Prisiones compra un uniforme a sus funcionarios que no se distingue del de los presos y que se estropea con el primer lavado
- Los nuevos uniformes no cuentan con distintivos en la espalda que permitan diferenciar a los trabajadores de los reclusos.
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La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, ha dotado en las últimas fechas de un nuevo uniforme a los trabajadores de las cárceles, al que se le desprenden las siglas con el primer lavado y que resulta indistinguible de la ropa que utilizan los presos.
Según ha podido recabar EL ESPAÑOL, numerosas quejas por parte de los funcionarios han llegado a oídos de la dirección de Prisiones. Los nuevos uniformes no cuentan con distintivos en la espalda que permitan diferenciar a los trabajadores de los reclusos.
Este detalle, aparentemente banal, puede acarrear riesgos para los funcionarios si dentro de la prisión se produce algún altercado. "Esto propicia que no se diferencie a los funcionarios de los internos, con el peligro y falta de seguridad que ello conlleva", señalan fuentes penitenciarias.
Hacía tres años que los funcionarios de las cárceles españolas esperaban el reparto de nuevos uniformes. Hasta ahora los trabajadores han tenido que utilizar excedentes. Al repartir los nuevos monos de trabajo, han descubierto "múltiples deficiencias".
"Una mala elección del tejido (100% poliéster), para trabajar en un medio donde los incendios provocados y las consiguientes entradas en celda con focos de fuego son parte del trabajo. Es una realidad sobradamente conocida, que hace que se utilicen materiales ignífugos para mitigar este riesgo en los colchones, sábanas o mantas", señalan desde el sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM).
Los nuevos uniformes carecen de piezas reflectantes o de un diseño distintivo que les diferencia de los presos. "Algo que serviría para identificar a compañeros en tumultos o incendios. Además, al utilizar colores tan comunes, se genera un problema para el cumplimiento de la prohibición, por seguridad, del uso de prendas similares en la población penitenciaria, lo que va a generar confusión y quejas de familiares e internos", continúan desde TAMPM.
La serigrafía es de baja calidad, lo que ha provocado que en el primer lavado de esta ropa se le hayan desprendido las letras y la bandera.
Procedimiento
Desde que se inició el procedimiento para el diseño del citado uniforme, este sindicato siempre ha abogado por una uniformidad mucho más acorde a las funciones de los trabajadores de la cárcel. Mediante un escrito dirigido a Instituciones Penitenciarias, expusieron que la nueva indumentaria debía ser similar a la usada por otros cuerpos del Estado como Policía y Guardia Civil en cuanto a colores, serigrafía y porte de emblemas en mangas.
"Se trata de uniformes que está demostrado que funcionan y, al estar ya diseñados, significaría un ahorro económico", indica el sindicato TAMPM.
Sin una serigrafía distintiva, sin un identificativo en el uniforme, como se ve en la fotografía que abre el reportaje, la parte superior de la nueva ropa de los funcionarios de prisiones es indistinguible de una camiseta negra cualquiera.
Esto también es un grave problema para diferenciar a los funcionarios de los internos a través de imágenes grabadas por videovigilancia, por ejemplo a la hora de analizar incidentes que impliquen una multitud de personas.
Desde TAMPM piden que para las sucesivas reposiciones de dichas prendas, las mismas vengan ya serigrafiadas en su parte trasera, y que se subsane ese error de diseño con el fin de evitar que se desprendan nuevamente las letras al primer lavado.