La yincana de los ediles de Vox para repetir en las listas: "El caciquismo es total y descarado"
Muchos concejales reconocen tener sentimientos encontrados: quieren contar lo que está pasando, pero sin hacer más daño al partido.
25 septiembre, 2022 02:48"El caciquismo es total y descarado" o, "simplemente, te pueden quitar si no le caes bien al coordinador local". Son algunas de las expresiones en las que coinciden varios concejales consultados de Vox. Muchos aún no saben si formarán parte de las listas que concurrirán a las próximas elecciones municipales del mes de mayo a pesar del trabajo realizado durante los últimos cuatro años.
En la mayoría de las ciudades y municipios de España se están dando las mismas circunstancias. A nivel provincial el partido tiene una estructura orgánica muy jerarquizada y la persona que vaya a concurrir tiene que pasar el filtro de todas las instancias. Lo que convierte al proceso en una auténtica yincana.
Por un lado, existe la figura del portavoz municipal, como concejal, y al margen, la del coordinador local del partido, que es quien tiene que hacer un informe del edil o ediles. Después lo remite al Comité Ejecutivo Provincial, a la responsable intermunicipal y, por último, al territorial, que supervisa varias provincias.
Y en el camino pueden haber "rencillas personales" y todos coinciden en lo mismo: en la falta de democracia interna, incluso la propia Macarena Olona, quien decidirá después de estos comicios locales si fundará un nuevo partido tras su salida.
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"Es una especie del programa de televisión Got Talent", detalla a este periódico una fuente de toda solvencia, aun ligada a Vox pero con el desencanto de haber trabajado "muy duro desde los inicios". "Si obtiene las tres cruces negativas -emulando al programa-, ese concejal no va a repetir en las listas", asegura.
A pesar de todo, muchos de ellos quieren repetir porque están en el partido por sus ideas y porque creen que están haciendo un servicio público que servirá para mejorar la situación.
Sangría de ediles
Otros, en cambio, ya han abandonado el barco. De los 530 concejales que obtuvo la formación en mayo de 2019, casi la mitad, más de 200, se han ido o han sido expulsados de la formación que lidera Santiago Abascal. Se trata de una auténtica sangría de ediles, inédita en cualquier otro partido político en tan sólo tres años.
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Tanto fuentes internas como externas del partido coinciden en afirmar este extremo a EL ESPAÑOL. La coincidencia argumental es absoluta: Vox ha cometido, desde mayo de 2019, dos errores.
"El primero es que se ha olvidado de la función municipal", aseguran estas fuentes, y el segundo es que predomina "un desprecio absoluto a la actividad municipal". Sin embargo, el control es férreo.
Cualquier reunión que quiera mantener un concejal, es decir, su agenda, debe ser comunicada al partido al menos con 15 días de antelación, y a su vez, se trasladará a la provincial, y deberá ser aprobado finalmente desde Madrid. Cualquier asunto políticamente sensible y trascendente que pueda surgir en un municipio y que requiera de una rápida respuesta deberá pasar por ese filtro.
La Costa del Sol es una de las zonas en las que Vox puede presentar más cambios de cara a las próximas elecciones municipales de mayo de 2023. El partido se ha dado la vuelta como un calcetín en la provincia.
En 2019 el partido de Abascal estaba controlado por José Enrique Lara. Los malos resultados de las municipales pusieron en cuestión su liderazgo. Desde Madrid empezaron a desconfiar de su capacidad y los cambios llegaron. Tras unas primarias, se impuso un coronel de la Legión retirado, Enrique de Vivero, pero apenas aterrizar, el militar salió ante "la falta de confianza" por parte de la dirección nacional.
Madrid puso orden y nombró una gestora dirigida por Antonio Sevilla, exconcejal del Ayuntamiento de Torremolinos. Bajo su dirección, Sevilla ha intentado poner orden con desigual suerte. El caso más sonado fue el de Alberto González, el creador de la marca Pigdemont, que fue cesado dos meses después de su nombramiento.
Precisamente, Torremolinos puede ser un ejemplo. Sevilla dejó su puesto para irse al Parlamento andaluz y sólo queda un concejal de Vox, a pesar de empezar el mandato con dos, y la número 2, Lucía Cuín, mantiene su acta, pero fue expulsada en los primeros meses.
"Caciquismo total"
Tras la salida del presidente de la gestora era el tiempo de Emilio Pérez, que en abril de 2021 fue nombrado vicecoordinador de Vox en Torremolinos, es decir, segundo de a bordo de Sevilla. Sin embargo, nada se sabe de él en los últimos meses. Tanto es así que ha sido la cuarta en la lista, Josefa Soto, la edil que ha tomado posesión del cargo.
En Mijas, donde Vox sí consiguió representación en 2019, optan a revalidar el resultado. Aunque el edil Carlos Rivero fuera expulsado de la formación meses después. Para evitar sorpresas, desde la gestora pretenden que Carmen Barrios, quien actualmente es asesora municipal de Vox en Fuengirola, sea su número uno. Se aseguran a alguien cercano y en la línea del partido.
El nombramiento de Barrios vendría dado de la mano del concejal de Vox en Fuengirola Antonio Luna, que es el vicesecretario de organización de la formación. Las fuentes consultadas hablan de "caciquismo total y descarado" en un partido en el que las primarias fueron eliminadas de sus bases.
La realidad actual es que la gestora está poniendo en orden las futuras candidaturas en la Costa del Sol, aunque en la capital malagueña tampoco hay ningún nombre claro sobre la mesa.
Sentimientos encontrados
Otras fuentes consultadas de otro ayuntamiento almeriense reconocen a este periódico que con todo lo que está ocurriendo tienen sentimientos encontrados. Es decir, quieren contar realmente lo que está pasando porque están decepcionados, pero no quieren hacer daño al partido.
Otra concejala de un ayuntamiento de la provincia de Cádiz cuenta sus circunstancias a este periódico, pero prefiere mantenerse en el anonimato porque en las próximas semanas presentará su dimisión, se dará de baja del partido y es la única edil en su Consistorio.
"Todos esos filtros estarían bien si fueran objetivos. Hay mucho amiguismo, mucho ego, y estoy segura de que el Comité Provincial me va a dejar fuera, a pesar de que he hecho bien mi trabajo, y desde Madrid no hacen nada", asegura esta concejala.
"No me gusta lo que veo y Macarena Olona tiene razón en sus declaraciones. A mí me han faltado el respeto en muchos momentos por las formas", subraya. Lo que lamenta es que Vox prefiera quedarse sin alternativa en su localidad. A su juicio, ya no les interesan los municipios más pequeños, sino que prefieren centrarse en los más poblados.
Por último, otra fuente consultada cree que Vox lleva tiempo preparando las listas, pero su estrategia es no decir nada hasta diciembre. ¿El objetivo? Que los ediles que se queden fuera "tengan poco tiempo de reacción" para conformar otro partido o querer presentarse por independientes.
En cualquier caso, todos coinciden también en que el municipalismo no interesa a la cúpula. "Consideran que los votos únicamente los consigue Santiago Abascal".