Fotomontaje con el rostro y los chats de de Óscar Sánchez, el exjefe de la UDEF investigado por supuesta colaboración con el narcotráfico.

Fotomontaje con el rostro y los chats de de Óscar Sánchez, el exjefe de la UDEF investigado por supuesta colaboración con el narcotráfico. Arte EE

España NARCOTRÁFICO

Los chats del jefe de la UDEF en Madrid que se pasó al narco: "No te preocupes de la UDYCO. Los contenedores no se miran"

Los mensajes interceptados en la operación acreditan que Óscar Sánchez Gil era el mejor aliado del narcotráfico en la Policía Nacional.

Más información: El policía jefe de Blanqueo de Madrid usó durante años el chat cifrado del narco para introducir droga en España.

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Su nombre en clave era Aduana. Ese era el alias del inspector jefe de la UDEF en Madrid cuando alguno de sus socios quería ponerse en contacto con él. Durante al menos seis años, Óscar Sánchez Gil fue la llave que utilizó una gran organización internacional para introducir toneladas de cocaína en España eludiendo el control policial, con la seguridad de tener en su bando a un mando clave de la lucha contra el crimen organizado.

La fortuna que amasó durante años es una cifra insólita en comparación con otras operaciones policiales registradas hasta la fecha. Tenía tanto dinero en efectivo que las tres máquinas de sus excompañeros de la UDYCO Central de la Policía Nacional se quemaron al contar los 20 millones de euros que tenía escondidos en las paredes de su casa.

Todo ese efectivo procedía de sus negocios en el mundo del narcotráfico, donde mantenía un papel al más alto nivel. Es lo que se evidencia de los mensajes cifrados que intercambiaba con sus socios dedicados a introducir toneladas de cocaína en España.

Una de las conversaciones incautadas al exjefe de la UDEF en Madrid.

Una de las conversaciones incautadas al exjefe de la UDEF en Madrid. EL ESPAÑOL

De esos mensajes presentes en el sumario del caso, a los que ha podido acceder EL ESPAÑOL, se puede acreditar la absoluta tranquilidad con la que operaba su clan, responsable entre otros del mayor alijo de la historia de España13 toneladas de cocaína incautadas el pasado mes de octubre en un contenedor en el puerto de Algeciras.

Algunos de los chats que constan en el sumario de la operación están fechados durante el año de la pandemia. En aquel momento, el inspector instaba a su socio a aprovechar el confinamiento para meter más cantidad de droga en España, ya que se estaban haciendo muchas menos inspecciones y los investigadores solo abrían aquellos contenedores señalados directamente desde la Audiencia Nacional: "Hay que hacerlo ahora, y si se puede subir la cantidad estaría bien. Ahora mismo los contenedores no se miran salvo orden judicial".

Oscar Sánchez Gil animaba a uno de sus colaboradores a aprovechar la situación: "Ahora es el momento. Es un caos todo y hay que aprovechar. Venga lo que venga, salvo que la DEA [la agencia antidroga de EEUU] diga que viene cargado, no se mira. A nuestro negocio no le perjudica. Si acaso, ayuda".

En otra de esas conversaciones, el principal socio del inspector jefe de la UDEF se jactaba de su control sobre los envíos de droga desde Latinoamérica. Su contacto en la Policía le proporcionaba la seguridad suficiente como para operar al más alto nivel: "Por eso quiero invertir aquí".

Pocos días después, uno de los integrantes del clan se muestra preocupado por si la UDYCO les pudiera detectar y paralizar los envíos. Pero su  asociado, que sabe que cuenta con el paraguas de uno de los principales mandos de la Policía Nacional, rebajaba sus preocupaciones:

El problema aquí es la UDYCO.

Tú por la UDYCO no te preocupes. Esa debe ser la menor de tus preocupaciones. Estoy hablando con Aduana a ver si podemos salir esta semana.

Los chats

La investigación se fundamenta en gran parte en las conversaciones que hay, como adelantó EL ESPAÑOL, en las plataformas Encrochat y SKY ECC, dos  aplicaciones encriptadas que funcionaron durante años como el gran chat cifrado del narcotráfico internacional.

Otra de las conversaciones intervenidas.

Otra de las conversaciones intervenidas. EL ESPAÑOL

Una de las primeras conversaciones localizadas aparece en 2019. Dos de los detenidos en la operación hablaban entonces de un agente comprado, y de que los envíos de droga que hacían solo pasaban por el escáner en el puerto. "Bueno, corrupción siempre hay. Si no, nosotros no podríamos trabajar".

La influencia y la baza de contar con Óscar Sánchez Gil en el bando del narco les facilitaba mucho las cosas a los jefes de su organización.

Yo tengo la entrada garantizada con gente de alto nivel. No guardias cualquiera. No son guardias del puerto, esa gente no sirve para nada. 

La influencia del inspector jefe era tal que todo se paraba si él no supervisaba los envíos. Una de las conversaciones de agosto de 2020 evidencian este hecho. "Perdona la demora pero es que el señor Aduana estaba de vacaciones", señala uno de sus compinches.

Encrochat cayó en 2020 y SKY ECC en marzo de 2021. Gracias a estas operaciones salieron a la luz las entrañas y los engranajes del crimen organizado internacional. Ahora, los investigadores de múltiples causas recurren a ella como una suerte de hemeroteca del narcotráfico.

El empleo de la plataforma cifrada en sus comunicaciones revela que la trama ya funcionaba desde hace más de un lustro. Y, por tanto, como adelantó este periódico, se acreditaría que el inspector jefe llevaba mucho tiempo facilitando la entrada de toneladas de droga en territorio nacional.

Control absoluto

En 2021, la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO Central) de la Policía Nacional se percató de que había un topo entre sus filas. La constatación de esta realidad se produjo debido a una operación con un envío de cocaína oculto en un contenedor de cajas de fruta. Se trataba de una entrega controlada. Nadie acudió a por la mercancía. Todos los que estaban vinculados a la entrega terminaron fugándose. En ese momento la UDYCO supo que tenía a alguien filtrando información desde dentro.

En un principio los investigadores creían que se trataba de un funcionario del puerto. Ya en el año 2023, gracias a "informadores confidenciales", los investigadores descubrieron que había un agente en Madrid que trabajaba con un narco, operando con una sociedad de importación de frutas desde América Latina. Con el paso del tiempo, se dieron cuenta de que el nivel de la penetración era infinitamente mayor.

Desde 2020, Óscar Sánchez Gil era el jefe de la Sección Operativa de la UDEF en Madrid. Procedía de la Brigada Central de Estupefacientes de la UDYCO Central, una etapa en la que ya comenzó a trabajar para el narco, según creen los investigadores.

En su nuevo puesto tenía tres grupos a su cargo: el Grupo 9, dedicado a estafas transnacionales y falsificaciones; el Grupo 20, especializado en blanqueo de capitales, y el Grupo 16, que depende de la Fiscalía Anticorrupción. De todos ellos se valía el inspector jefe, quien echaba mano de sus hombres para cubrir sus negocios con los clanes del narcotráfico.

Gracias a esta infraestructura policial, mantuvo durante años un control absoluto de todas las operaciones que le podían abrir a su organización al monitorizar él mismo, valiéndose a veces de sus subalternos, las empresas y los contenedores susceptibles de meter toneladas de droga en la península. En total, Sánchez Gil introdujo 550 códigos de contenedores vinculados con esta trama.

Los contenedores y determinados narcotraficantes eran dados de alta en el GATI, una base de datos policiales donde se registran todas las investigaciones y los principales investigados. Lo que hacía Sánchez era usar al Grupo 20 para dar de alta los contenedores como investigados y al Grupo 9 para meter las sociedades, números de teléfono y personas.

De este modo, en las bases de datos sus socios figuraban como confidentes, convirtiéndoles a priori en intocables. El más antiguo está dado de alta por él en 2016. Incluso llegó a registrar una de las empresas desde las que los narcotraficantes le hacían los pagos periódicos, directamente a sus cuentas bancarias.

Así, si una empresa o uno de los delincuentes con los que trabajaba estaban siendo objeto de interés para algún otro grupo policial, a Sánchez Gil le saltaría una alerta en el sistema, y podría darles el chivatazo. 

Sánchez Gil abría falsas investigaciones sobre sus colaboradores para tener el control de lo que sucedía. Las primeras de las que tienen constancia los investigadores de la UDYCO Central y de Asuntos Internos se remontan a 2019. En aquel entonces, el inspector jefe todavía trabajaba en la Brigada Central de Estupefacientes de la UDYCO Central, y es en torno a esos años cuando se supone que se corrompió.

La investigación

Detrás de la incautación del contenedor con 13 toneladas el 14 de octubre de 2024 estaba la emboscada que la UDYCO Central y la Unidad de Asuntos Internos quisieron tenderle a Óscar Sánchez Gil para atraparle. El alijo más grande de la historia de España terminó siendo, para los investigadores, la demostración de que estaban, con alta probabilidad, ante el mayor aliado que el narcotráfico ha tenido nunca en el seno de la Policía Nacional.

Tal y como figura en las conversaciones intervenidas en las distintas plataformas, Sánchez Gil se enteró de sopetón de la operación de sus compañeros de UDYCO. No le dio tiempo a reaccionar. La operación no había sido inscrita en el GATI, y por ello al inspector jefe de la UDEF en Madrid no le saltó la coincidencia.

Una semana antes de la operación, Aduana había recibido los números de 16 contenedores de la empresa de importación de frutas que tenía que controlar. Entre ellos estaba el contenedor con las 13 toneladas de polvo blanco. Registró la información en las base de datos. Sin embargo, la UDYCO lanzó la operación sin que Óscar Sánchez Gil se enterara.

Su cabreo fue tal que llegó a exigir responsabilidades a los agentes a su cargo, al comprobar que otra unidad había lanzado la operación sin avisarle.

Incluso se quejó ante su comisario, criticando que la UDYCO Central se hubiera metido en una operación suya para apuntarse el tanto del decomiso: "Claro, una vez que sabes la cantidad de droga y el número de contenedor, me lo pido a mí mismo... Venga, hombre. Y habla con Fiscalía, sin hablar ni con GATI ni con hostias".

El agente de la UDEF tenía un papel crucial y por eso se llevaba, según los chats, el 40% de los beneficios de cada envío. Esto explicaría las propiedades que adquirieron miembros de su familia, así como la estructura societaria en Irlanda, Dubái y Panamá, las empresas a nombre de su cuñada, las licencias de VTC que su entorno adquirió con los años, y la descomunal cantidad de dinero que los investigadores encontraron emparedada en su casa.