Ximo Puig se mostró este jueves molesto con los comentarios vertidos desde Cataluña sobre un posible favoritismo del Gobierno de España para que la 'gigaplanta' de baterías de Volkswagen se construya en Sagunto (Valencia) con fondos europeos.
El presidente de la Generalitat Valenciana pidió a los catalanes "hacer un análisis más autocrítico", y aseguró que la elección nada tiene que ver con que presida la región un socialista, sino con que se trata de una tierra de "estabilidad, seguridad jurídica y diálogo social".
"Yo no tengo constancia de que el Gobierno catalán lo haya planteado en esos términos, pero si se ha planteado en esos términos, creo que habría que hacer un análisis más autocrítico", manifestó Puig en primer lugar.
A su juicio, "lo que se ha hecho por parte del Gobierno de España es generar un entorno favorable a través del PERTE para que pueda hacerse esa inversión". "Y ahí cada uno ha actuado en función de su situación. Nosotros hemos aportado, desde la perspectiva política, estabilidad, seguridad jurídica y diálogo social. Hemos generado un entorno favorable", destacó Puig en aparente contraposición a la inestabilidad derivada del desafío independentista catalán.
"Por otra parte, lo que hemos hecho es optimizar la capacidad de gestión para posibilitar que la inversión se pueda hacer rápidamente como exige la propia ejecución del PERTE. Esa es la definición de lo que ha pasado. Sinceramente, creo que, si fuera cierta esa definición por parte del Gobierno de la Generalitat de Cataluña, estaría profundamente equivocada y sería profundamente injusta", añadió en la misma línea. Lo hizo en una rueda de prensa convocada para anunciar el fin del grueso de las restricciones contra la Covid-19.
Para Puig, "la Comunidad Valenciana ha estado donde tenía que estar y donde continuará estando: generando confianza y credibilidad para que las inversiones puedan venir a esta tierra a generar empleo y bienestar".
"Cada uno, en ese marco, tiene sus condicionantes. Cada uno puede decidir cuál es su estrategia política. La nuestra es esa. Yo no voy a criticar cuál es la de los demás. La nuestra es confianza, seguridad, diálogo social y acuerdo. Esta es la vía valenciana. Otros pueden tener otras vías", volvió a comparar el socialista valenciano.
La factoría tendrá 40 gigavatios de capacidad, una plantilla de 3.000 trabajadores y ocupará más de un millón de metros cuadrados de los 5,6 que tiene la Generalitat Valenciana en el lugar, según precisaron a este periódico fuentes conocedoras de la inversión. El objetivo es empezar a fabricar pilas en Sagunto a partir de 2026.
Será -si nada se trunca y llegan los ingentes fondos europeos que han de hacerla posible- la segunda fábrica de baterías de Volkswagen en Europa. Pero es la primera de este tipo en toda España, un país rezagado frente a sus competidores Alemania y Francia en la carrera por el coche eléctrico.
Las razones de Volkswagen
La lógica inicial hacía pensar en Cataluña para su ubicación, ya que la firma tiene en Martorell (Barcelona) su principal factoría española. Pero la naturaleza del PERTE, que exigía repartir la inversión en distintas autonomías -según subrayó este martes Wayne Griffiths, presidente y CEO de Seat y Cupra-, abrió el abanico a emplazamientos alternativos.
Extremadura, donde radica la reserva española de litio, y dos potencias industriales y logísticas como Aragón y la Comunidad Valenciana, aparecieron también entonces como aspirantes para la inversión. Y ha sido finalmente esta última la que se ha llevado el gato al agua por razones "económicas, logísticas, de personal cualificado, viabilidad y velocidad de implementación", según enumeró el directivo.
Griffiths no precisó cuánto dinero costará su creación. Se remitió a la cifra de 7.000 millones de euros de inversión total que realizará Volkswagen para modernizar toda su industria en el país (también sus plantas tanto de Martorell como de Pamplona).
El gobierno valenciano sí dijo al respecto que será "la mayor inversión inicial que ha recibido la Comunidad Valenciana en su historia". En consecuencia, será superior a la realizada con "la llegada de Ford a Almussafes en 1976".
Dicha planta requirió un desembolso de 680 millones de dólares, unos 620 millones de euros que, teniendo en cuenta la inflación, equivaldrían a cerca de 2.500 millones de euros en la actualidad. "Es la mejor noticia empresarial en medio siglo", resumió este miércoles, pletórico, el propio presidente Ximo Puig.