¿Por qué Griñán no ha entrado aún en la cárcel?: su defensa da por hecho que 'salvará' la Navidad

Pero ¿por qué el expresidente andaluz José Antonio Griñán y el resto todavía no han entrado en la cárcel? Desde aquel auto los abogados defensores han utilizado todos los resortes legales a su alcance para retrasar lo posible ese trance. Y ha funcionado.

Mientras siguen abiertas otras vías ante el Tribunal Supremo y ante el propio Gobierno con la petición del indulto, el proceso se ha dilatado porque una de las defensas solicitó al alto tribunal una aclaración de la sentencia y dos abogados más han alegado ante la Audiencia que este trámite está aún pendiente.

Ello ha supuesto un retraso a la hora de resolver los recursos de súplica para ejecutar el fallo y que comience a contar el plazo de diez días que el tribunal sevillano dio en noviembre. 

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Ante la concatenación de festivos en la próxima semana, si la Audiencia se pronunciara en esos días la cuenta atrás comenzaría una vez que los condenados sean citados para que recojan en mano la notificación. Es decir, Griñán y el resto de condenados a prisión tendrían que personarse de nuevo en la Audiencia.

Ese día empezaría a contar el plazo para que escojan la cárcel en la que comenzar a cumplir la condena y la manera de ingresar en ella. No obstante, aunque esas diez jornadas suelen ser naturales, quizás la sala acuerde en el auto de qué manera se contabilizarían.

"Humanizar la Justicia"

Por ello, las defensas dan por hecho que los condenados podrán comer las uvas este año con sus familiares. "Con este caso estamos más papistas que el papa y la Justicia hay que humanizarla", asegura una fuente jurídica conocedora del caso. Y añade: "Sería una excepción que estas personas fueran encarceladas en plena Navidad".

Realmente, no es algo habitual. Es frecuente que reos anónimos, sin riesgo de fuga, ingresen en prisión en periodo navideño.

Las defensas son conscientes de que sea cual sea la decisión que se adopte no escapará a las críticas. En cualquier caso, insisten en que hay que humanizar estos procesos, teniendo en cuenta la edad de algunos condenados y sus problemas de salud.

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En su recurso de súplica el abogado de Griñán, José María Calero, imploraba a la Audiencia que aplazara tres meses su orden de ingreso en la cárcel, incluso que dirigiera oficios al Gobierno y al Tribunal Supremo con el objetivo de que aceleraran, respectivamente, la tramitación del indulto y el incidente de nulidad.

A su juicio, es innegable que si fuera concedida la medida de gracia parcial o si se estimara la cuestión de nulidad, el ingreso en prisión que ahora se ordenase "resultaría fallido, indebido o improcedente".

Sin embargo, la cuenta atrás puede comenzar de nuevo en cuanto la Audiencia haga firme el auto. Sólo una sorpresa de última hora, ya sea por parte del Supremo -que hace unos días admitió a trámite los incidentes de nulidad-, del Gobierno o de la propia Audiencia, podría cambiar el futuro más inmediato de Griñán.