Desde que entró en política, Rocío Ruiz -consejera de Igualdad de la Junta de Andalucía por Ciudadanos- ha demostrado que va por libre. En su día profesora de instituto, comenzó como independiente y después se enamoró del proyecto naranja. El mismo donde ahora busca erigirse como alternativa al coordinador autonómico y vicepresidente andaluz, Juan Marín.
Cs en Andalucía está dividido y esto supone también cierto lastre para el Gobierno de coalición de PP y Cs, en el que la sintonía venía siendo absoluta. Según confirman a EL ESPAÑOL desde el Ejecutivo, Ruiz se está convirtiendo en "el plomo en las alas" del Gobierno andaluz y de su propio partido, que está remontando en la Comunidad tras los malos resultados obtenidos en las últimas elecciones generales.
Las discrepancias políticas vienen de lejos, pero ha sido en un encuentro telemático con militantes esta semana el que ha abierto la caja de Pandora. Ruiz estuvo acompañada por el responsable andaluz de comunicación, Guillermo Díaz, y por el eurodiputado Jordi Cañas.
En el acto, Ruiz se declaró contraria a que los delegados provinciales de su consejería sean funcionarios. Quiere militantes de base y personas comprometidas con el proyecto: "Gente nuestra, con mérito y capacidad".
En esta cuestión, va en dirección contraria de lo aprobado en el Consejo de Gobierno de la Junta y de lo que recoge el código ético de su propio partido: despolitizar la Administración y combatir el enchufismo. El objetivo del Gobierno andaluz es obtener además, en esta línea, un ahorro total de 14,5 millones de euros durante esta legislatura.
El Ejecutivo regional tiene pendiente un aumento del número de delegados en las provincias porque, al reducir las consejerías, hay algunos que abarcan muchas competencias, como es del caso de la de Educación y las Políticas Sociales o la de Medio Ambiente. La Junta lo quiere hacer a coste cero, con funcionarios en estos cargos, pero Rocío Ruiz asegura que eso es imposible. Incide en que ese puesto que quede libre tendrá que ser sustituido y, por tanto, pagado.
"Estábamos en el camino de seleccionar a gente estupenda, pero el proceso se ha parado. Quiero a gente nuestra, con mérito y capacidad, pero militantes y afiliados en los equipos de los delegados", aseguró en el mencionado encuentro.
Además, considera importante que estas personas puedan comunicar lo que se está haciendo en esta consejería, que "es marca Cs cien por cien". "Yo voy a seguir luchando para que pueda tener a mis delegados, no te quepa la menor duda", añadió la consejera.
Cortar por lo sano
Una parte de la formación naranja en Andalucía quiere cortar por lo sano, pero su presidente, Juan Marín, prefiere esperar. Además, tampoco puede cesarla y asegura que esa tarea no le corresponde. En una entrevista con RNE aseguró que, por el momento, no cree que haya que "apartar" a su compañera ni de su responsabilidad en la administración autonómica ni de la formación política. Será ella quien tenga que dar explicaciones.
Ruiz ya las ha dado, tilda de "absolutamente artificial" la polémica surgida, defiende el trabajo de los funcionarios y asegura que sus palabras "se han sacado de contexto". No obstante, Marín ya ha dicho públicamente que ella va "en dirección contraria de lo que ha defendido siempre" Ciudadanos.
"Este partido ha demostrado haber apostado siempre por la valía, capacidad y talento de las personas a la hora de asumir una responsabilidad en el ámbito público", subraya Marín al respecto. Considera por tanto que no hay que tener el carné naranja para asumir una responsabilidad en un gobierno de Ciudadanos y defiende el mérito y la capacidad de los funcionarios.
Candidatura conjunta
En política nada es casual. Ruiz entonó ese discurso después de que Marín abriera la puerta a presentarse de manera conjunta con el PP en las próximas elecciones. Lo hizo hace unas semanas en un desayuno acompañado por el expresidente nacional de Cs, Albert Rivera. Fue Arrimadas, que no viajó a Andalucía, la que salió al día siguiente para dejar claro que no contempla esa opción.
La corriente crítica de Ruiz, minoría en el Parlamento andaluz, busca situarse en primera línea para cuando toque decidir el candidato. En la actualidad, todas las miradas están en Marín. "Tiene mucho más apoyo de la militancia de lo que pueda parecer", aseguran desde la formación naranja en Andalucía. No obstante, no ven con buenos ojos los devaneos de Cs con el Gobierno de Pedro Sánchez.
Ruiz cuenta con el apoyo de Fran Hervías, unos de los exdirigentes de la cúpula de Albert Rivera y actual senador por el Parlamento andaluz. También con el del portavoz parlamentario, Sergio Romero, a pesar de que hace dos meses dijo que no tenía relación con el primero.
En esta misma entrevista aseguró que no pertenecía a ningún bando dentro de Ciudadanos porque no le "interesan" los asuntos internos de su partido al estar centrada en los "muchísimos problemas y en la muchísima miseria y pobreza" que existe en Andalucía.
Le restaron competencias
La consejera vio recortadas las competencias de su Consejería hace unos meses tras una remodelación del Gobierno andaluz impulsada por Marín. Con este movimiento reforzó a la de Empleo, Rocío Blanco, quien asumió las políticas de juventud.
Según publicó en su momento El Confidencial, esto motivó un cambio en el organigrama del Instituto Andaluz de la Juventud, donde Hervías había colocado a buena parte de sus afines que fueron cesados. Entre otros a su cuñado. Al respecto, Hervías denunció públicamente en su cuenta de Twitter "una purga" y el apoyo de dirigentes destacados como Sergio Romero motivó un seísmo en el grupo parlamentario. Le llegaron a pedir su dimisión como portavoz desde su propio partido.
Precisamente ahora existe otro frente abierto respecto a su mujer, la exdiputada de Cs Virginia Millán Salmerón, que ha sido propuesta como adjunta de su partido al Defensor Andaluz, Jesús Maeztu. Se votará el martes en la comisión del órgano. Esto le supondría una estabilidad durante cinco años, estar en Andalucía y un sueldo de 60.000 euros anuales. "Para eso no se fundó Ciudadanos", señalan estas fuentes.
Por su parte, la conexión de Marín con Hervías no existe, pero insisten desde Cs en Andalucía que con Arrimadas sí hay afinidad, aunque "algunos se empeñen en marcar ese distanciamiento político para desgastarle", aseguran estas mismas fuentes. De igual forma, desmienten que exista una relación directa entre Rocío Ruiz y Arrimadas, "tal y como quiere vender ella".
Señalan además que sería buen momento para que la jerezana tuviera un acercamiento hacia Marín porque Andalucía supone una baza fuerte para el partido a nivel nacional.
Sus diferencias con Vox
Otro frente que también lastra al Gobierno andaluz son las diferencias de Ruiz con Vox, quien apoyó en su investidura a Juanma Moreno y con el que se han aprobado tres presupuestos. Recientemente, en una entrevista con EL ESPAÑOL, Ruiz dejó claro que, por sus convicciones políticas, está en "las antípodas" de la formación de Santiago Abascal. Este partido siempre la ha tenido en el punto de mira y ha supuesto momentos de desestabilización en el seno de la coalición PP-Cs.
De hecho, a las veinticuatro horas de su nombramiento, Vox pidió su cabeza por sus críticas a la Semana Santa en un artículo publicado en un medio de comunicación cinco años antes. En el artículo, la consejera calificaba las procesiones como "desfiles de vanidad y rancio populismo cultural" y tuvo que pedir disculpas cuando surgió la polémica.
En cualquier caso, la situación de Cs en Andalucía es complicada y se ve agravada en circunstancias como esta. Quedan dos años de legislatura y las encuestas apuntan a que el tándem Cs y PP podría estar cuatro años más en el Gobierno andaluz.