"Una nueva Susana", así hablan en su equipo de la líder del PSOE andaluz, Susana Díaz. Quiere seguir a toda costa y repetir como candidata a la Presidencia de la Junta, y se le nota en su actitud y en cómo viste.
La líder andaluza ha revolucionado la campaña de las primarias del PSOE andaluz con sus camisetas, que lucen frases con mensajes positivos en inglés, buenrolleros, a modo de Mr. Wonderful. Usa una distinta cada día y las combina con zapatillas, tipo Converse, que tiene en distintos colores.
Algunos de los mensajes que ha lucido sobre su pecho desde el inicio de las primarias son Positive energy (Energía positiva), Future is female (El futuro es femenino), In women we trust (Creemos en las mujeres), Take it easy (Tómatelo con calma), Positive always wins (El optimismo siempre gana), Happiness for everyone (Felicidad para todos), Choose Empathy (Elegir empatía), It´s on time to make the magic (Es hora de hacer magia), Kindness is golden (La amabilidad es de oro) o Radiate positive vibes (Emite buenas vibraciones), entre otros.
La cara es el espejo del alma, en este caso más bien su indumentaria. Atrás quedaron los trajes de chaqueta oscuros con camisas blancas que solía vestir una vez que sustituyó a José Antonio Griñán y se convirtió en la primera presidenta de la historia de la Junta de Andalucía.
Ahora, al menos durante estos días en las primarias, se muestra como una Susana renovada y rejuvenecida. Ella misma ha dicho en más de una ocasión que en estos dos últimos años ha aprendido mucho, tras ser la primera dirigente socialista que no pudo seguir gobernando en Andalucía, después de 37 años de gobiernos ininterrumpidos, ante el pacto de PP y Cs, con el apoyo de Vox.
También la marcó perder las primarias nacionales ante el secretario general actual, Pedro Sánchez, contra todo pronóstico. Ahora vuelve a enfrentarse a él, a través del alcalde de Sevilla, Juan Espadas, su gran rival en este proceso interno. Espadas, que cuenta con el apoyo de Ferraz, también ha decidido colgar su traje cuando sale del Ayuntamiento y apuesta por las camisas de lino más informales.
Susana Díaz siempre ha tenido un estilo definido, clásico, que ahora ha dejado atrás. Es como si quisiera despojarse de parte de su pasado político, que se remonta a su juventud, cuando ingresó con 17 años en las Juventudes Socialistas. Ahora dice en en cada convocatoria que quiere abanderar un nuevo PSOE, del que lleva siendo secretaria general ocho años.
De los trajes de chaqueta, zapatos de vestir, y el look tradicional, a lo que vemos hoy: "Fue presidenta y tuvo que sustituir a un hombre, y eso se nota". En estos nuevos tiempos, Díaz se está fijando en una generación de mujeres que lideran la política: "Como Ocasio-Cortez o Kamala Harris", aseguran desde su entorno.
Cambio de armario
Fue en 2019 cuando Díaz decide dar una vuelta a su forma de vestir. Una amiga suya, Cristina, le sugiere que con la ropa también se habla. "Le dijo que muchos activistas utilizan las camisetas para mandar sus mensajes", y se lo tomó al pie de la letra.
La primera camiseta llamativa que vistió fue el 6 de mayo, cuando se vio forzada a convocar las primarias tras una reunión de su ejecutiva regional. Dio una rueda de prensa previa, diciendo que se había enterado por la prensa del mandato de Ferraz sobre el arranque de este proceso interno y que no había podido hablar con Sánchez. Aquel día no pasó desapercibido para los medios su mensaje de Positive energy que dejaba entrever debajo de su chaqueta vaquera.
De hecho, desde su entorno destacan que "hay compañeros que utilizan ese mensaje como hashtag en redes para la campaña".
Estas camisetas las compra ella directamente en tiendas de Amancio Ortega, que cualquier persona puede encontrar. Además, los miembros del PSOE-A que apoyan a Susana han captado el mensaje: "Ahora se las están regalando".
Fuentes de su entorno lo aclaran: "Se ha desecho del perfil anterior". Ése es el objetivo que la nueva Susana Díaz está mostrando en estos días, resultado de un proceso de autocrítica.
No es cuestión de campaña, comentan compañeros de la expresidenta de la Junta. "Cuando no puede gobernar, todo cambia: empieza a escuchar a otras personas, ve que tiene que cambiar". Y, dicen, hace clic. Eso también se nota en la letra y música de Resistiré, el clásico del Dúo Dinámico que fue banda sonora al inicio de la pandemia y ahora lo es de su campaña en cada mitin.
Casi a diario viste zapatillas Converse que va combinando con el resto de su atuendo. Se lo dijo un compañero socialista: "La gente valiente va en zapatillas". También es una declaración: andar y avanzar con un calzado cómodo del que está gastando mucha suela. "Cuando vuelva a ser presidenta, seguirá vistiendo así. Es su verdadero estilo".
Hay dos camisetas en concreto a las que le tiene especial cariño: la citada de la energía positiva y la que vistió en Mijas (Málaga) el 29 de mayo: The future is female (el futuro es femenino). Esa prenda no está en ninguna de las tiendas de Inditex, es un regalo de unas militantes de Olvera (Cádiz).
¿Victimismo feminista?
Precisamente, ese mensaje ha creado bastante controversia en la campaña y ha marcado un punto de inflexión. Hace unos días cargó contra Ferraz al deslizar que la han querido renovar en el PSOE andaluz por ser mujer.
"Hay compañeros a los que sí les han permitido seguir" desde la dirección socialista, "pese a haber perdido las elecciones", mientras que a ella que las ha "ganado" le piden "renovación". "¿Por qué a mí no? ¿Porque soy una mujer?", se preguntó en un acto en un pueblo de Granada.
Aunque unos días después matizó sus palabras, diciendo que sólo hizo "una pregunta", derivada del "hecho objetivo" de que otros líderes autonómicos barones derrotados no han encontrado obstáculos para repetir como candidatos, estas declaraciones propiciaron una cascada de reacciones. Hasta fueron aprovechadas por Vox, que acusó al partido de Pedro Sánchez de machista.
En cualquier caso, Susana Díaz seguirá sudando diariamente sus camisetas de mensajes optimistas -visita hasta ocho pueblos en una sola jornada- con el fin de seguir convenciendo al mayor número de militantes. El día 13 sabrá si tiene que volver a cambiar su indumentaria... o no.