La pérdida de cuatro escaños del PSOE andaluz el pasado 23 de julio le ha sabido a victoria a su líder, Juan Espadas. Más bien le ha supuesto un balón de oxígeno para seguir en el cargo cuando muchos lo situaban en el tiempo de descuento. Y es que las encuestas daban un mal pronóstico a Pedro Sánchez en Andalucía.
El liderazgo de Espadas ha quedado blindado a pesar de la tercera derrota electoral consecutiva que encadena desde las autonómicas de 2022, tras la caída de Susana Díaz. La mayor movilización del voto de la izquierda en Andalucía ha sido clave para que se produjera un relevo al frente del PSOE-A.
Aunque el PP andaluz se impuso con cuatro escaños de ventaja al pasar de 15 a 25 escaños, el PSOE andaluz presume del medio millón de votos más que ha obtenido en relación con los comicios en los que Juanma Moreno obtuvo la mayoría absoluta.
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Con los números en la mano, la distancia que separa a ambos partidos se ha rebajado a solo 125.000 papeletas. En las elecciones municipales fueron 185.000 y el 19-J casi 700.000.
De ahí que, tras el análisis de la jornada electoral, Juan Espadas hablara de "remontada" y de recuperación del pulso tras tocar "suelo" en aquellos comicios regionales con el peor resultado de la historia del PSOE.
Unos días después, la comisión ejecutiva regional cerró filas en torno a su líder, que habló de estar en el camino correcto para ser "alternativa" de gobierno.
Sin embargo, en el pleno del Parlamento andaluz de esta semana no quiso entrar en el cuerpo a cuerpo con Juanma Moreno. En esa misma sesión, Moreno culpó a Vox de favorecer a los socialistas por sus "errores de bulto" durante la campaña y también advirtió al PSOE de que si Sánchez pacta con los independentistas estarán "condenados" a pasar "muchos años en la oposición".
Los socialistas creen que el 23-J deja "tocado" el liderazgo de Juanma Moreno, al haberse convertido en uno de los valedores de Alberto Núñez Feijóo. Creen que, en parte, también es responsabilidad suya.
Además, en el PSOE aseguran que, al recuperar su bastión de Sevilla, única provincia andaluza en la que han ganado, la federación sale reforzada. Ha sido la comunidad que más escaños ha aportado a Sánchez, incluso más que Cataluña.
"Marejada interna"
Sin embargo, la corriente opositora en el partido sigue existiendo. Los críticos pensaban pedir ya a Espadas su dimisión justo después del 28-M, pero la precipitada convocatoria de elecciones por parte de Pedro Sánchez truncó sus planes.
"El 28-M hablaremos", era el mensaje que circulaba por varios grupos de WhatsApp de exdirigentes del partido y excargos del Gobierno en la etapa de Susana Díaz.
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Sin embargo, tras la remontada de Sánchez y la posibilidad de formar gobierno, no es el momento de agitar la "marejada interna". Aunque muchos creen que Sánchez se verá abocado a repetir elecciones.
De momento, lo que sí ha ganado Juan Espadas es tiempo para rearmarse y continuar en su puesto como líder del PSOE andaluz. Todo ello a pesar de que muchos miembros del partido ya hablaban incluso de posibles sustitutos, como el nuevo presidente de la Diputación de Sevilla, Javier Fernández, o incluso la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que de nuevo vuelve a estar en las quinielas.
La número dos de la Ejecutiva del PSOE-A, Ángeles Férriz, intentó evitar este debate el pasado miércoles en la rueda de prensa que ofreció en el Parlamento, pero sí dejó claro que el liderazgo en el partido "no está en juego".