Alejandro L. M., el agente de la Policía Local de Granada detenido el pasado Jueves Santo acusado de terrorismo yihadista por la Guardia Civil, ya está en libertad. Tras comparecer en la Audiencia Nacional ha quedado libre aunque le han retirado el pasaporte.
Además, este vecino de La Zubia, deberá presentarse dos veces al mes en el Juzgado y tiene prohibido salir de España. Se le investiga por un delito de autoadoctrinamiento.
Esto, señala su abogado, Félix Fernández, es "consumir propaganda yihadista de forma voluntaria, explicado de forma muy simple". El caso se inició, sigue el letrado, porque un compañero de la Policía Local de Alejandro L. M. -quien en redes se presentaba como Isbin Ben Iscandar, le denunció.
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El policía, señala su abogado "está muy tranquilo". "Se le acusaba de tener propaganda yihadista en el móvil pero la Guardia Civil no ha visto nada", añade.
Atentados del 11S
Las dos únicas imágenes comprometedoras, siempre según la versión del abogado del policía "son dos fotos de los atentados del 11S pero que son parte del manual de la Guardia Civil contra ataques terroristas".
Entonces ¿por qué la detención? Su abogado señala que le había denunciado un compañero. Y reconoce que, ocasionalmente, ha acudido a una mezquita. "Pero a recibir clases de árabe", señala.
"Nunca ha ido a la mezquita a rezar ni ha cumplido el Ramadán", añade. Su cliente, sostiene, "es una persona con altas capacidades que habla varios idiomas: inglés, español, ruso, francés". Y ahora "estaba estudiando árabe".
Según su defensa, en el móvil tenía hasta 140 gigas de información. Y "en un primer análisis no han encontrado nada". Tan solo, asegura el letrado, las dos imágenes del 11S. En todo caso, los agentes están realizando un estudio pormenorizado.
"Interesado en la cultura árabe"
"Estaba interesado en la cultura árabe", indica Fernández. Pero "eso no es delito", añade. "De la cultura árabe al yihadismo hay un paso", señala el letrado.
El policía, en todo caso, estaba bajo seguimiento de la Guardia Civil desde el pasado mes de octubre. La detención se produjo cinco meses después y, en la misma, le requisaron información y armas. Esas pistolas, señala su abogado, "son legales, suyas con permiso".
Ahora, el policía está a la espera de que la Audiencia Nacional decida los siguientes pasos. "Se está analizando el teléfono en profundidad. No sé si habrá algo oculto, pero hasta ahora no hay nada", indica su abogado.