Cinco solicitantes de asilo con pasaporte marroquí se fugaron anoche de una de las salas de acogida del aeropuerto de Barajas a través de un agujero en el techo. Cuatro de ellos siguen en paradero desconocido y uno ya ha sido detenido. 

Tras subir por el techo, los cinco hombres llegaron hasta la azotea y allí se les perdió la pista, salvo a uno. Desde entonces los cuatro restantes están siendo buscados por la Policía Nacional.



Fuentes sindicales trasladan a Efe que la fuga demuestra que las estructuras que proporciona AENA, el operador del aeropuerto de Barajas, para custodiar a las personas solicitantes de asilo son "totalmente insuficientes e inseguras".



"No se puede estar trabajando en estas condiciones, sin medidas de seguridad y sin unas condiciones adecuadas", advierten, al tiempo que señalan la "gravedad" que supone desconocer "dónde se encuentran" las personas fugadas, ya que pueden "provocar un incidente crítico de seguridad" al "campar a sus anchas por una estructura crítica" como el aeropuerto de Barajas, según ha confirmado a Efe fuentes del Ministerio de Interior y sindicales



"Pueden salir a las pistas o a varios sitios en los que podrían hacer peligrar la seguridad", alertan.

Desde hace algo menos de un mes, un grupo de saharauis procedente de Marruecos se encuentran en Barajas a la espera de que se les conocedan el asilo o sean retornados. Según datos de Interior, son algo más de 70 los ciudadanos que aguardan en este aeropuerto procedentes del país vecino, llegándose algunos a poner en huelga de hambre días atrás en protesta.

Según datos proporcionados a Efe de fuentes sindicales, en la sala 3 hay 46 solicitantes de asilo y 27 inadmitidos; en la sala 1, de carácter provisional, que se habilita en situaciones de saturación, hay 18 menores y 52 mujeres; y en la sala 4 hay 78 personas.



El pasado lunes, el Ministerio de Interior intentó deportar a una parte de los 35 ciudadanos saharauis que permanecían retenidos en Barajas, pero al menos un grupo de los solicitantes de asilo se negó a subir al avión y continuó en dependencias del aeropuerto.



En reiteradas ocasiones, organizaciones humanitarias han denunciado las condiciones de hacinamiento e inseguridad en las que los solicitantes de asilo permanecen en el aeropuerto de Barajas mientras se tramitan sus peticiones.

Otra fuga en enero

El pasado mes de enero, sindicatos de la Policía Nacional denunciaron otra fuga, esta vez de casi 30 solicitantes de asilo de origen magrebí. 

Las organizaciones policiales advirtieron de los "riesgos para la seguridad aérea" porque algunos de los migrantes llegaron a acceder a las pistas del aeropuerto tras romper el cristal de una de las ventanas de la sala de asilo.

Marlaska sobre los saharauis

Los problemas derivados de los solicitantes de asilo que piden protección cuando hacen escala en Barajas provocó hace meses la intervención del Gobierno para evitar el colapso de las instalaciones ante la llegada de ciudadanos de diferentes países africanos, entre ellos Mauritania, Senegal, Kenia o Marruecos. En algunos casos, se han implantado visados de tránsito para evitar que se produzcan fraudes al hacer escala en Madrid.

Precisamente el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, aseguró este martes en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que mantienen una "comunicación, coordinación y cooperación permanente" con ACNUR, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, para estudiar "individualmente" cada petición de asilo de los saharauis, "en caso de que proceda" el reconocimiento de protección internacional o, en caso contrario, autorizar las expulsiones.

"La resolución que se dicta es la resolución que se entiende desde un punto de vista de aplicación estricta del derecho internacional y del derecho humanitario en relación a ser o no acreedor de la protección internacional, conforme al convenio de Ginebra", apuntó Grande-Marlaska.

En concreto, le preguntaron por las recomendaciones de ACNUR a España para que autorice la entrada de los ciudadanos de origen saharaui en vez de intentar expulsarlos.

Como ya hizo la semana pasada, Grande-Marlaska ha subrayado que la decisión que adopte el Gobierno sobre los saharauis en Barajas se lleva a cabo con la "tutela final y definitiva del Poder Judicial", ya que es un juez quien finalmente avala la resolución que apruebe el Ministerio del Interior.

"Se está trabajando sobre cada uno de los casos de forma individual, se estudia de una forma detenida y se resuelve. Y no podemos olvidar que luego está también la actuación del Poder Judicial, quien en su caso también resuelve y reexamina cualquier resolución que se dicte", indicó.