"La posición de los socialistas andaluces sobre Bildu es más que conocida". Ésta ha sido la respuesta de la secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, a la pregunta sobre el acuerdo alcanzado con el PSOE y Unidas Podemos para derogar íntegramente la reforma laboral a cambio de no bloquear en el Congreso la última ampliación del estado de alarma.
Tras dar algún rodeo al considerar que su posición era más que conocida, finalmente lo ha dicho: "No hay nadie que no conozca lo que opinamos sobre esa fuerza política con la que no compartimos absolutamente nada".
En una comparecencia telemática, Díaz ha insistido ante la cuestión sobre si cree que el PSOE "ha blanqueado y normalizado" a Bildu firmando el citado acuerdo con esa formación. Su respuesta: "Nada ha cambiado, la posición de los socialistas andaluces es más que conocida y la mía personal, aún más".
"Hay fuerzas políticas con las que no comparto un proyecto de país, entre las que se encuentran Bildu o la extrema derecha de Vox", ha subrayado Díaz. Además ha mostrado su admiración por España y su visión contraria hacia aquellos que no comparten ese espacio público que garantiza las libertades y derechos. "Para mí no son atractivos al acuerdo ni siento que sean los compañeros que yo elija".
Culpa al PP
Al igual que su líder nacional, Pedro Sánchez, culpa al PP y le ha tirado la pelota a Pablo Casado. "Si desde el minuto uno, el PP hubiera hecho en esta pandemia lo que tenía que hacer, seguramente nos habríamos ahorrado otros muchos espectáculos".
A su juicio, el hecho de que este país necesita una derogación de los aspectos más "lesivos" de una reforma laboral que provocó miles y miles de trabajadores pobres "también es otra evidencia". Y otra más, que el PP tiene la responsabilidad de participar y de dar una imagen distinta y una actitud diferente ante la protección de la vida de la gente.
En esta línea, la socialista andaluza ha vuelto a hacer un llamamiento a los populares para que ejerzan "el papel que le corresponde en este momento de la historia", en el que la oposición puede ser útil si quiere. También le pide que sea consciente de que el voto para el estado de alarma no se está pidiendo "para un Gobierno, sino para proteger la vida de las personas".
En esta misma comparecencia, Díaz ha mostrado su rechazo a los "espectáculos" que se han vivido en el Congreso de los Diputados en las últimas 48 horas y cree que todos tienen que bajar el tono.
Por otro lado, la expresidenta andaluza ha querido expresar su respeto a la Guardia Civil, y ha calificado de un "error y una irresponsabilidad" que algunos traten de utilizar esta institución para ir contra el Gobierno central, y ha salido en la defensa del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Comisión en Andalucía
En esta misma comparecencia Susana Díaz se ha referido a la comisión de estudio sobre la recuperación económica y social de Andalucía a causa de la pandemia del Covid-19. El PSOE y Adelante la abandonaron en su primera reunión, el pasado lunes, al presidirla el grupo parlamentario de Vox, a pesar de que en un principio votaron en contra.
Para que los socialistas vuelvan a la comisión, la formación de Santiago Abascal en Andalucía tiene que dejar la presidencia. Por ello, Susana Díaz ha pedido al presidente de la Junta, Juanma Moreno, que tome cartas en el asunto. Los sindicatos tampoco están por la labor de formar parte de la misma si Vox continúa al frente.
"Le tendemos la mano para que no entregue el futuro de Andalucía a la extrema derecha" simplemente por "aritmética", ha dicho Susana Díaz, cuyo partido estaría dispuesto a apoyar a un presidente de la comisión de PP-A o de Ciudadanos. "Que ponga a quien quiera" menos a Vox, que para la sevillana no representa a la mayoría de los andaluces.
Sin embargo, ni desde el PP-A ni desde Vox están dispuesto a desandar el camino. Juanma Moreno le ha pedido a los socialistas que reconsideren su posición tras "la pataleta del momento" y el portavoz parlamentario de Vox, Alejandro Hernández, ya ha dejado claro que "ni por asomo" van a renunciar a presidir esta "gran alianza", como la bautizó Moreno en un principio.