Casa Real pide discreción a Juan Carlos en su 87º cumpleaños: ha invitado a Marta Gayá y Los del Río a una fiesta flamenca
- El evento se celebrará en una lujosa mansión de Abu Dabi y acudirán las infantas Elena y Cristina, además de Victoria Federica y Froilán.
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El rey emérito Juan Carlos I parece decidido a convertir la celebración de su cumpleaños en una tradición familiar navideña, evocando los días de esplendor que vivió en el palacio de La Zarzuela antes de su autoexilio en Abu Dabi.
Inicialmente, su aniversario se limitó a reuniones íntimas y familiares, pero, desde hace unos años, el antiguo monarca opta por celebraciones más ostentosas que no han pasado desapercibidas.
La fiesta de su 86º cumpleaños, con una gran portada en la revista ¡Hola!, marcó un punto de inflexión y generó malestar en la Casa Real. Especialmente en su hijo, el Rey Felipe VI. Por ello, esta vez, desde Zarzuela, ya le han pedido discreción.
Ahora bien, a pesar de esta evidente desaprobación, Juan Carlos parece dispuesto a repetir la fórmula para su 87º cumpleaños, dejando claro que sigue siendo fiel a sus propias reglas.
El próximo 5 de enero celebrará sus 87 años, y asegura tener motivos suficientes para hacerlo por todo lo alto. A lo largo de 2024, su figura ha estado en el centro de atención debido a diversos temas: su antigua relación con Bárbara Rey, los avances en sus planes de publicar unas memorias y la creación de una fundación en colaboración con sus hijas, las infantas Elena y Cristina.
Fin de año con sus hijas
El exjefe del Estado ha pasado el Fin de Año con sus hijas, quienes también están colaborando activamente en la organización de la gran fiesta. Diversas fuentes cercanas al evento confirman a EL ESPAÑOL que, aunque inicialmente se esperaba un evento más discreto, el monarca ha decidido que esta ocasión sea memorable. Según un amigo cercano, Juan Carlos "quiere celebrar cada cumpleaños como si fuera el último". "Ya sabe que podría serlo, y quiere hacerlo en grande", cuenta.
La celebración tendrá lugar en su lujosa residencia en la isla de Nurai, Abu Dabi, una mansión de 2.000 metros cuadrados que cuenta con seis suites. Entre los invitados estarán las infantas Elena y Cristina, sus nietos Felipe Juan Froilán y Victoria Federica. También, amigos íntimos, como Pedro Campos y su esposa. Otros asistentes incluidos en la lista son empresarios de renombre y se alojarán en hoteles exclusivos de la ciudad, como el Four Seasons, el Shangri-La y el Intercontinental.
Marta Gayá
Entre ellos, se encuentran personalidades como el doctor Eduardo Anitua, Vicente Boluda, Javier Corsini, Miguel Arias, Jerónimo Páez y Manuel Piñera. También estarán presentes los propietarios de las bodegas Marqués de Riscal y Marqués de Murrieta, Alejandro Aznar y Vicente Dalmau Cebrián-Sagarriga.
Una invitada especial será Marta Gayá, a quien se describe como una amiga fiel y leal del monarca. Aunque su presencia no es un secreto, se espera que mantenga un perfil discreto, como ha hecho siempre, para evitar dar pie a especulaciones innecesarias.
"La mujer por la que se habría separado antes de que llegara... Ahora es su amiga fiel, su amiga leal y que también se alojará en la casa del Emérito durante su estancia en Abu Dabi", nos confirma la misma fuente.
La fiesta incluirá un cóctel de bienvenida, seguido de una cena formal con tarta y velas, y terminará con música en vivo. Los del Río, famosos por su éxito mundial Macarena, animarán la velada, junto con un DJ que se encargará de mezclar música para todos los gustos. Como es tradición en las reuniones de la familia Borbón-Grecia, el flamenco también estará presente.
Además, el día posterior al cumpleaños se celebrará una misa en el Abraham Family House, un espacio interreligioso que Don Juan Carlos visita con frecuencia. Esta ceremonia cerrará los festejos, en un intento de combinar la celebración personal con un gesto de reflexión espiritual.
Sin embargo, la ostentosa celebración no ha sido bien recibida en la Zarzuela. La isla de Nurai, donde se encuentra la residencia de Don Juan Carlos, genera preocupación en la Casa Real. Felipe VI y la Reina Letizia temen que la fiesta y su repercusión mediática vuelvan a provocar una oleada de críticas hacia la monarquía en un momento delicado para España, marcada por crisis sociales y económicas.
Malestar en Casa Real
Las imágenes de lujo y exceso contrastan con las dificultades que enfrentan muchos españoles, desde las víctimas de la reciente DANA hasta los problemas sociales aún no resueltos.
La Casa Real ha pedido al Emérito que mantenga la discreción. Especialmente tras el resurgir del escándalo relacionado con Bárbara Rey, cuyas fotografías y audios recientes han vuelto a los titulares, incomodando a la institución.
Desde su llegada a Emiratos Árabes Unidos en 2020, Don Juan Carlos ha llevado una vida alejada de las críticas gracias a la hospitalidad de amigos como Abdul Rahman El Assir, un comerciante de armas que lo acogió en sus primeros días de exilio.
Ahora, reside en una mansión de 3.000 metros cuadrados financiada por los El Husseiny, una familia con la que mantiene una estrecha relación. Estos vínculos cercanos han sido históricamente beneficiosos para las empresas españolas y han permitido la obtención de contratos importantes, como el del AVE entre La Meca y Medina.
Relación con su hijo
Aunque las investigaciones posteriores exculparon al monarca de cualquier implicación en el cobro de comisiones ilícitas, su relación con estos empresarios sigue generando controversia.
La relación entre don Juan Carlos y su hijo Felipe VI ha sido tensa en los últimos años. La decisión del actual monarca de retirarle la asignación económica oficial simbolizó un claro distanciamiento. Aunque parecía que las tensiones habían disminuido gracias a los esfuerzos del Emérito por mantener un perfil bajo, los recientes escándalos han vuelto a complicar esta dinámica.
Según fuentes cercanas, el padre del Rey es consciente de que sus acciones del pasado representan un peligro para la estabilidad de la Corona. Especialmente, para su hijo y su nieta, la Princesa Leonor.
Este temor lo ha llevado a pedir a su entorno que guarde silencio y evite generar titulares que puedan empañar los esfuerzos de la nueva generación de monarcas.
Sobre todo, tras la recuperación de la buena imagen de la Monarquía lograda por Felipe VI. Tras diez años en el trono, ha conseguido recuperar el prestigio de la institución y llevarla a convertirse en una de las más valoradas del país.
Según la macroencuesta de SocioMétrica para EL ESPAÑOL, la Monarquía es la institución que más ha mejorado su credibilidad en el último cuarto de siglo.
Un 53,1% de los encuestados considera que la imagen de la Corona "ha mejorado" desde el año 2000, mientras que un 18,6% opina que "sigue igual" y un 27,9% cree que "ha empeorado". Estos datos reflejan que, para la mayoría de los españoles, la Monarquía, bajo el liderazgo de Felipe VI en 2025, es mejor que la asociada a su padre en el cambio de milenio.
Este logro es especialmente significativo en un contexto donde la transparencia y la modernización se han convertido en ejes centrales del reinado de Felipe VI. Desde su acceso al trono en 2014, ha impulsado medidas para garantizar una mayor rendición de cuentas y ha trabajado para distanciarse de los escándalos que marcaron los últimos años del reinado de su padre, que se empeña en seguir siendo el protagonista de titulares relacionados con excesos, fiestas y folclore.
Pascua Militar
En contraste con las celebraciones en Abu Dabi, los Reyes, en Zarzuela, se preparan para retomar sus compromisos oficiales tras las festividades navideñas. Durante las últimas semanas, Felipe VI y Letizia han disfrutado de un breve descanso, pero el 6 de enero marca el regreso a la actividad con la tradicional Pascua Militar.
Esta ceremonia, que se celebra desde el reinado de Carlos III, es una de las citas más importantes del año para la Monarquía. Además de rendir homenaje a las Fuerzas Armadas, se utiliza para reflexionar sobre el año pasado y trazar las líneas de acción para el próximo.
Será la segunda vez que la Princesa Leonor asiste a este acto junto a sus padres, luciendo su uniforme de gala de la Armada. Su presencia simboliza el compromiso de la nueva generación con las tradiciones y responsabilidades de la Corona. Y, además, será la última vez que la veamos en público antes de que se embarque, dos días después, en el buque-escuela de la Armada Juan Sebastián Elcano, en el que estará navegando por medio mundo durante más de cinco meses.
Mientras Don Juan Carlos se dispone a celebrar su 87 cumpleaños, la monarquía española sigue enfrentando desafíos significativos. Los esfuerzos de Felipe VI y Letizia por modernizar la institución y recuperar la confianza de los ciudadanos se ven continuamente afectados por los ecos del pasado.
Aunque el Emérito parece decidido a vivir sus últimos años según sus propias reglas, su legado sigue siendo un tema controvertido. La pregunta es si sus decisiones actuales, como estas fastuosas celebraciones, ayudarán a reforzar su imagen o si, por el contrario, continuarán siendo una carga para la Casa Real en su conjunto.
En cualquier caso, su 87 cumpleaños promete ser una celebración inolvidable, tanto para sus invitados como para quienes observan, con expectación o entre reproches, cada uno de sus movimientos.