Los primeros ministros suelen tener sus prioridades a la hora de viajar cuando juran su cargo. Salvador Illa no preside ningún país sino la Generalitat de Cataluña, pero también ha dejado claro cuál es el primer mensaje que quiere lanzar tras convertirse en el primer president no independentista en los últimos 14 años. 

Antes que ningún otro sitio, Illa ha querido desplazarse a Madrid, reunirse con el Rey y celebrar la Diada -en diferido- desde la capital. Es la primera vez que sale de Cataluña como mandatario desde que ocupa el Palau de la Generalitat. Y tras verse con Felipe VI la mañana de este miércoles en La Zarzuela, por la tarde tarde visitó la Delegación del Govern de la Generalitat en Madrid junto a varios ministros. 

Colegas hasta hace no tanto en el Consejo de Ministros que ahora celebran que Cataluña haya regresado a manos socialistas. Si un presidente catalán no acudía a La Zarzuela desde que en 2015 lo hiciera Artur Mas, nadie después de 2011 había conmemorado la Diada en Madrid.

Por eso las palabras en los corrillos giraban en torno al mismo asunto. "Qué bien estar de nuevo aquí", se congraciaban los ministros entre sonrisas y abrazos, al igual que había confesadao el Rey por la mañana. Y como el monarca, los políticos no lo decían tanto por el dónde, unos agradables jardines de la Delegación del Govern en Madrid, sino por el cómo y el cuándo.

Salvador Illa sabía que toda esta escenografía esconde un mensaje potente, el del regreso a la institucionalidad. "Cataluña ha vuelto" -anunció ante los asistentes el presidente de la Generalitat- como una región "esperanzada e implicada en Europa dentro de un horizonte federal". 

En la primera fila estaba la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien se opuso al concierto económico que finalmente facilitó el acuerdo entre el PSC y ERC para permitir la entrada del socialista en la Generalitat. Y como Illa también es consciente de que ésta es la primera espina que tiene que limar procuró lanzar un mensaje en este sentido. 

"Madrid y Cataluña representamos el 40% de la riqueza de España. Tenemos la responsabilidad de compartir esa riqueza con el resto de España y no dejar a nadie atrás", pronunció. 

Le escuchaban también la ministra de Defensa, Margarita Robles; el titular de Industria y Turismo, Jordi Hereu; el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres; o el responsable de Agricultura, Luis Planas

Salvador Illa pronuncia su discurso en los jardines de la Delegación del Govern de la Generalitat en Madrid. Juanjo Martín Efe

También estaban entre el público el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Patxi López, diputados de ERC como Francesc-Marc Álvaro, políticos de otras épocas o personalidades de la cultura o la comunicación. En los asientos se sentaban el exdiputado de Convergència i Unió Josep Antoni Duran i Lleida o el presentador de televisión Josep Pedrerol

"Hoy es un día especial para todos los que no siendo catalanes estamos encantados de que Cataluña haya vuelto a la normalidad institucional, política y social y, por lo tanto, es un día para conmemorar", decía Patxi López en medio de ese ambiente festivo que se respiraba en el acto.

Recorrer España

Illa aseguró también que su presencia en Madrid representaba una "invitación a sumar, compartir y a convivir". "Las ventanas de conocimiento son fundamentales para recuperar el clima de sosiego y tranquilidad al que estamos volviendo después de unos años tan difíciles en los que se perdieron tantas energías".

El independentismo hizo saltar por los aires la comunicación entre Madrid y Barcelona y ni Carles Puigdemont, ni Quim Torra ni Pere Aragonès quisieron ser recibidos por el Rey. Illa regresa con un pacto con ERC de difícil digestión para algunos, sobre todo en lo referente a la financiación autonómica, pero con la convicción de que los símbolos son fundamentales. Sobre todo en los inicios.

"Hay que tener puentes, cruzarlos y encontrarse; trabajar para lograr acuerdos. En democracia los cimientos de la cohesión se celebran sobre sentimientos leales y exigentes. Es necesario escuchar las razones del otro e intentar ponerse en su lugar", expresó.

El presidente de la Generalitat aclaró que ésta es su primera parada en ese intento de recuperar la senda institucional y anunció que va a "recorrer España para lograr un clima de entendimiento" con otras comunidades.

Al finanalizar sus palabras tomó el escenario un grupo musical que entonó Els Segadors, el himno catalán. Cantaban Les Anxovetes, una banda de Gerona especializada en habaneras. Pero ahora Els Segadors ya no estaba solo en manos de los independentistas. Sonaba en el centro de Madrid, poniendo música a la nueva Cataluña.