Todos los candidatos, excepto el de Ciudadanos, Juan Marín, han convertido el segundo y último debate electoral a cinco días del 19 de junio en un ring contra el PP. Contra el PP y contra su candidato y presidente de la Junta, Juanma Moreno, quien ha recibido el auxilio de su socio de gobierno en más de una ocasión para defenderse de los ataques.
Las izquierdas lo han criticado por su gestión y Vox por no querer decir abiertamente a los andaluces que los pueden necesitar. Su candidata, Macarena Olona, le ha advertido con contundencia que no le facilitarán la investidura aunque le falte un solo escaño.
"¿No vas a entenderte con Vox?", le ha preguntado a Moreno tuteándolo. Incluso le ha tendido la mano, de manera literal, para que a partir del 19 de junio fuera su vicepresidente con el objetivo de darle "una patada a Pedro Sánchez en el trasero de Juan Espadas".
Moreno no le ha cogido la mano y su respuesta ha sido tajante: "Eso es un delirio". "Yo quiero un pacto con los andaluces", ha aseverado, sin aclarar si pactaría con ellos. Moreno sí ha aprovechado su intervención para lanzar una pregunta a sus adversarios tras un aluvión de críticas sobre su gestión en Sanidad, Educación y Políticas Sociales. "¿No hemos hecho nada bien?". Al tiempo que preguntaba, también les ha dado un consejo.
Considera que si no le reconocen ningún mérito, pierden credibilidad. "Esto no es un camión", ha señalado el candidato del PP sujetando un rotulador. "Pueden decir que parece un bolígrafo, pero no que sea un camión".
Durante el transcurso del debate, las contestaciones de Olona hacia Moreno han sido constantes, tanto que el popular le llegó a decir: "Haga usted su debate, que yo haré el mío". Justo antes de que ésta le reprochara que se "había tragado toda la bazofia ideológica del PSOE" y él que no entendía cómo quiere gobernar en una institución que "quiere destruir".
Con todas las encuestas a favor, en el 'Debate decisivo', bautizado así por la RTVA, Moreno, al igual que el lunes pasado y de nuevo con traje y corbata, ha vuelto a mantener su papel institucional y ha subrayado que los ataques, desde la derecha y la izquierda, lo empujan al centro.
Pero esta vez ha defendido con más ahínco su gestión y lo difícil que es gobernar. Lo ha hecho con la ayuda de su compañero de viaje durante estos tres años y medio, el candidato naranja, que lo ha apuntalado en varias ocasiones.
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En una de ellas, el socialista Juan Espadas le ha llegado a decir: "No salga al quite, señor Marín", cuando Moreno estaba hablando sobre "el maltrato" del Gobierno de España hacia una "Andalucía infrafinanciada". Marín le ha echado en cara a que él se le olvida reclamar una reforma de la ley de financiación autonómica cuando "pasa de Despeñaperros".
Moreno también ha llamado a Espadas "delegado de Pedro Sánchez" en vez de candidato del PSOE, momento en el que el socialista le ha recriminado que nunca en la historia Andalucía ha recibido tantos fondos del Gobierno. Ha sido ahí cuando la vaca talismán de Moreno 'Fadi' se ha colado en el debate al decirle el candidato del PSOE que va a tener que disfrazarse de vaca para que le echara cuenta.
El cierre de Canal Sur
Contra la candidata de Vox, Macarena Olona, también fue diana de muchas críticas por sus provocaciones. Marín lo ha vuelto a hacer al hablar del Consejo Andaluz LGTBI que creó Ciudadanos. "Usted no lo va a cerrar", le espetó con seridad. "Aquí no se va a dar un paso atrás por mucho que se empeñe. Los andaluces no van a perder derechos".
Pero no ha sido el único cuerpo a cuerpo que ha mantenido con la diputada por Granada. También le ha achacado que una de las propuestas que llevan en su programa electoral es el cierre de Canal Sur.
"No quiero que parezca que la tengo tomada con usted, pero ¿va a cerrar esta televisión pública?", refiriéndose a cómo se lo van a explicar a sus votantes si es la única televisión que "da toros, caballos y todas nuestras tradiciones".
Ha sido ese momento cuando Olona no se ha referido al cierre expreso de la cadena y se ha comprometido con los trabajadores que mantendrán sus puestos de trabajo, "no los enchufados".
Choque por la masturbación
El primer choque del debate se ha producido cuando la candidata de Vox ha sacado otro libro de texto. Esta vez para hablar de la masturbación en la enseñanza pública y para reprochar al presidente que los escolares de Primaria de "diez u once años" de las familias que "no pueden pagar colegios" aprendan qué sobre el autoplacer sexual en las escuelas.
Olona ha incomodado a Juanma Moreno. Le ha ofrecido uno de los ejemplares, mientras que el líder del PP ha carraspeado y ha declinado la oferta. El popular ha tratado de salir airoso de la situación asegurando que ya en el debate pasado trajeron "mercancía caducada" y dudando de que ese libro siga en vigor.
La candidata de Por Andalucía ha entrado de lleno en el asunto, aludiendo a Woody Allen: "Que nadie diga nada en contra de la masturbación, porque al fin y al cabo es hacer el amor con quien más te quiere".
También la ha llamado "Iberdrolona" por tener 700 euros en acciones en Iberdrola y le ha echado en cada que cada vez que a los andaluces le suben la luz, ella "gana dinero". Durante varios momentos ambas han acaparado todo el protagonismo, sobre todo cuando la candidata de Vox ha nombrado a su pareja y alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi'. "Seguro que se gasta más en comilonas".
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Juan Espadas también tuvo su enganchón con Olona por el caso ERE y le recriminó que "insultaba la inteligencia de los andaluces". Mientras, ella lo interrumpía continuamente para recordarle que anteriores presidentes de la Junta están condenados por el robo de 680 millones del erario público y que con parte de ese dinero se pagaron "prostitutas y burdeles".
En el último bloque, el de los posibles pactos, Espadas ha tildado de declaración de amor el gesto de Olona al tenderle la mano a Moreno para aprovechar su último minuto para intentar captar a los votante indecisos. Espadas aún confía en darle la vuelta al marcador.
Por su parte, la candidata de Por Andalucía, Inma Nieto, también ha lanzado ataques a Juanma Moreno, llegándolo a comparar con la expresidenta Susana Díaz. "Señor Moreno, que la soberbia no le impida contestar sobre la corrupción, los empleados públicos o la falta de gestión de las políticas de empleo".
En definitiva, ha sido más un debate de ataques que de propuestas, marcado en algunos momentos por la batalla ideológica y por el humor del que ha tirado Juan Marín cuando se ha enzarzado con Olona sobre cómo cocina las torrijas después de una mofa de la alicantina.
Previamente, todos los candidatos se dieron un baño de realidad. Más de 300 personas, según la Policía Nacional, de diversos colectivos como Avra o el de los bomberos forestales (Infoca) se manifestaban en la puerta de la RTVA pidiendo fijeza en sus puestos laborables. Uno de los asistentes ha ido disfrazado de vaca. A partir del 19 de junio se lo podrán exigir a quien gane las elecciones.