Valencia

“Soy estudiante de Odontología y me he formado en Brasil en inyecciones de estética”. Así se presenta en Wallapop Els B., una joven que oferta a través de esta plataforma “bótox y ácido hialurónico estético” por un precio de 130 euros. “Busco modelos (hombres y mujeres) en Valencia. De manera gratuita. Pagáis solamente el producto”, afirma en su anuncio. “Me permite seguir practicando hasta recibir mi diploma”, agrega.

La estudiante, que ofrece el servicio en su casa, remite a los interesados a consultar su “porfolio disponible en Instagram”, donde figura como “eclbd”. En efecto, en dicho perfil exhibe fotos de sus inyecciones y varios recopilatorios con el antes y el después de sus tratamientos. Los agrupa por categorías que muestran inyecciones en los labios, la frente, el contorno de los ojos y la boca o la nariz.

Preguntada al respecto, la propia es Els B. precisa que cobra 130 euros por el vial de bótox y 150 por el de ácido hialurónico. “Practico en casa con este precio porque para este tipo de tratamiento no hace falta estar en una clínica”, asegura. “Si el paciente lo desea lo puedo atender en clínica, pero el precio será más claro”, argumenta.

“No soy doctora aún porque no he acabado la universidad”, precisa sobre sus estudios. Y sobre si una estudiante de Odontología puede realizar este tipo de tratamientos de medicina estética asegura que ella sí cumple los requisitos. “Yo estoy formada para poder hacerlo”, recalca.

Pero la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (Aecep) discrepa frontalmente de este criterio. Su presidente, Francisco Gómez Bravo, explica a EL ESPAÑOL que alguien con este perfil y en tales instalaciones ni está capacitado para realizar inyecciones estéticas de bótox y ácido hialurónico en España ni las está realizando en el entorno adecuado.

Solo con el MIR

Sobre la capacitación, Gómez Bravo precisa que solo pueden realizar estos tratamientos en territorio nacional “los médicos que hayan superado la oposición MIR para acceder a la especialización en cirugía plástica en hospitales acreditados y hayan trabajado formándose como residentes durante cinco años”. 

El presidente de la asociación agrega que la legislación vigente establece una salvedad para los odontólogos, “pero solo para tratamientos odontológicos en el tercio inferior facial” -no para cuestiones puramente estéticas y, en ningún caso, para zonas de la cara como la frente o el contorno de los ojos-.

En cuanto al espacio, el doctor subraya que “solo se pueden realizar estos tratamientos en centros autorizados por las consejerías de sanidad de cada autonomía”. “Ni siquiera se puede hacer en cualquier clínica, ha de ser una autorizada expresamente para tratamientos de medicina estética o cirugía plástica reparadora y estética”, precisa.

Gómez Bravo denuncia que existe un importante intrusismo en España, donde “incluso existen grados universitarios de experto en medicina estética que se utilizan para prestar estos servicios como ‘especialista en medicina estética’ sin ser médicos”. “Pero se trata de unos estudios no equiparables al MIR, y la legislación vigente en España establece que solo los médicos pueden utilizar estos medicamentos”, aclara.

Por último, el presidente de Aecep advierte de que “el bótox es una toxina que, mal utilizada, puede provocar parálisis respiratorias o a la hora de tragar cuando se aplica en el cuello”. “En los ojos pueden derivar en sequedad o en no poder cerrarlos”, apunta, y sobre los rellenos agrega que pueden derivar “en necrosis y hasta en ceguera”. “Son productos muy seguros en buenas manos, pero peligrosos si estas no son las adecuadas”, concluye.

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