Hasta que no se fabrique una vacuna la población tiene que aprender a convivir con el Covid-19 y con los nuevos pequeños focos que se van produciendo. "Entran dentro de la normalidad", señala el epidemiólogo Eduardo Briones, del distrito de Atención Primaria Sevilla. Pero ¿por qué Andalucía ha pasado de ser una de las comunidades menos golpeadas por la pandemia a ser una de las que cuenta con más brotes?
Briones, en conversación con EL ESPAÑOL, asegura al respecto que Andalucía está teniendo muchos pequeños brotes porque "son identificados pronto y controlados rápidamente". De hecho, a su juicio, la actual es una situación de muy baja transmisión aunque insiste en que no se puede bajar la guardia.
Hasta el cierre de esta edición, la región cuenta con 19 brotes y 310 contagios. Dos de ellos, uno en Pulpí (Almería) y el de Lepe (Huelva), ya han sido superados con cuatro y diez casos, respectivamente. Para Briones, teniendo en cuenta la situación de que la pandemia sanitaria no ha culminado, "son pocos casos y hay muy pocos positivos que no estén vinculados a estos brotes".
La mayoría ha surgido en reuniones familiares, funerales, residencias y en la inmigración, sobre todo la irregular. Hoy día, asegura el sanitario, "están todos bajo control". Es más, insiste en que la situación no es tan negativa dado que la Red de Vigilancia Epidemiológica es capaz de vincular unos casos con otros y saber cuáles han sido las cadenas de transmisión. El brote surge a partir de tres positivos relacionados unos con otros. En Andalucía están detectados y en aislamiento los pacientes cero y los secundarios.
La red
La Junta tiene desplegados por su territorio a 450 profesionales para rastrear el coronavirus, a los que se suma una red de 8.104 miembros del personal de enfermería de Atención Primaria dedicada a realizar el seguimiento a los pacientes que hubiesen dado positivo en una prueba PCR y a sus contactos más estrechos. "Lo que se ha hecho es reforzarlo, la maquinaria de esta red está muy engrasada desde hace muchos años y estamos a tope", remarca Eduardo.
Su detectivesca misión empieza cuando se confirma un caso positivo. Una vez informado el paciente, se elabora una ficha con la que establecer los movimientos que ha tenido durante las 48 horas previas al inicio de los primeros síntomas. "El trabajo es muy rápido porque las horas que pasan sin control pueden suponer más contagios".
El problema es tener casos de Covid sin trazabilidad y sin saber de donde procede el contagio, como ocurre en Madrid. De ahí que Briones se muestre preocupado por los movimientos en plena campaña de verano de las personas que conviven en esa ciudad.
Confinamiento
Briones lo tiene claro: "Tenemos que mirar no tanto el número de brotes sino cuántos casos hay en cada uno y la incidencia global en los últimos 14 días". Si se comparan las cifras andaluzas con las de otras comunidades considera que Andalucía "está en un rango inferior".
"Personalmente, veo muy lejos un nuevo confinamiento en Andalucía aunque temo que se produzca alguno parcial". Eso sí, insiste en el uso de las mascarilla. Es partidario de utilizarla "el máximo tiempo posible" porque es "una herramienta fundamental de protección".
En caso de un nuevo confinamiento, asegura que la Junta de Andalucía está trabajando en planes de contingencia al respecto para "tener todo organizado". Desde el acopio de material para la protección de los sanitarios y para incrementar el número de pruebas, si fuera necesario, a la realización de campañas divulgativas para prevenir nuevos contagios.
Jóvenes y asintomáticos
Andalucía ha registrado en las últimas 24 horas 49 contagios de coronavirus, una de las cifras diarias más altas desde junio. Sin embargo, el número de pacientes en tratamientos en los hospitales con Covid-19 sigue bajando. Actualmente solo hay 42 hospitalizados en centros andaluces de los que ocho se encuentran ingresados en UCI.
Esto se debe principalmente a que los nuevos contagios son personas jóvenes o aquellas que están pasando el virus sin síntomas. "Existe una brecha importante entre los jóvenes, con muy poca percepción del riesgo, y las personas mayores".
Eduardo cuenta que en alguna ocasión han tenido que solicitar los servicios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Se dio en un caso que una enfermera fue a visitar un paciente joven y asintomático a su casa para hacerle el seguimiento. No se encontraba en la vivienda y tenía que estar aislado.
"Por eso cuando veo imágenes de fiestas y sin guardar las distancias de seguridad me parece tremendo", asegura Briones. Insiste en que no se puede bajar la guardia. "Con este tipo de fiestas y reuniones estamos creando un riesgo social importante".
Lo único positivo de esta nueva situación es que las complicaciones en estos pacientes son menores. "La gente cree que el virus está perdiendo virulencia pero no es así, sino que la mayoría de los nuevos contagiados la conforma gente joven que lo pasa con una sintomatología mínima y raramente se hospitaliza".
Las normas
Por ello, cree que desde los organismos públicos hay que realizar un mayor esfuerzo para que la población cumpla "las medidas a rajatabla". A su juicio, debe instalarse un control más intenso para que quien no cumpla las medidas se sienta incómodo. "Debe haber una mayor presión social".
El día a día de este epidemiólogo en Sevilla es un no parar, a pesar de que en esta provincia no se ha registrado ningún brote. Tampoco en Jaén y en Córdoba.
"Seguimos haciendo pruebas a todas las personas que vayan a un centro de salud con síntomas". De ahí que la mayor carga de trabajo recaiga en la Atención Primaria. El distrito en el que el trabaja hace unos 120 PCR diarios y en los últimos 14 días sólo se han registrado dos positivos. Una buena señal, concluye Eduardo Briones.