Los socios del Gobierno andaluz, PP y Cs, han comenzado en esta semana a destensar la cuerda con Vox que llegó unos días antes a estar al límite. Lo hizo hasta tal punto que la formación de Santiago Abascal dejó caer, alineándose con la izquierda, la nueva Ley del Suelo, estrella en la legislatura. También evitó la reforma exprés de la Ley de Salud Pública para seguir luchando contra la Covid-19.
Las ondas de la crisis con Marruecos llegaron a Andalucía en forma de ultimátum de Vox al Gobierno de retirarle su apoyo en todo lo que no estaba firmado y de petición de adelanto electoral. Todo ello supeditado al acogimiento de 13 menores procedentes de Ceuta, algo que la comunidad está obligada por ley. Lo dijo el propio Abascal el pasado domingo 23 de mayo en una concentración en las puertas de San Telmo.
Sin embargo, el presidente andaluz, Juanma Moreno, y su consejero de Presidencia, Elías Bendodo, no se han movido ni un ápice de su postura. No habrá adelanto electoral. Es más, el segundo se atrevió a ponerle fecha a estos comicios para zanjar definitivamente el debate. Serán el 27 de noviembre de 2022, coincidiendo con el final de la legislatura.
En este mismo mensaje abundó la líder de Cs, Inés Arrimadas, en su visita a Sevilla el pasado lunes. Entre otras cuestiones, también llegó a Andalucía para zanjar el debate de la anticipación de estos comicios. Lo hizo además en el propio Parlamento andaluz.
"Vamos a seguir trabajando, cumpliendo el acuerdo de gobierno en el año y medio de legislatura que queda", afirmó Arrimadas en este sentido. También que este gobierno "está a pruebas de boicots de partidos que no piensan en los andaluces", señaló refiriéndose a Vox.
Blindaje de PP y Cs
La coalición está dispuesta, por tanto, a mantenerse firme frente a estas presiones y continuar con la legislatura para evitar una parálisis institucional que ponga en riesgo la reactivación económica tras la crisis sanitaria.
En las filas de Vox saben que si no hay perspectiva de adelanto es arriesgado seguir presionando en esta maniobra de desgaste contra el Gobierno andaluz. Por el momento, aunque sostienen el órdago lanzado hace unas semanas de posible ruptura, el tono de su portavoz, Manuel Gavira, ha sido más conciliador en los últimos días.
En rueda de prensa del Parlamento, anunció el pasado miércoles que apoyarán algunos de los proyectos pendientes, como la Ley contra el Fraude y la Corrupción, que irá el próximo jueves al Parlamento andaluz; o el decreto de ayudas para empresas y autónomos que se aprobó el pasado martes en el Consejo de Gobierno.
Sobre esta norma aseguró que la apoyarán porque "gran parte del articulado" de la norma tiene la firma tras incorporarse más de 25 enmiendas parciales. Sobre el citado decreto, Gavira explicó que el Gobierno andaluz les dio traslado del mismo, lo que ha permitido a Vox "hacer aportaciones y mejorarlo". "Ese sí es el camino", señaló Gavira.
Sin embargo, en la última sesión de control en el Parlamento andaluz, Moreno ofreció su "mano abierta" a todos los grupos políticos para poder avanzar en el impulso de la región, algo por lo que Vox le ha pedido explicaciones. El PP-A tendrá que explicar por qué "prefiere pactar con el PSOE-A" antes que cumplir los acuerdos firmados con su formación, dijo Gavira en aquella comparecencia.
En esa misma sesión, Moreno insistió en que queda un año y medio de legislatura y que ahora su objetivo es superar la crisis sanitaria y la económica provocada por la pandemia. En cualquier caso, el presidente andaluz tiene un as en la manga: puede prorrogar los Presupuestos de 2021, que sí contaron con el apoyo de Vox, al igual que los de 2020 y 2019.