos investigados por la Audiencia Nacional y hasta julio de 2021.

Imagen del coche de la Guardia Civil aparcado en la zona de minusválidos en el Ministerio de Transportes.

Imagen del coche de la Guardia Civil aparcado en la zona de minusválidos en el Ministerio de Transportes. EL ESPAÑOL null

Precisamente, esta relación cobra más importancia después de la auditoría realizada por el Ministerio de Transportes. El oficial mayor es el encargado del servicio de aposentamientos y, por tanto, de los almacenes en los que estuvieron las mascarillas.

Alejandro de las Alas-Pumariño declaró que las llaves de los cuartos donde se guardaban los cubrebocas las tenían Koldo García y el subteniente de la Guardia Civil.

Sin embargo, tanto el exasesor de Ábalos como vigilantes y representantes sindicales afirman a EL ESPAÑOL que el oficial mayor miente en la auditoría. Estos testimonios coinciden en señalar que era el propio De las Alas-Pumariño el encargado de custodiar las mascarillas junto al subteniente imputado. 

Confesión del subteniente

El sumario del caso Koldo incluye un pinchazo telefónico a José Luis Rodríguez, el subteniente destinado en Transportes. En una conversación telefónica con un empresario el pasado 19 de enero, el guardia civil afirmó ser el responsable de gestionar la compra de las mascarillas para el Ministerio de Interior. 

"Esto no es un dinero que he ahorrado yo de mis ahorros de toda la vida y lo estoy invirtiendo aquí, ¿vale? No es eso, ni mucho menos, para que te hagas una idea, una de las empresas que ha capitalizado esto fue la que compró todas las mascarillas de España", dice el subteniente.

"Todas las mascarillas de España, ¿vale? O sea, que con eso ya te digo todo. Que, por cierto, las he gestionado yo a través del Ministerio del Interior. Y esto son cosas que no tendría ni que decirte", se autoinculpó el guardia civil.

Durante la época de la pandemia era el amigo del subteniente, el oficial mayor, el máximo responsable de controlar los accesos al Ministerio de Transportes. 

Precisamente, fue el encargado de facilitar al comisionista Víctor de Aldama un "pase especial" con el cual entraba diariamente al edificio oficial por la dependencia a cargo de la Guardia Civil. 

Cuando el oficial mayor fue relegado de sus funciones y la seguridad del Ministerio de Transportes pasó a ser competencia del director de emergencias, Rubén Eladio López, el subteniente comenzó, junto a otros guardias civiles, a hostigar e increpar a los vigilantes. 

Estos enfrentamientos, que tenían siempre a José Luis Rodríguez como uno de los protagonistas, fueron los que llevaron tanto a la dirección de emergencias como a los sindicatos CCOO y UGT a pedir al Ministerio de Interior que tomará medidas contra los guardias civiles del MITMA.

Denuncia del Comité de Empresa de los vigilantes de Seguridad del MITMA ante el Ministerio de Interior

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El objetivo del subteniente era recuperar el control en los accesos y poder también tener trato con los altos cargos del MITMA.

Según ha podido saber EL ESPAÑOL de fuentes del Ministerio, José Luis Rodríguez llegó a colarse en el despacho de un alto cargo. Este suceso provocó una queja formal por parte de la dirección de seguridad a Interior, aunque tampoco tuvo consecuencias.

Empresarios en el MITMA

Uno de los grandes incidentes entre la Guardia Civil y los vigilantes de Transportes ocurrió en julio de 2022, cuando Rodríguez fue interceptado por la seguridad intentando colar a un empresario gallego. El guardia civil se negó a registrar la visita y que el nombre de esta persona quedara anotado en el control, por lo que, finalmente, desistió.

El subteniente llegó a comunicarse con la inspectora de seguridad del Ministerio para que la visita del empresario no apareciera en ningún registro. No lo consiguió y se marchó afirmando ante los vigilantes que lo hacía "para no ensuciar el buen nombre de esa persona". Además, los desafió aseverando que su visita "accedería por otro puerta".

El acompañante del subteniente detenido en el caso Koldo era Manuel Fernández, empresario vinculado a los negocios de las pizarras en los que, según la Unidad Central Operativa (UCO), Víctor de Aldama y Juan Carlos Cueto blanquearon dinero obtenido por las comisiones de las mascarillas a través de la sociedad Comercializadora de Pizarras Santa Bárbara.

El empresario llegó al acceso principal del Ministerio de Transportes en un Audi Q8 y dijo tener una reunión con el subteniente. José Luis Rodríguez, que le estaba esperando, pidió que no se le identificara, algo que fue rechazado por los miembros de seguridad tras consultarlo con el director de emergencias, ya que el jefe de seguridad, Mateo Cuadrado, no pudo ser localizado.

Entonces hubo un enfrentamiento con los vigilantes. "Aquí la autoridad soy yo", llegó a afirmar Rodríguez.

"Igualmente va a pasar a la fuerza", así contestó el subteniente detenido, según los documentos a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. "No se tiene que autorizar nada", afirmó antes de proclamarse como "la única persona de autoridad en el Ministerio".

"La próxima vez, cuando alguien me venga a ver a mí, pasa conmigo. Si alguien me lo impide tendrá que ser físicamente y, como lo haga, doy orden de detención inmediata contra la persona que me obstruya", añadió.

Estas y otras amenazas realizadas por el subteniente fueron recurrentes en el tiempo. Sin embargo, el Ministerio de Interior decidió siempre no actuar pese a que se llegó a poner una querella contra diversos mandos de la Guardia Civil.