Ni el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni ningún ministro de su Ejecutivo han estado presente este viernes por la mañana en el funeral de Diego Valencia, el sacristán asesinado el pasado miércoles en Algeciras por el yihadista Yassine Kanjaa.
La Audiencia Nacional lo investiga inicialmente por un delito de asesinato y lesiones con instrumento peligroso con fines terroristas, por lo que el sacristán estaría considerado como víctima de terrorismo. Sin embargo, ningún miembro del Gobierno al máximo nivel ha asistido.
Tampoco ha acudido el representante del Gobierno en la comunidad andaluza, Pedro Fernández. Desde su equipo justifican su ausencia porque este jueves sí se personó en la localidad para dar el pésame a los familiares y visitar en el hospital a la otra víctima herida.
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Sí ha estado presente en la iglesia de La Palma de este municipio, como máxima autoridad andaluza, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, junto al alcalde de la localidad, José Ignacio Landaluce.
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, y el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce.
A su llegada, ha vuelto a condenar los hechos y ha mostrado su deseo de que el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ofrezca la máxima información sobre las razones que han motivado "este cruel asesinato en plena calle".
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Los restos mortales del sacristán han sido velados desde la noche de este jueves, cuando fue recibido entre aplausos a su llegada al citado templo. Desde entonces, ha estado arropado por su familia, amigos y vecinos del municipio en la iglesia en la que trabajaba desde hacía 16 años.
Este jueves, el propio Marlaska, que se desplazó a la localidad, no quiso dar detalles de la operación para no entorpecer la investigación. Sí dijo que la misma está centrada en analizar lo sucedido como de "naturaleza terrorista", pero también se están indagando "otras posibilidades" como el hecho sus antecedentes psiquiátricos en su país de origen.