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El Rey ha despedido 2024 con tres mensajes claros a los políticos: toca defender la "democracia liberal", se debe reconstruir "el consenso en torno a lo esencial" para procurar el "bien común" y hay que escuchar a la sociedad en su "demanda clamorosa" de "serenidad en la esfera pública".

El mensaje de Navidad de Felipe VI había generado un especial interés por el momento en el que llegaba: en el décimo aniversario de su reinado, tras la peor tragedia natural registrada en España en Democracia como consecuencia de la DANA y en medio de una gran crispación política, con las relaciones prácticamente rotas entre el Gobierno y el principal partido de la oposición.  

El propio monarca ha querido dar un simbolismo especial a este discurso al realizarlo en el Salón de Columnas del Palacio Real, el lugar donde hace una década abdicó su padre, Juan Carlos I. El gesto representa el cierre de una etapa y, al mismo tiempo, refuerza la idea de continuidad y estabilidad de la institución.

Discurso del Rey por la "democracia liberal"

"Por encima de las eventuales divergencias y desencuentros, prevalece en la sociedad española una idea nítida de lo que conviene, de lo que a todos beneficia", ha arrancado el Rey en la primera parte de su intervención. "Es responsabilidad de todas las instituciones, de todas las Administraciones Públicas", ha añadido, "que esa noción del bien común se siga reflejando con claridad en cualquier discurso o cualquier decisión política".

Para Felipe VI, "el consenso en torno a lo esencial debe orientar siempre la esfera de lo público", y ello, "no para evitar la diversidad de opiniones, legítima y necesaria en democracia, sino para impedir que esa diversidad derive en la negación de la existencia de un espacio compartido".

El Rey ha comparecido con traje azul marino, camisa blanca y corbata azul claro, tenía tras de sí las banderas de España y de la Unión Europea, y sobre una mesa descansaba la fotografía enmarcada de un grupo de voluntarios y miembros de las Fuerzas Armadas colaborando en Valencia con afectados de la DANA. Completaban la escena un nacimiento del Niño Jesús y un árbol de Navidad. 

En defensa de la idea de concordia que ha vertebrado todo su mensaje de Navidad, el Rey ha sido muy concreto: "No podemos permitir que la discordia se convierta en un constante ruido de fondo que impida escuchar el auténtico pulso de la ciudadanía".

Discurso de Navidad de S.M el Rey Felipe VI

Además, ha situado como "gran referencia" para alcanzar nuevos acuerdos "la letra y el espíritu de la Constitución de 1978". "El acuerdo en lo esencial fue el principio fundamental que la inspiró. Trabajar por el bien común es preservar precisamente el gran pacto de convivencia donde se afirma nuestra democracia y se consagran nuestros derechos y libertades, pilares de nuestro Estado Social y Democrático de Derecho", ha subrayado.

Ha señalado también que a pesar del casi medio siglo transcurrido desde la proclamación de la Constitución, "la concordia de la que fue fruto sigue siendo nuestro gran cimiento". "Cultivar ese espíritu de consenso es necesario para fortalecer nuestras instituciones y para mantener en ellas la confianza de toda la sociedad", ha destacado.

"Demanda clamorosa"

En ese contexto, ha apelado al "diálogo" con "altura y generosidad" y ha hecho un llamamiento al restablecimiento de la "serenidad" en España. "Es necesario que la contienda política, legítima, pero en ocasiones atronadora, no impida escuchar una demanda aún más clamorosa: una demanda de serenidad. Serenidad en la esfera pública y en la vida diaria, para afrontar los proyectos colectivos o individuales y familiares, para prosperar, para cuidar y proteger a quienes más lo necesitan", ha manifestado el Rey.

Felipe VI ha advertido como uno de los problemas de nuestro tiempo el hecho de que se discuta "la misma validez de la democracia como sistema de gobierno". "En este contexto", ha añadido, "España y los demás Estados miembros de la Unión Europea debemos seguir defendiendo con convicción y con firmeza, junto con nuestros socios internacionales, las bases de la democracia liberal, de la defensa de los derechos humanos y de las conquistas en bienestar social sobre las que se asienta nuestro gran proyecto político".

El Rey, que ha arrancado el discurso refiriéndose a los damnificados por la DANA, pidiendo que nunca se olvide ni a las víctimas ni las imágenes que dejó la tragedia, lo ha concluido solicitando que las ayudas de la Administración "lleguen a todos los que lo necesiten".

También ha dedicado unos minutos a la inmigración, a la vivienda y a los jóvenes. De la primera ha dicho que la forma de abordarla "dirá mucho en el futuro sobre nuestros principios y la calidad de nuestra democracia".

En cuanto a la vivienda, ha solicitado la búsqueda de soluciones que faciliten el acceso a quienes más la necesitan, pues es "la base para la seguridad y el bienestar" de cualquier proyecto de vida.

Por último, ha reivindicado a "nuestra juventud", por su esfuerzo y sus valores, por haber acudido "en masa para dar lo mejor de sí en las calles de los pueblos afectados por la DANA", una juventud, ha subrayado, que "busca oportunidades y supera los obstáculos a base de mérito y esfuerzo".