Este domingo la atención de muchos andaluces estará en Antequera. Si el 4 de diciembre de 1978 se firmó en esta ciudad el pacto por la autonomía, ahora se presenta otra fecha para muchos relevante: la cumbre en la que los responsables de la organización de la Semana Santa en las ocho capitales -más Jerez- sentarán las bases para un 2021 bañado por la incertidumbre.
Sin embargo, no son sólo esas nueve voces las que se manifiestan sobre la posible suspensión para el próximo año. Mientras algunos presidentes de hermandades y cofradías pretenden buscar alternativas para la celebración, los responsables directos de las hermandades tienen ideas encontradas al respecto.
“La OMS me va a tener que convencer de suspender la Semana Santa”, espetaba Juan Espadas, alcalde de Sevilla, en un acto días antes del estado de alarma. Apenas una semana después, en una reunión en su despacho con el Arzobispo, Juan José Asenjo, y el presidente del Consejo, Francisco Vélez, comunicaba su suspensión. Sin la OMS de por medio.
Seis meses después, los cofrades andaluces se empiezan a preparar para la incertidumbre de algo que pensaban anecdótico: un año sin procesiones. Si tampoco las hay en 2021, la situación económica de entidades, cofradías y artesanos será muy difícil de sostener.
Si no hay Semana Santa en la calle, no se ingresa dinero por el alquiler de palquillos, sillas y tribunas. En Sevilla, el Consejo ingresa 3,78 millones de euros; en Málaga 1,9 millones. Dos años seguidos sin ese dinero podría ser fatal.
La reunión de este domingo la convocan los presidentes de los consejos y hermandades de cofradías de las capitales de provincia y se incluye a Jerez por la relevancia de su Semana Santa.
En febrero de este año se reunieron para hacer frente común contra la aplicación del tipo general del IVA a los abonos para ver las cofradías, pero nada les hacía presagiar lo que se les venía encima. En junio, pandemia de por medio, se volvieron a reunir en Cádiz, y hablaron de futuro, pero no hubo nada en claro. La cita de este domingo se ha presentado a los cofrades con muchas expectativas.
Opiniones encontradas
“Lo normal, a la vista de la situación epidemiológica, es que tampoco haya procesiones en 2021”, asevera el hermano mayor de la Cofradía del Abuelo de Jaén, el médico Ricardo Cobo. Para él, no se deben plantear alternativas que puedan rebajar la Semana Santa “a un folclore” sin fondo.
Al menos, Cobo espera que la reunión de este domingo ayude a que todas las ciudades tomen una decisión conjunta y tengan en cuenta que “si las condiciones epidemiológicas no lo permiten, deberían suspenderse las procesiones”.
En el mismo sentido que Cobo, se expresa el máximo responsable de la Esperanza de Málaga. Carlos López Armada es partidario de no salir si se hace con restricciones: “Actualmente no es el momento de plantearlo”.
El presidente del Consejo de Sevilla mantiene una postura similar: “Habría que buscar la fórmula para que los fieles de alguna manera pudieran visitar las imágenes”. Sin embargo, el presidente de la Agrupación de Cofradías de Málaga, Pablo Atencia, ya declaró en medios locales que su intención “aunque sea con limitaciones”, es que “las cofradías salgan”.
Pero, ¿qué restricciones se pueden plantear ante un evento multitudinario como la Semana Santa? En Sevilla, el hermano mayor de la Esperanza de Triana, Sergio Sopeña, declaró a EL ESPAÑOL que están a expensas de los expertos. “Lo más sensato sería recuperar la normalidad” y se plantean, a día de hoy, la obligatoriedad de la realización de PCR a los costaleros.
Su hermandad tiene más de 14.000 hermanos y 2.600 nazarenos en la Madrugá se visten para acompañar a las imágenes. Sopeña no espera grandes soluciones de la reunión de este domingo, sí cree que la clave estará en que las hermandades sepan adaptarse, aunque el principal problema se escapa de la responsabilidad de los cofrades: el público.
El hermano mayor de la Esperanza de la Yedra de Jerez, Manuel Hurtado, coincide en que las personas que se agolpan para ver a las cofradías es algo que trasciende a su responsabilidad: “Los nazarenos van protegidos por el antifaz, hay soluciones para los costaleros o cargadores, el problema está en la calle”.
Desde la Junta de Andalucía, el vicepresidente y consejero de Turismo, Juan Marín, no descartó este martes la celebración de la Semana Santa siempre que en enero pudiera empezar la vacunación. En palabras de Marín, "eso significaría que la Semana Santa podría lucir de nuevo".
Impacto económico
La importancia económica de la celebración de las procesiones en Andalucía no puede cuantificarse en su conjunto, pero hay dos ciudades que sí han presentado cifras que ayudan a tener una imagen de la relevancia de la Semana Santa.
En el caso de Sevilla se recibe un impacto económico de 400 millones de euros con una inversión de 9 millones por parte del Ayuntamiento, según los datos que maneja el Consejo. Por ejemplo, en la Semana Santa de 2019 la capital andaluza movilizó a más de 6.000 efectivos de seguridad para una ciudad que durante esos días tuvo por encima del 85% su ocupación hotelera.
En Málaga, la universidad cuenta con una Cátedra de Estudios Cofrades que realiza un estudio bianual. En el último informe se hablaba de un impacto económico de 102 millones de euros. Desde esta institución se matiza que a eso hay que añadir el gran impacto del movimiento empresarial paralelo y de la propia industria cofrade. Málaga moviliza a 1.500 efectivos de seguridad y su ocupación hotelera en 2019 fue del 94%.