Andalucía va a comenzar una desescalada "progresiva" una vez decaiga el estado de alarma el próximo 9 de mayo. A partir del domingo no habrá toque de queda en la comunidad, pero la Junta sí establecerá los cierres perimetrales en aquellas localidades donde la tasa de incidencia de la Covid-19 se dispare. Lo hará con aval judicial.
El cierre de la región y el toque de queda caerían con el fin del estado de alarma. El presidente andaluz, Juanma Moreno, ha asegurado que únicamente pedirá la prórroga de la última medida si las condiciones epidemiológicas lo recomendaran, pero ahora mismo la tasa está bajando. Esta cuestión tendría que ser ratificada por el Tribunal Superior de Justicia en Andalucía (TSJA).
La comunidad ha bajado este miércoles por decimoquinta jornada seguida su tasa de incidencia. Se sitúa en 197,8 casos por cada 100.000 habitantes. Este miércoles se han contabilizado 1.222 nuevos casos de coronavirus, 210 más que la víspera, y 15 fallecidos.
El Gobierno andaluz tampoco podrá prohibir a partir del domingo que una persona infectada con Covid salga de su casa. Sí podrá establecer, en cambio, los horarios en la hostelería y en el comercio, entre otros servicios, y limitar los aforos.
Ante esta situación, Moreno ha advertido que la Junta ya está preparándose "desde el punto de vista normativo" para proteger a los andaluces. "Soy partidario de hacer una desescalada progresiva. La Covid no se ha ido, siguen muriendo todos los días personas en España y Andalucía, siguen infectándose y sufriendo con la enfermedad", ha señalado en un acto en Sevilla.
Por tanto, asegura que ante un brote usará todos los instrumentos a su alcance y no dudará en tomar medidas por muy duras que sean.
La vacunación
A pesar de empezar a ver la luz al final del túnel, Moreno insiste en la importancia de cumplir con los objetivos de la vacunación. Al respecto, se muestra optimista. Cree que al próximo verano la comunidad llegará con un nivel de vacunación de alrededor del 50-60%, junto al 10-12% de inmunizados por pasar la Covid-19.
Estas cifras, a su juicio, permitirían tener unas vacaciones estivales normalizadas y, por tanto, recuperar la actividad económica. No obstante, asegura que todo dependerá de que el Gobierno siga enviando un volumen importante de vacunas.
"Esta es la primera semana con una cantidad importantísima, cerca de 600.000, lo que supone un salto cuantitativo importante. Si seguimos así se podrá alcanzar el porcentaje del 50-60% para el verano", ha señalado Moreno.
Por último, se ha mostrado a favor de que los inmunizados, debidamente certificado, tengan posibilidad de tener más libertad y poder "acudir a estadios o actos culturales, con una vida social y económica mucho más plena". Una cuestión que volverá a solicitar en la reunión del Comité Interterritorial de Sanidad que se celebra este miércoles.