Publicada
Actualizada

Fernando Villén, exdirector técnico de la Faffe -la extinta Fundación para el fomento de la formación y el empleo de la Junta de Andalucía- ha justificado la contratación sin proceso reglado del exalcalde de Lebrija, Antonio Torres, porque "buscaba el camino más rápido". 

Así lo ha declarado el ya condenado por gastar 30.000 euros en un prostíbulo con dinero público mientras era alto cargo del organismo instrumental de la Junta durante el juicio por la contratación del alcalde socialista. 

Villén ha reconocido que fue Torres quien le llamó a través de su secretaria. Concertaron una cita y, en la misma, se cerró el acuerdo. Torres se incorporó a la Fundación pública a cambio de un salario que, tras los ocho años que estuvo en nómina, le dieron casi medio millón de euros. 

Para el exdirector de la Faffe, la "agenda y contactos" del exalcalde de Lebrija justificaban su contratación. "Nos planteó si estábamos interesados en su experiencia. No necesitaba mucha presentación" ha afirmado Villén. 

La cuestión sobre cómo se contrató a Torres es clave. Ahí está la cuestión que se dirime en este juicio: si la incorporación fue correcta y cuáles eran las atribuciones del mismo durante los años en los que estuvo a sueldo de la Junta pero no apareció por la sede de la Faffe.

El propio Villén ha reconocido que Torres no iba por las oficinas. No tenía despacho. Rechazó incluso un ordenador que le ofreció. Sí que tenía teléfono y una dirección de correo electrónico. Sin embargo, ha declarado el exalto cargo de la Faffe, no la usaba. Prefería la suya personal. 

Sobre su incorporación a la Faffe como "director de recursos externos", aunque en su tarjeta figuraba "relaciones externas", el abogado de la acusación de la Junta, personada en la causa, le ha preguntado por las vías de acceso como personal de la Faffe. 

"¿Había tres formas de entrar, por la web de la Faffe, por el SAE o por la prensa?", le ha trasladado el letrado. "Sí", ha señalado Villén. "¿Pero Torres no entró por ninguno de esos medios?", ha insistido la acusación. "No", ha reconocido el exalto cargo. 

Muy nervioso

Visiblemente nervioso, el exalcalde socialista de Lebrija, Antonio Torres, ha prestado declaración este lunes n el juicio que dirime si su contratación en un organismo público de la Junta, la Faffe, fue legal y, de no serlo, si tiene que devolver el casi medio millón de euros que cobró por el tiempo que estuvo en nómina.

El juez de instrucción aseguró que "ni tan siquiera acudía a la sede de la fundación ni desempeñaba trabajo alguno. Era desconocido por otros trabajadores y directivos, aunque se procuró tarjetas de visita o presentación".

La Fiscalía Anticorrupción añadió que "cobró un sueldo público de la Faffe sin hacer nada, desde su casa y sin trabajar". Él lo ha negado. De hecho, ha asegurado que iba "cada 15 días" a la sede para pasar sus gastos y que se los abonaran. 

Esto, sin embargo, no es lo que ha declarado Villén, que fue quien le contrató. El exdirector técnico de la Faffe ha asegurado que Torres no acudía a la oficina. No tenía una, de hecho, y llegó a ofrecerle la suya. "Le dije que mi secretaria estaba para que lo que necesitara", ha añadido. 

Su intervención ha estado llena de llamadas al orden por parte del juez, quien ha pedido calma a un acusado que ha reconocido que usaba un mail personal para las cuestiones de la Faffe o que cerró un convenio con una organización en él también presidía. 

Dinero de la Faffe

Sin embargo, y pese a expresiones de lo más coloquiales -"esta humilde persona"; "por la madre que me trajo al mundo"; "mis enemigos lo saben"-, Torres ha defendido que, en todo momento, trabajó para la Faffe y ha presumido sobre "los dos millones de euros en dinero contante y sonante" que llevó a la fundación de la Junta. 

Sobre cómo llegó a trabajar en la Faffe, el exalcalde socialista ha señalado que él mismo llamó a Villén para concertar una cita. Ha asegurado que leyó "en el BOJA" (Boletín Oficial de la Junta de Andalucía) la creación de este organismo y se pudo a disposición del mismo. 

Torres ha asegurado que mantuvo dos reuniones con Villén, que él asimila a "dos entrevistas de trabajo". Tras esto, le ofrecieron un cargo técnico. Sin embargo, su sueldo y su tarjeta de visita señalaban que era director de relaciones externas o de recuros externos. 

"Nunca me quejé"

Sobre su sueldo, Torres ha declarado que cobraba "lo que otros directores" de la Faffe. "Igual hasta un poco menos, pero nunca me quejé de eso". Esto ha despertado la curiosidad del juez, quien ha querido aclarar el extremo de que su contrato fuese de técnico, pero cobrase como alto cargo. 

"Usted aparece contratado como gestor de recursos municipales", le ha señalado también la Fiscalía. "Eso será una equivocación de quien hizo el contrato. Yo nunca he sido eso", se ha defendido Torres.

El acusado ha insistido en que de sus gestiones llegaron hasta dos millones de euros para financiar la Faffe, cuestión de la que se ha mostrado orgulloso. 

Trabajo

Sin embargo, tanto la Fiscalía como las acusaciones -de la Junta de Andalucía y del PP- han cuestionado la forma en que se le contrató así como el trabajo que realizó -o no realizó- mientras estaba a sueldo de la Faffe. 

Tras la declaración de los dos acusados, la Fiscalía ha pedido, además de la devolución del sueldo que cobró para la Faffe -más de 300.000 euros, ha señalado el Ministerio Fiscal-, así como cuatro años de prisión y diez de inhabilitación para Villén. Para Torres, dos años y medio de cárcel.