Málaga

“Dani, ¿qué?”. Esa sencilla pregunta, acompañada de un ligero golpe de cabeza, esconde una muestra de apoyo. Daniel lleva diez días en huelga de hambre sentado en lo que hasta hace unos días era la terraza de Tu Sitio, el local que regenta junto a su mujer Verónica. Los vecinos de El Atabal, una zona residencial al noroeste de Málaga, entran al establecimiento y aprovechan para dar ánimos: “Estamos contigo, tío”.

Daniel España muestra los documentos que le permitían montar la terraza que ahora le han revocado. El 17 de noviembre de 2018 la mancomunidad de propietarios de la calle Nuzas así lo aprobaba: “Podía instalar toldos, mesas y sillas” en una plazuela considerada espacio libre de uso público.

Aun así, en junio de 2019, cuando España alquila el local, solicita un permiso específico a nombre del nuevo bar y se lo aprueba la misma mancomunidad. Finalmente, abrió el bar en octubre del pasado año y la pandemia le obligó a cerrar en marzo. Durante ese tiempo, a pesar de las amenazas que denuncia, mantuvo su velador en uso.

En junio pudieron reabrir el local con la terraza: “Fue entonces cuando me enteré de que algunos vecinos empezaron a denunciarme”. El Ayuntamiento le revocó la licencia. “Van a por mí”, asegura España. Hasta que abrió el local que ahora le está dando quebraderos de cabeza regentaba otro a pocos metros. En la nueva localización fue cuando empezó a recibir coacciones.

Amenazas y coacciones

“Hace un año y medio que me dejan cartas de amenaza por debajo de la puerta”. Además, afirma que ha tenido que vender su coche: “Me rajaron ocho ruedas en un mes”. Ahora tiene una moto que aparca enfrente del bar para tenerla a la vista. Incluso asegura que le han ofrecido dinero por dejar el local e irse. “No tengo pruebas para acusar a nadie”, concluye.

Todas esas acciones, comenta, "han sido denunciadas a la Policía Nacional". También ha puesto en conocimiento de las autoridades policiales que “han llegado a crear perfiles falsos” para desprestigiar su negocio a través de Facebook.

El desenlace de esta huelga de hambre que ya dura 10 días está próximo. Este martes, a las 20 horas, los vecinos de los bloques afectados han convocado de urgencia una reunión. “Queda que levanten la mano y voten, hasta entonces no estaré tranquilo”, comenta con algunos clientes que se paran a su lado para demostrar su apoyo. El Ayuntamiento, por su parte, ha confirmado a España que si los vecinos se lo permiten, le volverán a permitir montar su terraza.

En la hora punta de los desayunos, las pocas mesas que caben dentro del local están llenas. Desde dentro, con un café, se observa el peregrinar de amigos y conocidos que se acercan. Daniel tiene una mesa con dos sillas donde, a modo de confesionario, pasan a hacerle compañía muchos de sus clientes. Entre uno y otro apura un cigarro y ojea el móvil. Mañana volverá a estar a las 8 de la mañana sentado en su terraza clausurada. 

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