Valencia

La Comunidad Valenciana ha pasado de ser un buen ejemplo en la gestión de la pandemia al territorio más preocupante del país. Durante la primera ola, y también en el inicio de la segunda, la autonomía registró las cifras más bajas de muertes y contagios de la España peninsular, solo por detrás de Canarias. Pero en la actualidad lidera los datos de fallecimientos e incidencia acumulada de Covid-19.

Así lo refleja la última actualización del Ministerio de Sanidad, publicada la tarde de este viernes 5 de febrero. La región presidida por el socialista Ximo Puig ha registrado 433 muertes en los últimos siete días, más del 22% del total nacional, situado en un total de 1.951 pérdidas.

El segundo dato más alto es el de Andalucía, con 330 fallecimientos en la última semana pero con una población muy superior. El peso poblacional de la Comunidad Valenciana es de alrededor del 10% del total nacional.

Incidencia Acumulada

A su vez, la autonomía lidera la Incidencia Acumulada (IA) del coronavirus con un total de 1.190,48 casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. La media nacional se sitúa en los 750 casos por cada 100.000 en las últimas dos semanas.

El dato esperanzador para el territorio valenciano es que ya no lidera la IA en los últimos siete días. A la cabeza se encuentran Castilla y León (432,62) y La Rioja (432,45), seguidas de la Comunidad Valenciana (414,75). Sigue, en cualquier caso, muy por encima de la media nacional, que es de 290,36 casos diagnosticados cada 100.000 habitantes en los últimos siete días.

Otro dato que evidencia la grave situación en la Comunidad Valenciana es su porcentaje de camas ocupadas en los hospitales por pacientes de Covid-19. Se trata del 34,33%, la tasa más alta de España, cuya media es del 22,21%.

Por lo que respecta a las camas ocupadas de UCI por pacientes de Covid-19, el porcentaje asciende al 58,96, solo por detrás del 67,82% de La Rioja. En este caso la media nacional es del 43,86%.

Las restricciones

Tras una Navidad en la que el presidente autonómico descartó las medidas más drásticas que le exigían sus socios de Gobierno (Compromís y Podemos), Ximo Puig endureció las restricciones.

Las anunció el 5 de enero, y consisten en el cierre total de la hostelería en toda la comunidad y el del comercio no esencial a partir de las 18.00 horas. Además, el toque de queda se adelantó a las 22.00 horas.

Para reforzar estas decisiones y acelerar el descenso de los contagios, el día 25 entraron en vigor nuevas medidas como la prohibición de reuniones en los domicilios salvo para quienes viven solos -que pueden recibir a otra persona-.

También apostó por el cierre perimetral de los municipios de más de 50.000 habitantes durante los fines de semana, que se unen a la prohibición de acceso o salida del conjunto de la comunidad autónoma.

La evolución durante los últimos siete días dibuja un horizonte más esperanzador gracias al impacto de estas medidas, con las que la Comunidad Valenciana aspira a mejorar sus registros en febrero tras un mes de enero para olvidar.

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