España es el país de la UE donde más terroristas se detuvo en 2023, según Europol: 84
- "Algunos de los sospechosos arrestados en la UE habrían entrado gracias a los servicios contrabandistas de inmigrantes", señala la agencia.
- Más información: Interior alerta de que Daesh intensifica la captación de menores: "Les ofrecen aventura al estilo de los videojuegos".
Un informe de Europol elaborado por las fuerzas antiterroristas de toda Europa señala a España como el país de toda la zona comunitaria en el que más terroristas se detuvieron a lo largo del pasado 2023. Un total de 84, de los cuales 78 eran yihadistas, lo que convierte nuestro país en el lugar más activo de Europa para las organizaciones internacionales dedicadas al terrorismo yihadista.
El documento, titulado Informe de Situación y Tendencias del Terrorismo en la Unión Europea 2024, refleja un incremento progresivo en los últimos años, en especial el anterior, de una intensa actividad policial en esta materia tan sensible para la seguridad nacional.
La cifra de detenidos por Policía Nacional, Guardia Civil y cuerpos autonómicos es la más elevada desde después de los atentados del 11-M. En 2005, al año siguiente de los ataques, Interior registró el arresto de 95 personas. 2024 ha producido hasta el momento una cantidad similar de arrestos y operaciones, con 78 yihadistas detenidos, a falta de dos semanas para cerrar el año.
Este dato revela un incremento sostenido en el tiempo, lo que sugiere, a juicio de los especialistas del Ministerio del Interior, que grupos como Al Qaeda, Daesh y sus franquicias en zonas como el Sahel vuelven a centrar su atención en Europa.
334 detenidos en Europa
La estadística en España se reproduce en el resto de Europa, según los datos del informe. En toda la zona comunitaria se han producido un total de 334 detenciones, la mayoría de ellas por terrorismo yihadista. Se trata de un aumento significativo en comparación con 2022 (266 arrestados).
Las tres principales causas de detención han sido la pertenencia a una organización terrorista (120), seguido de la planificación o preparación de un ataque (65) y la financiación del terrorismo (42).
Los detenidos por terrorismo fueron en su mayoría jóvenes, hombres y ciudadanos de la Unión Europea. El 85% de los detenidos eran hombres (351), con una edad media de 20 años. Las 64 mujeres arrestadas por estos delitos tenían una media de edad de 27 años.
Un dato preocupante a ojos de los especialistas de Policía Nacional y Guardia Civil es que de los 334 detenidos 147 eran personas que no tenían la ciudadanía europea. Se trata de una cifra próxima al 50% del total de los individuos arrestados.
Las policías europeas alertan también de que han detectado la entrada de forma irregular en la UE de combatientes terroristas extranjeros acusados de ser miembros o participar en las actividades de distintas organizaciones terroristas bajo condiciones falsas.
Sus informaciones apuntan a que estas personas acceden a Europa utilizando "documentos fraudulentos o reclamando protección internacional. Algunos de los sospechosos arrestados en la UE habrían utilizado los servicios contrabandistas de inmigrantes".
La cercanía del Sahel
Además de los 78 yihadistas, en España se produjo también la detención de un radical de extrema izquierda, un terrorista de ETA y cuatro sospechosos de origen no especificado. Tres de estos últimos fueron arrestados en noviembre por su participación en el intento de asesinato de Alejo Vidal-Quadras.
Esta cifra solo resulta entendible con factores como el incremento de la tensión en Oriente Próximo tras el atentado de Hamás en Israel y la posterior respuesta de Netanyahu bombardeando Gaza durante meses. Esta sucesión de acontecimientos propició una llamada a "la yihad global" por parte de los dirigentes de la organización terrorista gazatí, a la que respondieron principalmente lobos solitarios en todo el mundo.
En este sentido, una de las zonas que más preocupan como origen o lugar de destino de esos potenciales terroristas aislados es el Sahel. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como las Fuerzas Armadas, han dedicado buena parte de su atención a esta región en los últimos años, ya que todo lo que sucede ahí (como la inmigración irregular, la guerra, o la presencia de organizaciones yihadistas) tiene repercusiones directas en Europa, y concretamente en España.
Según documentación que maneja el Departamento de Seguridad Nacional (DSN), esa zona, en la que se afincaba la filial de Daesh a la que querían adherirse algunos de los integrantes de esta organización, es ya uno de los lugares más peligrosos del mundo. Registra cerca de 4.000 muertes por terrorismo al año, lo que equivale al 47% del total mundial.
Allí, "grupos terroristas compiten por la influencia en zonas donde el Estado tiene poco o ningún control", según recoge el Índice de Terrorismo Global 2024. Esta región africana se ha convertido en el epicentro y foco más preocupante del extremismo islamista mundial.
A juicio de los especialistas europeos en terrorismo "es probable que los grupos terroristas yihadistas reorienten sus esfuerzos para reclutar combatientes en zonas en conflicto como Afganistán, Somalia, el Sahel y África occidental, así como en los países vecinos de Israel".