El teniente coronel David Oliva.

El teniente coronel David Oliva. Diseño: Arte EE

España NARCOTRÁFICO

Las 11 "vigilancias falsas" al jefe del OCON-Sur que llevaron a Marlaska a cerrar el grupo de élite de lucha contra el narco

Según la querella del teniente coronel Oliva, 3 de las vigilancias que le hicieron eran "intrascendentes" y las otras 8 "manifiestamente falsas".

Más información: El juez admite una querella por denuncia falsa contra el policía cuyos informes propiciaron que Marlaska cerrase el Ocon-Sur.

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Once vigilancias irregulares al teniente coronel David Oliva y a dos de sus hombres de confianza en el OCON-Sur, cuando todos ellos estaban al frente del grupo de élite contra el tráfico de drogas en el Estrecho de Gibraltar, son ya objeto de la investigación de un juez, que ahora indaga si se emplearon pruebas falsas contra ellos.

Aquellos seguimientos fueron la piedra angular de una investigación por la que acabaron acusados de los delitos de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal por su presunta colaboración con un clan del sur de Andalucía. 

Sin embargo, David Oliva, sus dos hombres y sus respectivos abogados lograron demostrar que los seguimientos que se les realizaron no tenían ninguna base. En el oficio que recogía las actuaciones contra los agentes de OCON-Sur se hacía referencia, basándose en "fuentes confidenciales", a 11 vigilancias que tenían por objeto acreditar su vinculación con una organización criminal dedicada al tráfico de estupefacientes.

Según la querella interpuesta después por Oliva, estas vigilancias "no se corresponden con la realidad o son manifiestamente falsas". En concreto, tres de ellas resultan "intrascendentes, sin que guarden relación alguna con los investigados de la pieza principal". Las otras ocho, reza la querella, "son manifiestamente falsas o incorporan información deliberadamente errónea". 

Esa investigación partió de un informe previo de la Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional que fue enviado al Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil (SAI). En ese dosier se vinculaba a Oliva con los Ariza, un clan de traficantes de droga afincado en Tarifa, al sur de Cádiz.

Con ese informe, que desgranaba los supuestos vínculos entre estos narcos y el jefe del OCON-Sur, la Audiencia Nacional abrió en 2022 una causa contra Oliva y otro teniente. Era preciso comprobar la supuesta relación de los guardias civiles con el clan del Estrecho.

Oliva y dos de sus subordinados directos habían sido imputados por tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal en la Audiencia Nacional. Siempre defendieron su inocencia.

Finalmente, esa instrucción terminó archivada porque las acusaciones no se sostenían con pruebas sólidas. Incluso, un informe de Asuntos Internos de la Guardia Civil reconocía que sus pesquisas se basaron en "información sin contrastar"Así, el juez siguió la recomendación de la Fiscalía de cerrar esta investigación.

Los falsos seguimientos

Ahora, el titular del Juzgado de Instrucción número 18 de Madrid ha aceptado la querella del exjefe de este grupo de élite tras señalar una serie de hechos que "hacen presumir la posible existencia de delitos de acusación o denuncia falsa". El magistrado ha encargado diligencias para averiguar cómo se realizó esa investigación.

Los peritos contratados por los abogados de los hombres de OCON-Sur desmontaron, uno por uno, todos los seguimientos en los que les situaban reunidos con los narcos del clan Ariza. Uno de ellos ubicaba a uno de los hombres de David Oliva en Bolonia reuniéndose con uno de los miembros de ese grupo criminal.

Sin embargo, este agente el día de esa vigilancia ni se encontraba en la pedanía de Bolonia ni se encontraba en España, sino en Lisboa (Portugal), junto con su mujer y su hija. Para acreditarlo, aportó dos fotografías en las que se le ve esa misma fecha con su familia en la capital portuguesa. También proporcionó la reserva del hotel que justificaba allí su estancia y un documento acreditativo firmado por ese establecimiento.

En otro de los supuestos seguimientos se asevera que el teniente coronel Oliva acude a una barbacoa, organizada por otro de los investigados en la finca El Jaleo, también en la localidad de Bolonia, acompañados de un tercero, cabo de la Guardia Civil. Según el rastreo que les localizó falsamente, a esa celebración "asistieron varios integrantes del clan y sus familiares".

Imagen de uno de los lugares en los que se hicieron los falsos seguimientos.

Imagen de uno de los lugares en los que se hicieron los "falsos seguimientos". EL ESPAÑOL

No obstante, la defensa de los agentes rebate esta presunta vigilancia demostrando que Oliva estaba ese día con su familia disfrutando de una jornada de pesca en la pedanía de Pelayo, Algeciras.

En otra de las vigilancias, a Oliva le sitúan en reunido con los integrantes de esa organización de narcotraficantes. En realidad, el teniente coronel del OCON-Sur participaba en la descarga de un alijo en otro punto del litoral andaluz. Un seguimiento similar le sitúa en la finca de los Ariza cuando realmente se encuentra en su casa.

En una cuarta, se llega incluso a afirmar que uno de los dos subordinados de Oliva, también investigados, quedó en un yate propiedad de uno de ellos con los Ariza. Ninguno de los dos, tampoco Oliva, cuentan con embarcación alguna, y a la que se hacía referencia en la investigación pertenecía a un empresario sevillano al que ni se menciona en las pesquisas.

Todas las situaciones descritas fueron desmontadas por los datos aportados por los agentes de OCON-Sur. En otro de los seguimientos se ubica al jefe del grupo de élite contra el narco en la finca El Jaleo, cuando realmente se hallaba en Sevilla en un acto oficial.

Intoxicación y pruebas falsas

Marlaska desmanteló OCON-Sur en el verano de 2022, tras innumerables operaciones de esta unidad, integrada por agentes en comisión de servicio. Se justificó como una reestructuración, pero nunca se llegó a explicar el motivo real de tan cuestionada decisión.

El teniente coronel David Oliva era comandante de la Guardia Civil cuando sus hombres detectaron a sicarios que habían llegado a Cádiz con la intención de liquidarle. Los narcos del Estrecho habían puesto precio a su cabeza. Se pagaban hasta 400.000 euros según aseguran a EL ESPAÑOL fuentes de la lucha contra el narcotráfico por eliminar al líder de OCON-SUR.

Los narcos de Cádiz intercambiando imágenes de uno de los coches de David Oliva.

Los narcos de Cádiz intercambiando imágenes de uno de los coches de David Oliva. EL ESPAÑOL

Su grupo era una unidad de élite de la Guardia Civil que entre 2018 y 2022 se dedicó en exclusiva a encerrar a esta clase de delincuentes y a desmantelar sus organizaciones. No fue la única, ya que las exitosas operaciones de Policía Nacional y Vigilancia Aduanera contribuyeron también enormemente a rebajar la actividad de los narcos en el Estrecho.

Pero Oliva era uno de los que llevaban más tiempo trabajando sobre el terreno en la materia, y algunas de sus operaciones marcaron la diferencia. Comenzó hace casi 25 años y se especializó en la materia. En su historial figuran unas 60 medallas por su trabajo policial.

Algunos de los capos de la droga le tenían muchas ganas. Tipos como Abdellah El Haj Sadek El Menbri, alias El Messi del hachís, llegaron incluso a ofrecer un millón para que alguien le matara, según las mismas fuentes. Otros distribuían la matrícula de su vehículo por distintos canales cada vez que veían su coche en las calles de alguna localidad gaditana.

Oliva y su equipo intuían que los narcotraficantes del sur de España buscarían el modo de minar al OCON-Sur. Desde su entorno sospechan que alguien del mundo del crimen organizado y dedicado al tráfico de hachís logró intoxicar con pruebas falsas aquella investigación.