Las primeras decisiones de Juan Espadas y su equipo en el ecosistema político andaluz ya se están dejando ver. El lavado de cara en el grupo parlamentario y la salida tranquila de Susana Díaz de los cargos orgánicos son síntoma de un liderazgo que tiene visos de asentarse.
Este jueves el alcalde de Sevilla y candidato a la Junta de Andalucía por el PSOE-A mantendrá su primera reunión con Juanma Moreno. El presidente andaluz, que ha tenido buenas palabras siempre hacia Espadas, tendrá que medir las fuerzas de su futuro rival.
Entre los dos siempre ha habido una relación fluida y se han demostrado un respeto que entre Díaz y el Ejecutivo de Juanma Moreno se había ido perdiendo en los últimos meses. El socialista es el alcalde de la capital de Andalucía, por lo que ha tenido que trabajar en proyectos importantes y de forma estrecha con la Junta.
Son cinco claves las que habrá que tener en cuenta en la reunión entre Juanma Moreno y Juan Espadas. Un encuentro que marcará el futuro a corto plazo de la gobernabilidad en Andalucía y que servirá para escenificar un cambio en el socialismo andaluz de las últimas cuatro décadas. O no.
1. Cambio de ciclo
El cambio de ciclo en la política regional es claro. La moderación es la seña de los dos líderes y ambos hacen gala de ello. Mientras en otras comunidades e incluso en la política nacional se destacan los enfrentamientos y la polarización, Espadas y Moreno se entienden. Y muy bien.
El cambio de ciclo se verá, sobre todo, en las filas socialistas. Tratarán de separar sus perfiles políticos de los 37 años de gobiernos anteriores y dar la imagen de una política renovada. Sin embargo, será complicado, porque prácticamente todos los cargos que han apoyado a Espadas tienen alguna relación con el PSOE que gobernó casi cuatro décadas.
El caso de Espadas es el más claro: fue consejero de Vivienda entre 2008 y 2010, coincidiendo con Manuel Chaves y José Antonio Griñán como presidentes. El cambio de ciclo se verá, claro, pero el peso de los gobiernos socialistas es demasiado grande.
2. El diálogo
El consejero de Presidencia, Elías Bendodo, sacó pecho en el I Foro Económico Español la Andalucía pos-Covid: este Gobierno estaba manteniendo reuniones periódicas con todos los grupos parlamentarios. Además, añadió, es uno de los pilares de esta “Andalucía del cambio”.
Un ejemplo fue la ronda de contactos que Moreno mantuvo con todos los portavoces el día antes de desembarcar en Moncloa: llegó a la reunión con Sánchez con los deberes hechos, recogiendo las reivindicaciones de todas las sensibilidades del parlamento. En esa ronda se encontró con peticiones de todo tipo, la más marciana, la de Vox, que quería que Moreno exigiera la dimisión de Sánchez.
El diálogo es algo que une a Moreno y Espadas. El alcalde de Sevilla también ha tenido que tender la mano a izquierda y derecha para sacar adelante acuerdos de gobierno. Por ejemplo, en los últimos presupuestos municipales, contó con la colaboración de Ciudadanos. Los acuerdos con los liberales se han extendido a otros proyectos locales.
3. Oposición 'útil'
Espadas no deja de repetirlo desde la misma noche del 13 de junio. Nada más resultar vencedor, él dejó claro que todo iba a cambiar. Su oposición sería útil y colaboradora. Sin perder el norte del ejercicio del contrapoder al Gobierno, pero afirmaba que sería leal.
Ya se están viendo los primeros cambios, al sacar de la primera línea a todos los afines a Susana Díaz el tono cambiará. Seguramente seguirá siendo beligerante, pero el cambio de caras quizá rebaje inicialmente el tono. Los socialistas buscarán proponer y no ejercer una oposición de confrontación como la que venían haciendo hasta ahora.
Es algo que se va a escenificar este jueves. La reunión entre el presidente de la Junta y el candidato socialista no es más que una certificación de un acercamiento necesario para ambas partes. Mucho más necesario, eso sí, para el PSOE.
La encargada de dar voz a esta nueva oposición será Ángeles Férriz, la jefa de campaña de Espadas. Diputada por Jaén, pondrá especial énfasis en hacer propuestas, sobre todo en Sanidad, uno de los caballos de batalla de los socialistas.
En definitiva, Espadas y Férriz se repartirán los papeles, como ocurre en el Gobierno de Moreno: el candidato será la cara de esa oposición útil; a la portavoz parlamentaria le tocará el papel de poli malo y de azote del Ejecutivo.
4. Sin adelanto
Si hay un escenario que destrozaría al PSOE es el del adelanto electoral. En todas las comparecencias, el presidente Juanma Moreno afirma que no habrá adelanto de las elecciones andaluzas, pero siempre puntualiza. La última vez, el pasado jueves tras la reunión con Pedro Sánchez. Negó el posible adelanto, pero lo supeditó a no sentirse "acorralado en el Parlamento".
Un mensaje directo a la nueva dirección regional socialista. Si los próximos meses son excesivamente beligerantes, siempre cabe la posibilidad de poner punto final a la legislatura. "Es el mejor momento para mí y mi partido", dijo Moreno, "pero no se entendería".
Del jueves saldrá un acuerdo de no agresión entre los dos líderes andaluces. Los socialistas necesitan tiempo para que vuelva a crecer la hierba tras la salida de Díaz; los populares tienen aún margen para seguir poniendo sobre la mesa leyes que afiancen el crecimiento económico andaluz.
En el Foro Económico Español, el consejero de Innovación, Rogelio Velasco, anunció una nueva ley para eliminar burocracia en la Administración andaluza. Será el segundo paso en ese sentido. Los resultados están llegando y Andalucía es ya la comunidad con más autónomos de alta en España. Los datos son buenos y Juanma Moreno tiene margen para seguir creciendo.
5. Reparto de fondos
Espadas ha anunciado que de lo que más van a hablar en la reunión del jueves es, en principio, del reparto de los fondos Next Generation de la UE. Este es, además, uno de los caballos de batalla de los populares andaluces, ya que exigen a Sánchez un reparto claro con criterios referidos a la población y el PIB de cada región.
Sin embargo, Espadas y Moreno se encuentran en este punto con posturas muy parecidas. En ambos casos hablan de la necesidad de una gestión localizada. Los dos están esgrimiendo el municipalismo y mucho tendrían que cambiar las cosas para que no encontraran puntos en común en la reunión.
El punto de desacuerdo estará en la defensa del reparto, aunque se hará difícil ver a Espadas justificar, en su caso, que Andalucía no reciba fondos en función de los aspectos más favorables. Es una primera prueba, aunque el candidato socialista ha sido tajante en otros asuntos: apoyará al Gobierno en sus decisiones.
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