La consejera valenciana de Justicia, Gabriela Bravo, acumula 67 ceses entre cargos de la conselleria, personal de confianza y organismos dependientes de la misma, según la recopilación realizada por EL ESPAÑOL a partir de las publicaciones en el Diari Oficial de la Generalitat. Las numerosas salidas en el departamento de la dirigente socialista fueron objeto este jueves de una pregunta parlamentaria planteada por el diputado del PP José Císcar, a la que Bravo replicó que solo han salido diez altos cargos de su equipo.
Pero la cifra es muy superior si se atiende a lo ocurrido a partir del segundo escalón de su organigrama. “La llaman a usted como el conocido instrumento que se puso de moda en la Revolución Francesa”, ironizó Císcar en clara alusión a la guillotina. Y razón no le falta a juzgar por su elevado número de ceses, que en la mayoría de las ocasiones se producen por despido o marcha voluntaria.
En algunos casos responden a reubicaciones, fruto de los constantes movimientos que tienen lugar en el departamento. Las tensiones en el seno de la conselleria son una constante desde 2015, cuando Bravo, exportavoz del Consejo General del Poder Judicial, accedió a la misma. Incluso un alto cargo de Compromís, Alfons Puncel, denunció este escenario de forma pública -si bien incurrió al hacerlo en una crítica machista-.
Con el objetivo de hurgar en esta herida abierta en el Gobierno de coalición, Císcar acusó a Bravo este jueves de ser “una trituradora de altos cargos”. Y la respuesta de la consellera no defraudó. Cargó contra el diputado del PP por fundamentar su acusación en “recortes de prensa y comentarios de barra de bar”. Y además se defendió atacando a sus socios de Compromís. En concreto, mostró un gráfico con los ceses de altos cargos por consellerias, en el que la suya aparecía “quinta por la cola”.
El particular ranking elaborado por Bravo lo lideraba con 22 ceses de altos cargos la Vicepresidencia Primera de Mónica Oltra -con quien no mantiene la mejor de las relaciones-. Pero el dato tenía truco, pues sumaba ceses que responden al cambio de nombre de Direcciones Generales, lideradas en la actualidad por las mismas personas tras su renombramiento.
Además, Bravo obvió la larga lista de marchas que atesora a partir del segundo escalón, un recuento que sí ha realizado que este periódico con la misma metodología que la consellera: sumando los ceses oficiales publicados por la propia Generalitat.
Los 67 ceses
En la Subsecretaría de la Conselleria de Justicia, el segundo puesto en el organigrama del departamento de Bravo y uno de los de mayor responsabilidad, los ceses han sido cuatro desde 2015: Luis Felipe Martínez, Bárbara López, Antoni Llorente y José Gabriel Olmo. Se trata de un puesto destinado habitualmente a personas cercanas al conseller, pero en el caso de Justicia ha sido una silla caliente.
En la misma línea, el Gabinete de la consellera, donde se encuentra el equipo de confianza que rodea al político, los ceses han sido seis: Javier Zaldívar, Ángela María Navas, Luis Fernando Rodríguez, Darío Moreno, Silvia Piquer y Alberto Muiños.
Las salidas se extienden con otras cinco en la Secretaría General Administrativa, por la que han pasado María Ángeles Rosell, Antonio Peña, Aurora Majuelos, David Martí y Juan Carlos Guillén (en la actualidad está vacante); y dos más en la Subdirección General del Gabinete Técnico, las de Natalia Frías y David Martí (que es el actual titular pero cesó para ser por un tiempo secretario general administrativo).
La Dirección General de Justicia acumula tres ceses más, los de Àngels García, Verónica López y Bárbara López; tal y como ha ocurrido también en la Subdirección General para la Modernización de la Justicia con los de Francisco Cabo, Fernando Carceller y Àngels Bixquert (este cargo está vacante en la actualidad).
Por lo que respecta a la Subdirección General de Infraestructuras y Mantenimiento de las Sedes Judiciales, los ceses han afectado a Román Grisolía, Miguel Martín y Francisca García. La actual titular, Sara Reyes, se encuentra de baja prolongada.
Gabriela Bravo. EE
Otra de las áreas calientes es la Subdirección General de Recursos Materiales, en la que han cesado seis personas: Begoña Duart, Miguel Ángel Gimeno, Dolores Cremades, Juan Boluda, Margarita Vilarrasa y Aurora Majuelos.
Y en la Jefatura de Servicio de Implantación de la Oficina Judicial, Modernización, Formación y Relaciones Sindicales han sido cuatro los ceses, los de José Juan Tomás, Àngels Bixquert, Carola Beltrán y Neus Sabater.
En la Jefatura de Servicio de Personal cesó Carmen Beut; en la de Recursos Materiales y Gestión Económico-Administrativa lo hicieron José Juan Tomás, Bernardo Gavilá, Salva Montesinos y Mario Magenti; en la de Entidades Jurídicas y Fundaciones cesaron Francisco Javier Ortega e Isabel Tatay; y en la de Acceso a la Justicia se produjeron los de Luisa Romero y María López.
En cuanto a la Subdirección General de Reformas Democráticas, se han producido las salidas de Vicente Serra, Teresa Benedito y Emilio Álvarez; en la Subdirección General de Planificación y Régimen Jurídico, la de José Albert; en la Subdirección General del Instituto Valenciano de Administración Pública (IVAP), las de Vicenta Grau, Javier Cuenca y Gustavo Zaragozá; y en la Subdirección General de Promoción Profesional, la de Rafael Aguilar.
Ciudades de la Justicia
Las gerencias de las tres ciudades de la justicia de la Comunidad Valenciana merecen capítulo propio en el recopilatorio. En la de Valencia han sido cuatro los ceses: David Sevilla, José Juan Tomás, Silvia Cremades, Miguel Furió y Helena Agustí. En Castellón, ahora vacante, otros cuatro: Jaime Font de Mora, Arturo Visus, María Tamara Silva y Ángel Luis Tomaselli. Y en Alicante, solo uno, el de Javier Martínez.
La lista la completan un cese en la Policía Autonómica, el de Álvaro Rodríguez; dos en la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias (AVRSE), los de María Dolores González y Rosa Aurora Folch; y otro más en el Instituto Valenciano de Seguridad Pública y Emergencias (IVASPE), el de Ángeles Navarro.