El cambio en la alcaldía de Granada está al caer. Desde que hace dos semanas el expresidente provincial del PP, Sebastián Pérez, saliera del partido, todo han sido señales para el cambio. El último paso lo han dado los populares, que llevaban días negociando con el actual alcalde, Luis Salvador, un cambio para alternarse en el poder. Han anunciado que abandonan todos los cargos en el Ayuntamiento.
Luis Salvador ha intentado mantenerse en su puesto alegando que bajo ningún concepto el voto de Pérez podía cambiar al actual equipo de gobierno, formado por la minoría de Cs (4) y los concejales del PP (ahora 6) con el apoyo de Vox. Se parapetaba en el Pacto Antitransfuguismo.
Sin embargo, las piezas del rompecabezas se están separando por momentos: El PP ha anunciado la salida de todos sus ediles del equipo de gobierno, dejando en absoluta minoría a Ciudadanos en una situación insostenible. Luis Salvador, como alcalde, sólo tendría el apoyo de otros dos compañeros, ya que uno de los concejales de Cs, Manuel Olivares, anunció el pasado viernes que no apoyaría al actual alcalde.
El tablero actual se conforma de la siguiente manera. Los populares contarían actualmente con los apoyos de sus seis concejales. A ellos habría que sumar Olivares, de Cs, que aboga por un cambio de alcalde que favorezca al PP. En un lugar indeterminado se encuentra Sebastián Pérez, exconcejal popular que ya ha vetado al candidato propuesto por su antiguo partido, Luis González.
Por otro lado, están los tres ediles de Cs: Luis Salvador y dos afines. Salvador no se fía de Sebastián Pérez, porque entiende que es un tránsfuga. Hay que tener en cuenta que para alcanzar la mayoría absoluta de 14 concejales es necesario que el bloque de centroderecha cuente con los votos de los tres ediles de Vox.
La alternativa, si el lío entre PP y Cs no acaba bien, es que vuelva a gobernar Paco Cuenca, el último alcalde de la ciudad. Cuenca accedió a la alcaldía con el mandato empezado tras la acusación del anterior alcalde popular, Torres Hurtado, en el caso Nazarí.
La izquierda suma 13 concejales: los 10 del PSOE y los tres de Podemos-IU. Si el bloque PP-CS no sumase esa mayoría absoluta, sería Cuenca quien tomase la vara de alcalde por mayoría simple. En todo caso, el cambio en la alcaldía de Granada es inminente y según adelantan fuentes populares a EL ESPAÑOL, el acuerdo con Cs es "cuestión de horas".
Pacto andaluz
Las relaciones entre PP y Cs en Andalucía quedaron selladas y fuera de la incertidumbre nacional cuando Juan Marín, líder de los naranjas en la comunidad, y Juanma Moreno, presidente de la Junta, escenificaron el pacto de no agresión. Populares y liberales aislaban a Andalucía: no habría trasvase de cargos en esta región.
Sin embargo, la situación de Granada podría precipitar cambios en esa relación. La figura de Manuel Olivares, edil de Cs al que se relaciona directamente con el PP. Fuentes municipales aseguran que "ya está con ellos, pero no lo puede hacer público". En ese sentido, Olivares dejó claro que sentía "auténtica vergüenza" por la postura de Cs en su ciudad.
En este sentido, el 21 de mayo el PP de Sevilla paralizó la afiliación de la exviceconsejera de Educación, Marta Escrivá. Así, la ruptura en Granada presenta un escenario en el que la tranquilidad política en Andalucía podría verse alterada.