Carmen Crespo (Adra, 1966), la mujer en la que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha depositado su confianza desde hace cinco años para llevar las riendas de la agricultura en la comunidad, cambiará su despacho de la Consejería por otro en Bruselas a partir del 9 de junio.
Su posición en los puestos de salida de la lista que confeccionó el equipo de Alberto Núñez Feijóo -la número dos tras Dolors Montserrat- le garantiza su nuevo destino como eurodiputada.
Tras ser alcaldesa de su pueblo, delegada del Gobierno con el expresidente Mariano Rajoy, portavoz y diputada andaluza, afronta ahora un nuevo reto: "En esta convocatoria, especialmente, la gente es muy consciente de lo que se juega en Europa".
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Sin duda, es sintomático que la campaña de las elecciones europeas vaya a ralentizar los posibles acuerdos que se alcancen para la gobernabilidad de Cataluña, en función de los resultados.
Crespo subraya que, según las encuestas, el 60% de la población joven ha dedicido ir a votar en unos comicios que han estado marcados por la baja participación.
La exconsejera andaluza cree que las últimas manifestaciones del sector agrícola a nivel nacional y en Bruselas han dado muestra de la importancia de las decisiones que se toman allí. "Yo soy una europeísta convencida y tienen que saber que el sector agrario y pesquero andaluz es básico para los consumidores europeos".
No obstante, se muestra a favor de los acuerdos con terceros países, ya que España es un país exportador, pero que "no sean lesivos" para los intereses propios. Y es ahí cuando dispara críticas al Gobierno central. "Ha faltado una defensa del sector". Crespo pone como ejemplo "el ataque" al consumo de carne o del cultivo de la fresa.
De ahí que Feijóo haya apostado por una lista de personas vinculadas a sectores productivos. En ese caso, a su juicio, la aún ministra de Transición Ecológica y cabeza de lista del PSOE, Teresa Ribera, "representa todo lo contrario, una figura contra el campo al protagonizar políticas contrarias al sector".
"Buscar el equilibrio"
Por lo que ella ha percibido en los últimos días, los trabajadores del sector agrario y pesquero "van a votar masivamente en estas elecciones porque la gente está muy motivada".
Desde el Gobierno son conscientes de ello. Pone como ejemplo que en el reparto de los fondos Next Generation hubo una pugna pública. "El Gobierno decidió que se destinaran 12.000 millones a transición ecológica y solo 1.000 a la agricultura".
Al igual que con el acuerdo respecto a Doñana. "Ha sido muy complicado por su fórmula de la bajada de regadío, que es realmente lo que fija a la población rural". Al respecto, insiste en que el PP "no está en contra de las políticas medioambientales, pero quiere un equilibrio".
Los principales retos
De entre los retos que ve por delante el principal es conseguir una PAC que apuntale la regeneración en el campo. "En Andalucía hemos perdido cerca de 5.000 agricultores al no estar reconocida la figura del agricultor activo, y no los podemos echar del sistema".
Crespo quiere mostrar la realidad del campo andaluz y ser un enlace con Europa. "El sector tiene la sensación de que en Bruselas se legisla mucho desde los despachos". El objetivo también es explicar cómo se toman las decisiones allí e influir. En cualquier caso, asegura que el sector "tiene mucha esperanza".
Respecto a Andalucía en concreto, ve fundamental la creación de un lobby del agro andaluz en Bruselas para influir y para que tengan una visión real del alcance del sector y de su situación, sobre todo en cuestiones hídricas. "Estamos en una tierra seca y necesitamos el apoyo de la UE".
A su juicio, lo importante es que los ciudadanos voten "masivamente" en estas elecciones porque "las políticas europeas son básicas para la vida de todos y no lo teníamos asimilado". No obstante, vaticina un buen resultado para su partido el próximo 9 de junio.