Desvelan el misterio de por qué las mujeres enferman menos que los hombres y viven más
Las andaluzas viven cinco años más que los andaluces, pero se siguen encargando de cuidarles a ellos y sus hogares
Un estudio señala que el consumo de tabaco ha bajado entre hombres y mujeres, pero no el de alcohol.
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Las andaluzas viven cinco años y medio más que los andaluces. Así se detalla en el informe Salud y género en Andalucía 2025 que ha publicado la Consejería de Salud y Consumo y en el que concluyen que "la asistencia sanitaria con enfoque de género mejora la calidad de vida".
Sin embargo, detalla el mismo documento, más años de vida no es sinónimo de más calidad de vida. Porque, según los datos de Salud, las mujeres tienen peor salud en esos años de más que viven con respecto de los hombres.
En todo caso, donde más viven las mujeres -en comparación con los hombres- es en la provincia de Córdoba. Una cordobesa vivirá, de media, algo seis años más que un cordobés. Donde menos diferencia hay es en Granada y Málaga, señala el informe, donde la brecha es de 4,8 años.
Esa ventaja de más años de vida se debe, indica el estudio, a cuestiones biológicas y, además, a "las normas, estereotipos y roles de género" que "conforman modos de enfermar y de morir diferentes en hombres y en mujeres, así como patrones diferenciales en la atención sanitaria".
Así, los hombres asumen comportamientos "de mayor riesgo para la salud relacionados con la llamada ‘masculinidad tradicional’ se han postulado como uno de los determinantes de la mayor mortalidad prematura en hombres". Es decir, los hombres mueren antes porque asumen comportamientos asociados a una forma de masculinidad que les pone en riesgo.
Pueblos y ciudades
En general, añade el estudio, cuanto más rural es el ambiente, más proporción de hombres hay. Las mujeres, por contra, suelen ser más preponderantes en municipios de mayor población.
Según el informe presentado por la Consejería de Salud, la casa y los cuidados "sigue estando protagonizado por las mujeres". Así, "la corresponsabilidad continúa como tarea pendiente en la búsqueda de la igualdad de oportunidades, si bien, un perfil masculino que destaca en los cuidados de personas con discapacidad y de personas adultas con necesidades de cuidados es el de hombres de avanzada edad, jubilados, que cuidan a sus esposas".
El estudio también destaca que "más mujeres que hombres comen fruta diariamente, y ambos sexos presentan más este hábito en edades tempranas que en las más avanzadas".
En cuanto al ejercicio, ellas lo practican con menos frecuencia que los hombres y su práctica se reduce en general con la edad. Una excepción, en el caso de caminar, son los hombres mayores de 65 años los que aumentan su actividad.
Roles de género
En las mujeres, la capacidad de dedicar tiempo a actividades como caminar se reduce progresivamente con la edad, lo que puede relacionarse con el desempeño de sus roles de género.
Respecto al consumo de tabaco, se registran algunas tendencias positivas en los últimos cinco años: ha descendido el consumo diario tanto en hombres como en mujeres y ha aumentado la edad media del consumo también en ambos sexos.
De esta forma, indica el informe, un mayor porcentaje de hombres ha dejado de fumar, el consumo moderado y extremo es menor entre las mujeres, y la brecha de género más amplia en consumo diario de tabaco se da entre los 21 y 24 años, donde el porcentaje de hombres que fuman diariamente casi dobla al de las mujeres.
Cigarrillos
El consumo de cigarrillos electrónicos en los últimos años se mantiene casi inalterable en ambos sexos.
Por contra, el consumo de alcohol "ha aumentado considerablemente en los últimos años y es más prevalente en los hombres que en las mujeres". Así, los hombres presentan un mayor consumo de otras drogas (diferentes a tabaco y alcohol), excepto los tranquilizantes, hipnóticos y somníferos, que son más consumidos por las mujeres.
