La Junta decreta el cierre de bares a las diez de la noche y reuniones de hasta seis personas en Granada

La Junta de Andalucía ha anunciado este viernes nuevas restricciones a los municipios del área metropolitana de Granada ante los datos de contagio, que han alcanzado los 793 positivos. Todos los establecimientos, locales comerciales y servicios abiertos al público tendrán que cerrar a las diez de la noche, medida que entrará en vigor este sábado a las 8 de la mañana.

El consejero de Salud, Jesús Aguirre, ha anunciado tras una reunión de urgencia en Granada que se reduce al 50% el aforo en bares y restaurantes, las reuniones no podrán ser de más de seis personas y se prohíbe el consumo en barra.

Este miércoles, tras el anuncio de las primeras restricciones, Luis Salvador, alcalde de Granada, confiaba en el sentido común y en la mejora de los datos; pero no esperaba la subida tan pronunciada de los contagios. 

Salvador ha valorado positivamente la resolución de la Junta: "Limitan la aglomeración de personas, que es el objetivo que se persigue, y son medidas mesuradas". Además, ha declarado que desde el Ayuntamiento habían previsto "unas medidas muy similares" tras la reunión que mantuvo este jueves con los hosteleros de Granada.

Por otro lado, Aguirre ha indicado que en las bodas "el número máximo de participantes será de treinta personas, tanto en espacios cerrados como al aire libre, que deberán permanecer sentados". En las medidas anunciadas también se obliga al cierre de peñas y asociaciones y se prohíben los mercadillos.

Cierre de residencias

La Junta vuelve a cerrar las residencias de mayores, eliminando las visitas y salidas. Del mismo modo, Aguirre ha apuntado que "la asistencia a velatorios se limitará a un máximo de quince personas en espacios al aire libre o diez en espacios cerrados, sean o no convivientes".

Las nuevas medidas anunciadas este viernes por la Junta de Andalucía aumentan el control sobre una ciudad que lanza signos claros de aumento en las infecciones: el miércoles, cuando se anunció la suspensión de las clases presenciales había una tasa de 612,5 positivos por cada 100.000 habitantes; este viernes según los datos actualizados por la Consejería de Salud y Familias era de 793,68.

Esto es sólo en la capital, pero en alguno de los municipios del área metropolitana los datos no son mucho mejores: en Armilla se ha superado la incidencia de 525 casos, en Huétor Vega se han alcanzado los 614,7 y en Maracena están por encima de 400. Las medidas se aplican a los 32 municipios de la aglomeración urbana de Granada. 

Después de Sevilla, con 50 declarados, Granada es la provincia con más brotes de covid activos, 32. En el ámbito escolar, Granada tiene tres colegios y 53 aulas cerradas por la incidencia del coronavirus; si bien el impacto es mínimo (un 0,35% del total de centros) es el mayor de la región.

Manifestación de universitarios

En la mañana de este viernes, los 60.000 universitarios estaban llamados a manifestarse contra el cese de las clases presenciales. La convocatoria ha distado de ser un éxito. A las 12 de la mañana, según Rafael, profesor en la UGR, “había 80 personas, a las 12:35 unas 180”. La protesta fue convocada por la Delegación General de Estudiantes, el Frente de Estudiantes y Estudiantes en movimiento con el apoyo de los sindicatos CSIF, CCOO y UGT.

Abraham, un estudiante que ha asistido a la manifestación, está convencido de que “cerrar las clases es un absurdo, no hay un sitio con más medidas de seguridad que la facultad”. Entiende que “los contagios se dan fuera de los centros” en una ciudad que viene, sobre todo, del ocio y del turismo. 

Una de las principales reivindicaciones de los participantes en la protesta es que con las medidas implementadas por la Junta de Andalucía “se señalaba al colectivo juvenil y se alentaban los estereotipos”. 

Por otro lado, desde la Universidad de Granada se ha confirmado que la inversión estimada para la adaptación de los espacios a la nueva normalidad ha supuesto más de dos millones de euros. Pilar Aranda, la rectora, ha declarado que las aulas son un “espacio seguro” y que se han adoptado “todos los protocolos que se nos han ido enviando”.