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Cuando los críticos del PSOE se circunscribían a Bases Socialistas Andaluzas, la dirección del partido en la comunidad, les restaba importancia. "Son ocho compañeros", concedió el secretario general de la formación en la región, Juan Espadas. 

Cuando a esas voces se unieron las de críticos más o menos conocidos, tampoco se consideró, al menos públicamente, una 'amenaza'. Desde la dirección del PSOE andaluz señalaron que quienes criticaban la gestión actual del partido en Andalucía buscaban "foco" a semanas de un congreso federal que será en Sevilla. 

Quienes tienen responsabilidad en la agrupación -y el partido- en la comunidad, reconocían que, hasta que un secretario general provincial no participase de esas críticas, no debería haber preocupación. Eso ha ocurrido esta semana. 

El primero en romper esa disciplina de silencio frente a la gestión de Espadas ha sido el secretario general del PSOE en Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix. El gaditano señalaba que, con el congreso a solo dos semanas, es momento de una "profunda reflexión" de su formación para "convertirse en alternativa real al Gobierno de Juanma Moreno".

En la misma entrevista, en la cadena Ser, el socialista evitó apoyar de forma rotunda a Juan Espadas como líder. El baile de la sucesión, cuya música hasta ahora se escuchaba en privado, parece que ha subido un tono. Ahora ya está en la calle. 

Cerca de Espadas... o no

Sin embargo, personas cercanas a Espadas con las que ha hablado este periódico señalan que la opinión del secretario general de Cádiz sea tan relevante como se señalaba hace un par de semanas. Entienden que "hace mucho" que no es persona de confianza de Espadas y achacan su postura a cuestiones orgánicas gaditanas. 

Sea como fuera, hay un secretario general en Andalucía y otro por provincia. Hasta ahora, en unidad de acción y discurso. Hasta ahora. ¿Arrastrará las declaraciones de Ruiz Boix a otros líderes provinciales que, por el momento, estuvieran callados?

La cuestión es que las declaraciones de Ruiz Boix no son una filtración. Tampoco una grabación más o menos secreta de una reunión interna. La crítica a la estrategia del partido ("con los 33 parlamentarios de las últimas elecciones de Susana Díaz o los 30 que obtuvimos en 2022 no seremos una alternativa") se hicieron en una radio de alcance nacional. Con luz y taquígrafos. 

El partido ha iniciado ya la lucha intestina por la secretararia general. Se abre en canal en público, sin ocultaciones. Por el momento, Espadas ha conseguido mantener el poder y ha ido callando las voces que le situaban en otros destinos. Se han escrito varios destinos donde iba a estar, pero sigue al frente del PSOE. Ni Bruselas, ni Madrid, como aseguró él mismo.

Moncloa

¿Podrá también ahora si desde la secretaría general de Pedro Sánchez echan cuentas y ven que Andalucía es clave para mantenerse en la Moncloa y, por ahora, no se han ganado ningunas elecciones desde 2018?

Es complicado que la dirección del PSOE hable ahora de "ocho compañeros". Sobre todo porque, a la voz del secretario general de Cádiz se sumó la del diputado Mario Jiménez.

No es la primera vez que quien otrora fuera persona cercana a Susana Díaz habla en público contra Espadas.

"Ayer fue la encuesta de 40DB para El País, hoy el CENTRA… Si no cambiamos el PSOE-A, no cambiaremos Andalucía. Más izquierda, más Andalucía, más PSOE". Ese fue su mensaje el pasado 22 de octubre en Twitter. Más luz y más taquígrafos. En la misma línea se pronunció cuando esta semana se conoció la disidencia del secretario general de Cádiz. 

Más críticos

A él se sumó en octubre el exconsejero Sánchez Haro, quien fuera también susanista en su época de primera línea de la política. 

Sin embargo, el secretario general de Cádiz no es susanista. Es, en teoría, persona de confianza de Espadas, aunque desde la dirección regional del PSOE enfrían esa cercanía, sobre todo últimamente. 

Estos movimientos, como se ha señalado, ocurren a dos semanas del congreso federal de Sevilla. Un encuentro clave. A dos años de las elecciones andaluzas de 2026, primeras del nuevo ciclo electoral; a tres, si no hay adelanto, de las generales. 

Para llegar a la carrera por San Telmo, el candidato tendrá esos dos años, porque el congreso andaluz será a primeros de año. Cambio o continuidad será la decisión entonces. Pero esa cuestión se verá con varias pistas en el congreso federal.

En el mismo Sánchez podrá mantener o mostrar señas de cambio para la comunidad. Andalucía es clave para las aspiraciones del presidente del Gobierno. Y el PP arrasa en las convocatorias a las urnas de los últimos años tras el sur el gran 'granero' de votos de los socialistas durante décadas.