María Jesús Montero se negó en 2018 a aceptar una quita de deuda para Andalucía. Entonces ella era consejera de Hacienda del Gobierno de la socialista Susana Díaz y señalaba que el el Ejecutivo central no podía "pretender" que una reestructuración de deuda sustituyese el debate sobre un nuevo modelo de financiación, que es lo que ella exigía.
Siete años después la historia ha dado un giro de 180 grados. Ahora es ella, como ministra de Hacienda del Gobierno de Pedro Sánchez, quien ha impuesto a todas las comunidades autonómicas la quita de deuda que se negaba a aceptar en 2018.
En sus palabras en el Parlamento de Andalucía, la entonces consejera andaluza fue rotunda: "El señor Montoro no puede pretender que, vía reestructuración de deuda o condonación, se pueda sustituir el debate [sobre financiación autonómica]".
En su intervención, añade: "Lo decimos otra vez, para que quede constancia, porque no vamos a compartir, por mucho que se beneficiara o no a Andalucía, de una propuesta que se hiciera [sobre quita de deuda a la comunidad]".
Para la Montero de 2018 "el debate [sobre la financiación autonómica] es insustituible, porque estamos hablando de los próximos diez años en materia de financiación".
Deuda con Andalucía
Entonces, cabe recordar, el Gobierno andaluz con Montero como consejera de Hacienda, reclamaba al Gobierno central del PP hasta 4.000 millones de euros de infrafinanciación.
Otros tiempos. Ahora el Ejecutivo de Juanma Moreno señala que lo que la comunidad deja de percibir es unos 1.500 millones de euros. Pero desde el ministerio de Montero no abren ese debate.
Esto ha provocado en reiteradas ocasiones las críticas del PP y del Gobierno andaluz, que no entienden cómo la Montero consejera pedía una cosa -debate sobre la financiación; pago de la deuda anual de hasta 4.000 millones; evitar debates sobre la quita de deuda-, ahora como ministra no acepte siquiera hablar de estos asuntos.
En 2018, como ahora en 2025, la propuesta para Andalucía suponía que la comunidad, como una de las más grandes de España, se veía beneficiada de la oferta de quita de deuda del Gobierno central. Pero Montero se negó. No se podía evitar el debate de la financiación.
"A pulmón"
De hecho, el Gobierno andaluz repitió hasta la saciedad una frase que luego quedó para otros gobernantes: "La Junta sostiene a pulmón los servicios públicos por la falta de financiación". La dijo la entonces presidenta Susana Díaz y la han repetido luego otros.
Sin embargo, esa lógica sobre que hay que rechazar una quita se pierde en 2025. Las circunstancias no son las mismas que en 2018. Ahora el Gobierno de España ha pactado con Cataluña un modelo de amortización de la deuda que luego el Ejecutivo central ha extendido a toda España. Quieran o no.
Y no quieren. Así lo ha demostrado el PP que gobierna en todas las comunidades al levantarse de la mesa de negociación donde se debía debatir la quita de deuda -ahora, sí- que impone Montero.