El Parlamento andaluz es desde este miércoles la primera cámara autonómica que adapta su reglamento a la III Adenda al Pacto Antitransfuguismo suscrito a nivel nacional el año pasado. El objetivo es castigar a los tránsfugas relegándolos a un último plano y permite a los partidos expulsar a los parlamentarios díscolos o discrepantes bajo el argumento de "la traición".
Ese pacto nacional, precisamente liderado por Ciudadanos, sirvió el pasado mes de noviembre para justificar la expulsión de la excoordinadora de Adelante Andalucía -antes de Podemos-, Teresa Rodríguez, y de ocho diputados afines. No obstante, la medida se demoró durante semanas debido a las lagunas legales en el Reglamento autonómico. Además, no había precedentes de una situación parecida.
La reforma se llevó a cabo de forma exprés y con dudas sobre su "constitucionalidad" recogidas en un informe elaborado por los servicios jurídicos de la Cámara andaluza. En concreto, el documento recomendaba que se llevara a cabo una revisión detenida del texto de la propuesta de reforma al advertir de situaciones de "inseguridad jurídica".
Una de las medidas que más controversia ha despertado fue la disposición adicional quinta para castigar el transfuguismo. La misma asegura que se entiende en situación de transfuguismo a los diputados que, "traicionando al sujeto político que los presentó a las elecciones, hayan abandonado el mismo, hayan sido expulsados o se aparten del criterio fijado por sus órganos competentes".
También, el hecho de que estos los parlamentarios no puedan presentar iniciativas legislativas en virtud de uno de los artículos incluidos en esa reforma. A su vez, la propuesta abre la puerta a la posibilidad de que un grupo de la Cámara cambie su denominación en el caso de que exista una "usurpación parcial o completa" de la misma.
Esta resolución podría abrir la puerta a IU y Podemos para solicitar el cambio de denominación del grupo de Adelante Andalucía por el de Unidas Podemos por Andalucía, al entender que el nombre de la coalición está actualmente "usurpado" por Anticapitalistas. Esta corriente la lidera Teresa Rodríguez.
La asignación
Otro cambio que beneficiaría a los seis diputados que quedan en Adelante Andalucía y a Vox -que perdió a una parlamentaria hace un año- es la modificación en la asignación presupuestaria a los grupos. La confluencia de izquierdas recibe 1,7 millones de euros al año, pero la expulsión de Rodríguez y sus afines conlleva una pérdida de 5.000 euros al trimestre por cada uno.
El nuevo reglamento establecerá que los medios les serán asignados a los grupos parlamentarios en base a los diputados obtenidos en las elecciones. Todo ello sin que resulte relevante el número de parlamentarios con que cuente en cada momento.
El pleno de la asamblea autonómica ha aprobado la propuesta de reforma con los votos de PSOE-A, PP-A, Cs y Adelante Andalucía, conformada por IU y Podemos. Ha contado con la abstención de Vox y el voto en contra de los diputados no adscritos expulsados.
Previamente se habían rechazado las enmiendas que habían presentado los diputados no adscritos y que estos habían mantenido vivas para este debate.
Irán al TC
En su turno de palabra, Teresa Rodríguez ha vuelto a denunciar la persecución que está sufriendo su grupo de diputados y ha anunciado que esta reforma llegará al Tribunal Constitucional.
Rodríguez ha lamentado "el desgarro" que, en su opinión, se ha infligido la propia izquierda andaluza después de que Podemos e IU impulsaran su expulsión y la de otros ocho diputados. Al respecto, ha abogado por que los partidos de izquierda se "respeten" entre sí como en la Comunidad de Madrid.
La diputada ha reflexionado en su intervención sobre si este era "el mejor momento para someter a la izquierda andaluza a semejante desgarro justo cuando más se necesitaba su unidad".
Por último, ha asegurado que lo peor de todo esto es "la imagen lamentable" que proyecta la izquierda y "el desánimo" que, a su juicio, inyectan entre sus votantes.